“Este documento aborda los aspectos clínicos, microbiológicos, terapéuticos y preventivos de la gripe, tanto para población pediátrica como para adultos. Con él pretendemos ayudar a facilitar el abordaje clínico, microbiológico y preventivo de la infección por virus de la gripe y, consecuentemente, a disminuir sus importantes consecuencias sobre la morbimortalidad de la población”, ha asegurado el portavoz de Seimc y coautor del nuevo consenso, Francisco López Medrano.
Entre los aspectos en los que profundiza el documento, existen seis claves que mejorarían la calidad asistencial de los pacientes en relación con la infección por virus de la gripe. En este sentido, el documento destaca el papel fundamental de la microbiología clínica en el abordaje de la gripe. Así, recuerda que el cuadro clínico que presentan los pacientes no puede distinguirse clínicamente del producido por otros virus respiratorios. Por ello, se considera “imprescindible” realizar un estudio de diagnóstico microbiológico en todos aquellos sujetos en los que esté indicado un tratamiento antiviral específico, dados sus factores de riesgo. Del mismo modo, en el consenso se alerta de que en la epidemia anual de la afección gripal se debe considerar la posibilidad de infección por este virus como desencadenante en todo paciente (adulto o pediátrico) que desarrolle una neumonía.
Según el Documento de Consenso, la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es el patrón de oro para el diagnóstico microbiológico de la gripe
Asimismo, señala que la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es el patrón de oro para el diagnóstico microbiológico de la gripe. Los microbiólogos expertos participantes en el nuevo consenso han establecido en este las situaciones en las que estaría indicado un estudio de resistencia a los inhibidores de la neuraminidasa. También han perfilado los criterios para realizar el estudio de vigilancia epidemiológica con el fin de detectar precozmente nuevas variantes y, de este modo, poder diseñar con más precisión las vacunas para la siguiente temporada.
En el documento también se especifica el grupo de pacientes en los que debe iniciarse tratamiento antiviral específico, preferentemente con inhibidores de la neuraminidasa por vía oral. Se trata de pacientes (adultos y pediátricos) que presentan un alto riesgo de evolución a formas graves (por ejemplo, mayores de 65 años, inmunodeprimidos o aquellos con patologías crónicas pulmonares, cardíacas, hepáticas o renales, entre otros). Resulta vital la importancia del tratamiento antiviral específico con inhibidores de la neuraminidasa en el abordaje de los pacientes que presentan neumonía en relación con la infección por gripe.
Al igual que ocurre con muchas otras infecciones, la mejor herramienta frente a la patología gripal es la prevención. Por ello, los expertos señalan la importancia del empleo de mascarilla por parte de los pacientes con gripe y del personal sanitario que los atiende, entre otras recomendaciones para evitar la diseminación del virus. Finalmente, los expertos destacan como principales candidatos a la vacunación a mayores de 65 años, los diversos tipos de pacientes inmunodeprimidos o personas con otras enfermedades crónicas pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, etc.
Se calcula que en 2017/2018 el programa de vacunación en mayores de 64 años evitó el 39% de las muertes entre los casos hospitalizados con gripe
“Nuestro deber como organización es generar un conocimiento que permita fortalecer la capacidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) para hacer frente a brotes de gripe, a través de la mejora de la vigilancia epidemiológica y la planificación adecuada de recursos, entre otros aspectos que detallamos en el documento”, ha señalado el coordinador del Grupo Consenso Gripe, Tomàs Pumarola.
El Dr. Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), ha destacado durante su intervención que durante la temporada 2017/2018 los datos fueron alarmantes. “La gripe causó más de 52.000 hospitalizaciones y 15.000 muertes atribuibles a esta enfermedad. Se calcula que, en esa misma temporada, el programa de vacunación en mayores de 64 años evitó el 39% de las muertes entre los casos hospitalizados con gripe”, ha recalcado.
Por su parte, la Dra. María Fernández Prada, secretaria de la AEV, ha incidido en que la vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad. “Por ello, es tan importante vacunar a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones, así como a las que pueden transmitir la enfermedad a otras personas vulnerables”.