Inés Oria
El gasto sanitario se situó en el 6,9% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2022 y se mantendrá en este mismo porcentaje hasta 2026, tal y como refleja la Actualización del Programa de Estabilidad 2023-2026 que el Gobierno envió a Bruselas a finales del pasado mes de abril y que ha sido publicado recientemente por el Ministerio de Hacienda.
Según se desprende del documento, se trata de una cifra cuatro décimas inferior a la registrada en 2021, cuando se destinó un 7,3% del PIB a esta categoría.
El Gobierno prevé que el gasto sanitario se mantenga estable en un 6,9% del PIB durante los próximos tres años
En general, el informe señala una tendencia hacia la reducción o, como mucho, la estabilización del gasto público durante los tres próximos años en todas las áreas. La protección social se mantiene como la principal función del gasto público y sólo defensa registra una subida más significativa.
En un cálculo realizado en base a 2022, el plan también señala que las transferencias sociales en especie “se elevan en un 5,2% hasta los 34.584 millones, de manera que el gasto en farmacia aumenta en un 4,6% y el gasto en conciertos de asistencia sanitaria se incrementa en un 5,9%”
Por otro lado, destaca que las transferencias de capital, descontadas las asociadas a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, “aumentan un 17,9% como consecuencia de los mayores recursos destinados a los programas de investigación y a las transferencias de sanidad para infraestructuras en atención primaria y comunitaria y salud mental comunitaria”.
Se espera que a largo plazo la evolución de la partida destinada a sanidad se vea determinada por el envejecimiento de la población
A largo plazo, sin embargo, el Gobierno prevé que la evolución de la partida destinada a sanidad se vea determinada por el envejecimiento de la población y, por eso, ha optado por incluir las proyecciones del gasto sanitario dentro de las partidas asociadas a esta circunstancia.
“El gasto público total asociado al envejecimiento de la población se situaría en el 26,1% del PIB en el año 2050”, recalca el documento. En este sentido, señala que “el gasto en sanidad y en cuidados de larga duración aumentarán, de manera conjunta, 1,8 puntos de PIB”.