Victoria Guillén
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente e importante que existe. Además, presenta una enorme repercusión social, económica, sanitaria y psicológica. Su prevalencia en el mundo es entorno al 1 o 3%, sobre todo en personas por encima de los 50 años, llegando al 10% en personas mayores de 80 años. Esta complicación cardíaca es una causa importante de morbimortalidad, ya que un 13% de los ictus son producidos por embolia generada por FA y, también, genera insuficiencia cardiaca (IC). Asimismo, el riesgo de Ictus es casi 5 veces mayor y el riesgo de insuficiencia cardiaca es 4 veces mayor. En este sentido, el Dr. Tomás Datino Romaniega, médico especialista en Cardiología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ha explicado en Doryos, una plataforma de conocimiento médico hecha por y para médicos, que “es importante prevenir la FA para evitar que la mortalidad a largo plazo aumente en los pacientes”.
El riesgo de padecer ictus es casi cinco veces mayor en pacientes con fibrilación auricular
Según ha indicado el especialista, inicialmente se disponía de fármacos antiarrítmicos de control de ritmo para el tratamiento de la FA. Sin embargo, los resultados del estudio Affirm demostraron que no existían diferencias en la mortalidad de los pacientes y, por tanto, el uso de estos fármacos no generaba ningún beneficio en el control de la fibrilación auricular. “Otros estudios similares mostraron resultados parecidos. Es decir, no había beneficios en cuanto a la muerte o muerte cardiovascular e ictus. Los pacientes que tenían mejor supervivencia eran aquellos que estaban en ritmo sinusal o anticoagulados”, ha detallado el Dr. Datino.
Asimismo, ha añadido que “el estudio concluyo que tener un ritmo sinusal es bueno y deseable, además, mejora el pronóstico de los pacientes, pero la estrategia utilizada hasta el momento para el tratamiento de la FA no eta la correcta. Affirm fue muy impactante porque demostró que el tratamiento del que disponíamos para el control de la FA no era eficaz”.
La ablación de la FA revolucionó la cardiología, ya que ofrecía un tratamiento curativo y reducía las recurrencias de fibrilación auricular en los pacientes
Actualmente, el tratamiento de la FA se lleva a cabo a través de la ablación de las venas pulmonares. Un hecho que revolucionó la cardiología y la electrofisiología, ya que ofrecía un tratamiento curativo y reducía las recurrencias de FA en los pacientes. “En ese momento, empezó a desarrollarse toda la tecnología entorno a la ablación de las venas pulmonares. Con la llegada de los navegadores pudimos simplificar la técnica, ya que estos sistemas nos permiten hacer reconstrucciones tridimensionales de las estructuras cardiacas a través de la señal eléctrica que registran nuestros catéteres”, ha concluido el especialista.
Doryos
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