Redacción
La combinación de ibrutinib (imbruvica) con venetoclax (I+V) ha sido aprobada en España para el tratamiento de pacientes adultos con leucemia linfocítica crónica (LLC) en primera línea, según ha anunciado Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson. Es la primera opción de tratamiento limitada en el tiempo, exclusivamente oral y de una única toma al día para los pacientes adultos con LLC, el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales.
Ibutrinib es un inhibidor de la proteína tirosina quinasa de Bruton (BTK). En España ya estaba disponible en diversas indicaciones para tratar tres cáncer hematológicos (leucemia linfocítica crónica, linfoma de células del manto y macroglobulinemia de Waldenström), a las que se añade esta nueva combinación con venetoclax. Además, desde 2021 se encuentra en el listado de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para el Dr. José Ángel Hernández Rivas, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Infantil Leonor (Madrid) y vocal del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (Gellc), “ibrutinib ha supuesto un antes y un después en el tratamiento de la LLC“. Además, ha añadido que como tratamiento en monoterapia en primera línea hay datos muy sólidos con un seguimiento a ocho años. “Cerca del 60% de los paciente siguen libres de progresión dentro del ensayo clínico Resonate-2“, ha comentado.
La combinación de ibrutinib con venetoclax muestra un beneficio en supervivencia global (SG) frente a la quimioinmunoterapia
El Dr. Hernández Rivas ha subrayado que la nueva combinación de ibrutinib y venetoclax es “la primera terapia aprobada totalmente oral y finita en el tiempo”. “Esto nos permite iniciar un enfoque de tratamientos orales, sencillos de administrar, muy eficaces y generalmente con buena tolerancia, sin combinación con quimioinmunoterapia”.
Por su parte, la Dra. Ana Rubio Salvador, especialista en farmacia hospitalaria del Complejo Hospitalario de Toledo, especializada en farmacia oncológica y hematológica por el Colegio Americano de Farmacia Clínica, ha destacado que al tratarse de pacientes con una patología crónica, “cuanto menos interfiera la administración de los tratamientos con su vida normal, más conseguimos minimizar en cierta medida el impacto de la enfermedad”. Por ello, ha subrayado que disponer de un esquema completamente oral y finito supone una gran ventaja para los pacientes y sus cuidadores. “De esta forma, no necesitan desplazarse al hospital para la administración del tratamiento y se evitan los riesgos relacionados con la infusión”.
Resultados de ensayos clínicos
La aprobación de la combinación de I+V está respaldada por datos del estudio pivotal fase 3 GLOW (NCT03462719) y la cohorte de duración fija del estudio fase 2 Captivate (NCT02910583), que, según ha señalado el Dr. Hernández Rivas, han mostrado su eficacia tanto en pacientes jóvenes y con buen estado de salud como en pacientes mayores que pueden presentar otras comorbilidades.
Los ensayos que han permitido esta autorización han mostrado que la combinación reduce el riesgo de progresión o muerte en un 79%
En el primero, presentado en el congreso de la Sociedad Americana de Hematología 2022 (ASH), se observó, con casi cuatro años de seguimiento, que la combinación de I+V redujo el riesgo de progresión o muerte en un 79% y se demostró un beneficio en supervivencia global (SG) frente a la quimioinmunoterapia en pacientes con LLC de edad avanzada o unfit sin tratamiento previo. Asimismo, se estimó que el 74,6% de los pacientes de edad avanzada y/o con comorbilidades no tratados previamente seguía con vida y sin progresión a los 3,5 años con el tratamiento con I+V, en comparación con un 24,8% de los pacientes de la cohorte de clorambucilo + obinutuzumab (Clb + O).
“Tres de cada cuatro pacientes siguen libres de progresión al cabo de 42 meses frente a uno de cada cuatro en la rama de quimioinmunoterapia y, lo que es más importante a mi juicio, la supervivencia global es significativamente mejor, con la mitad de mortalidad a los 3,5 años de seguimiento”, ha destacado el vocal del Gellc.
Por su parte, la cohorte de duración fija del estudio fase 2 Captivate, que evaluó el uso de I+V en pacientes de 70 años o menores sin comorbilidades con LLC no tratada previamente, mostró respuestas profundas y duraderas, incluso en pacientes con LLC de alto riesgo citogenético. “Con un seguimiento ya de 3 años (supervivencias libres de progresión del 88% y global del 98%), este ensayo será actualizado con un año más de seguimiento en el próximo congreso de junio de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO 2023)”, ha apuntado el Dr. Hernández Rivas.
La administración de I+V consiste en un total de 15 ciclos a lo largo de 13,8 meses, que comienzan con tres ciclos de ibrutinib seguidos de otros 12 ciclos de I+V
Datos actualizados de ambos estudios mostraron que el perfil de seguridad del régimen I+V fue consistente con los perfiles de seguridad conocidos de ibrutinib y venetoclax: en GLOW, los eventos adversos más frecuentes del grupo de I+V fueron diarrea (50,9%) y neutropenia (41,5%), mientras que, en la cohorte de duración fija de Captivate, fueron diarrea (62%), náuseas (43%), neutropenia (42%) y artralgia (33%).
En este sentido, la Dra. Rubio ha destacado que la administración por vía oral anula las posibles reacciones infusionales. “Además, al tratarse de un tratamiento finito, no compromete la adherencia a largo plazo”. La administración de I+V consiste en un total de 15 ciclos a lo largo de 13,8 meses, que comienzan con tres ciclos de ibrutinib seguidos de otros 12 ciclos de I+V. “Los más de ocho años de experiencia clínica con ibrunitib nos permiten adaptar el tratamiento a las circunstancias y realidades de cada paciente y, derivado de esta amplia experiencia, podemos conocer el perfil de pacientes que se podrían beneficiar en mayor medida del tratamiento”, ha resaltado la especialista.
El Dr. Hernández Rivas ha afirmado que “esta duración finita puede mejorar la adherencia de los pacientes al tratamiento, reducir las toxicidades tras su suspensión con mejora de la calidad de vida de los pacientes, evitar resistencias (pudiendo volver a utilizarse en un futuro si se producen progresiones de la enfermedad) y podría suponer a largo plazo una disminución del gasto farmacéutico”.
La duración finita de la nueva combinación de ibrutinib y venetoclax para leucemia linfocítica crónica aporta ventajas en adherencia, reducción de toxicidades, evitar resistencias y disminución del gasto
“Nueve años después de su primera aprobación por la Comisión Europea, que se siga ampliando el uso de ibrutinib, ahora en combinación con venetoclax, es una muestra de nuestro compromiso como compañía líder en hematología. Por un lado, con los pacientes con cánceres de la sangre y los profesionales que los atienden, a cuya disposición queremos poner un arsenal terapéutico completo, innovador y flexible para la mayor individualización posible de los tratamientos. Por otro, con el sistema sanitario, gracias a esta combinación de duración finita que nos permite seguir contribuyendo a su sostenibilidad”, ha concluido la Dra. Henar Hevia, directora médica de Janssen España.