Cristina Cebrián
El impacto que generan los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardiaca crónica (ICC) en el sistema sanitario puede reducirse gracias a los tratamientos efectivos que reducen el gasto y mejoran la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, la llegada de fármacos inhibidores del SGLT2 (i-SGLT2), como la empagliflozina, ha supuesto un paso más para pacientes y para profesionales sanitarios. Así se puso de manifiesto en la Mesa de Expertos sobre Insuficiencia Cardiaca Crónica, organizada por iSanidad en colaboración con la alianza Boehringer-Lilly.
La empagliflozina, es el primer medicamento indicado para la diabetes tipo 2 que ha demostrado beneficio cardiovascular. Además, se trata de la primera alternativa terapéutica disponible que cubre los dos tipos de fracción de eyección, por lo que el médico puede indicar el inicio del tratamiento sin necesidad de esperar a identificar qué fracción de eyección es la afectada. “Es el primer fármaco que cubre todo el espectro de la IC”, destacó el Dr. Álvaro González Franco, director del área de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Dr. González Franco: “La empagliflozina es el primer fármaco que cubre todo el espectro de la insuficiencia cardiaca y en pacientes con FEVI preservada es un hito”
Por otro lado, la evidencia científica sustentó la autorización de comercialización del fármaco por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). En concreto, se basó en los resultados positivos de los ensayos clínicos fase 3, que forman parte de Empower: Emperor-Reduced y Emperor-Preserved. Según el Dr. González Franco, “es la primera vez que tenemos un ensayo clínico que no ofrece dudas y que da garantías, con una “p” significativa. Esto es importante, a la hora de presentar beneficios para estos pacientes”.
Fármaco cardiovascular con efecto hipoglucemiante
Además, el internista recordó que este “es el primer fármaco que cubre todo el espectro de la IC y, en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) preservada, es un hito. No es un fármaco diabético con seguridad cardiovascular. Es un fármaco cardiovascular con efecto hipoglucemiante”.
Dra. Conangla: “Es el medicamento más cómodo para iniciar como tratamiento. No lo titulo, no requiere visados ni complicaciones y se lo puedo explicar muy bien al paciente”
Otra de las ventajas que ofrece este i-SGLT2 es que no conlleva factores limitantes como problemas de tensión o de frecuencia cardiaca. “A hora de titular, te olvidas de la titulación porque se trata de iniciar el tratamiento y se puede combinar de forma directa con cualquiera de los fármacos que ya teníamos”, comentó el Dr. González Franco.
Los cuatro tratamientos “clásicos” que se utilizan para tratar esta patología son los fármacos IECA y ARA II, los betabloqueantes, el sacubitrilo/valsartán y los inhibidores de la hormona aldosterona. Ahora, contar con un fármaco como la empagliflozina también facilita la labor de los profesionales que trabajan en atención primaria (AP).
La Dra. Laura Conangla, médico de atención primaria en Barcelona, aseguró que se trata de un medicamento “ideal para el médico de familia, por la seguridad que ofrece”. Así, además de utilizar los tratamientos mencionados, “empagliflozina es el que me resulta más cómodo para iniciar como tratamiento. No lo titulo, no requiere visados ni complicaciones y se lo puedo explicar muy bien al paciente”, explicó la Dra. Conangla.
Para los cardiólogos esta indicación también supone un hito ya que “es un fármaco muy fácil de utilizar, es seguro y se administra en una única dosis”, destacó el Dr. Xavier García-Moll
Los i-SGLT2 en las guías de práctica clínica
Para los cardiólogos, esta indicación también supone un hito ya que “es un fármaco muy fácil de utilizar, es seguro y se administra en una única dosis”, destacó el Dr. Xavier García-Moll, jefe de Cardiología del Hospital de Sant Pau i la santa Creu de Barcelona. A la hora de iniciar el tratamiento, el cardiólogo explica que hay que tener en cuenta el momento y la situación clínica de cada paciente.
De manera que, en función de cómo esté el paciente, se puede comenzar la pauta de una manera u otra. Es decir, “si el paciente está hipotenso, no lo hipotensaré más. Si está bradicárdico, no le daré un betabloqueante. Hay que darle a cada paciente lo que mejor le funcione en cada momento”, aclaró el Dr. García-Moll.
Dr. López-Sendón: “La pieza del puzle que falta es saber cuándo empezar a tratar la insuficiencia cardiaca con la empagliflocina”
Una pregunta que los cardiólogos se hacen con frecuencia en torno a los inhibidores del SGLT2 es cómo se van a incorporar a las guías de práctica clínica. “Son fármacos con múltiples efectos, tienen una indicación inicial que es la central, pero no sabemos bien por qué se produce el beneficio”, advirtió el Dr. José Luis López-Sendón, director científico del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz (Idipaz).
En este sentido, todavía queda un largo recorrido a la hora de investigar sus beneficios como tratamiento de enfermedades cardiovasculares como la ICC. “La pieza del puzle que falta es saber cuándo empezar a tratar la patología con la empagliflocina: si es en todos los enfermos desde el principio, si se espera a ver si no mejora con IECA ni betabloqueantes, etc.”, comentó el director del Idipaz.