Redacción
El Hospital de Bellvitge (HUB) ha transformado los 64 boxes de su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con la incorporación de elementos sensoriales que incluyen luces, proyecciones, sonidos y vibraciones. El objetivo es lograr la rehabilitación funcional y cognitiva del paciente crítico gracias a la recreación de diferentes escenas: un bosque, el mar, una nave, un ambiente nocturno tranquilo, o incluso ver fotografías propias de viajes y de recuerdos.
Según la evidencia científica, entre el 30% y el 50% de los pacientes ingresados en la UCI desarrolla síndrome post-UCI. Se trata del conjunto de síntomas físicos, cognitivos y emocionales provocados por el ingreso y que conllevan un deterioro significativo de la calidad de vida después del alta. Para paliarlo, el Hospital de Bellvitge ha creado espacios de bienestar emocional y físico mediante experiencias sencillas y estructuradas con infinitas posibilidades de interacción en función de las necesidades individuales del paciente.
El sistema permite la adaptación al ritmo circadiano del paciente con distintos niveles lumínicos y música, para ayudar a no perder la noción del tiempo cuando lleva mucho tiempo ingresado en la UCI
Mediante un único dispositivo se controlan todos los elementos de la sala, desde los proyectores e iluminaciones hasta los sonidos y movimientos vibratorios en la cama. Además, el sistema permite la adaptación al ritmo circadiano del paciente con distintos niveles lumínicos y música, para ayudar a no perder la noción del tiempo cuando lleva mucho tiempo ingresado o como terapia para conseguir resultados en su estado de salud, entre otros usos.
“Este entorno con estimulación sensorial visual, auditiva y táctil permite iniciar de forma precoz el tratamiento de rehabilitación dirigido a recuperar, en la medida de lo posible, el estado del paciente antes del ingreso. Trabajamos, entre otros, la prevención del delirium y la modulación de los estímulos dolorosos tanto en paciente sedado como despierto”, según destacó el Dr. Francesc Esteve, jefe de sección del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Bellvitge.
Por otro lado, el hospital utilizará esta tecnología para implementar técnicas protocolizadas de estimulación cognitiva y poder trabajar diferentes funciones como la percepción, orientación, razonamiento, memoria y orientación espacial y temporal. “De esta forma, podemos estimular las áreas cerebrales de la percepción sensorial, el control motor, la cognición, las emociones y la comunicación”, explicó el Dr. Esteve.
Dr. Esteve: “Con este sistema podemos estimular las áreas cerebrales de la percepción sensorial, el control motor, la cognición, las emociones y la comunicación”
Estimulación multisensorial para procesos invasivos
Además, las técnicas de estimulación multisensorial se aplicarán a procedimientos invasivos y frecuentes que se realizan en el paciente y que son propios de las UCI, como la inserción de catéteres o drenajes, tratamientos y la realización de cuidados habituales. La integración de la tecnología con la figura del terapeuta ocupacional en el equipo de la UCI es un aspecto relevante que completa el proyecto de innovación tecnológica.
Desde el centro catalán prevén desarrollar en los próximos meses una investigación para evaluar el impacto de esta tecnología en la salud física y emocional de los pacientes. “Este proyecto es un cambio de paradigma en lo que se refiere a la atención sanitaria en las UCI. En Bellvitge hemos hecho una apuesta por una UCI más abierta, amable y confortable para pacientes, familiares y profesionales, donde además de cuidar las funciones vitales, cuidamos la parte emocional, social y la adaptación de la persona a la vida diaria”, explicó Rafael Justel, adjunto a la Dirección de Enfermería del HUB y miembro del equipo del proyecto.
