Gema Maldonado
En un bolsillo de su pijama con estampado infantil, el fonendo, en el otro, boli, libreta y muchas ganas, son las herramientas básicas para que no se le escape nada. Se llama Ana Moracho y es una de los 8.419 nuevos médicos internos residentes que se incorporaron al inicio de esta semana, los días 22 y 23 de mayo, a sus plazas como R1 para comenzar la etapa más importante de un médico, su periodo de formación especializada.
Cuando termine, Ana será pediatra, una de las especialidades más deficitarias del SNS, especialmente en atención primaria, un nivel asistencial que en los últimos años está resultando poco atractivo para los MIR y que, por el momento, tampoco está entre las preferencias de esta R1 madrileña que acaba de empezar “a disfrutar de este sueño” que es para ella el periodo MIR.
Pocos días después de incorporarse al Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), cuenta a iSanidad sus primeras impresiones, sus expectativas y su visión sobre la labor del médico, que considera “poco valorada”.
“En los hospitales grandes hay hasta 20 residentes de pediatría y para mí era importante el hecho de ser como una pequeña familia hospitalaria”
¿Cómo son los primeros días de aterrizaje en el hospital como R1 de pediatría?
Tenía muchas ganas de empezar a disfrutar de este sueño. Desde el día que recibí la plaza he sentido un gran apoyo por parte de todo el equipo de pediatría y desde el hospital también nos han facilitado mucho el papeleo y las revisiones previas a nuestra incorporación. Este año somos cuatro residentes que tuvimos la suerte de conocernos en las semanas previas a empezar en el hospital y, a pesar de que llevamos solo unos días, ya hemos hecho planes juntas. Creo que van a ser mi gran apoyo.
La elección de especialidad y de hospital es una de las decisiones más importantes en vuestra carrera. ¿Siempre fue tu primera opción la pediatría?
Sí, desde siempre tuve claro que la planta de pediatría me transmitía algo. Con solo 18 años tuve la oportunidad de rotar por paritorios y sentí que recibir vida es lo más bonito que hay. En cuanto al hospital, tenía claro que sería uno mediano por varios motivos; uno de ellos es mi nota, tuve la oportunidad de elegir pero ciertas limitaciones. Sin embargo, me siento muy afortunada por haber podido elegir pediatría en Madrid, en mi comunidad.
“Con solo 18 años tuve la oportunidad de rotar por paritorios y sentí que recibir vida es lo más bonito que hay”
Otro de los motivos por los que elegí un hospital mediano es por el número de residentes. En los hospitales grandes hay hasta 20 residentes de pediatría y para mí era importante el hecho de ser como una pequeña familia hospitalaria. Por otra parte, elegí Leganés por distancia y porque creo que es una ciudad muy grande que se encuentra en pleno crecimiento. Como pediatra me interesaba una ciudad que fomentase la llegada de nuevas familias y la natalidad.
¿Hay algo que te haya sorprendido especialmente porque no esperabas que fuese así?
La gente. Es cierto que somos muchos y que, por supuesto, es muy difícil coordinarse con todos, pero el ambiente que hay, tanto con los R1 como con los residentes mayores, es muy bueno y da gusto sentirse cómoda y en confianza. No pasa nada por ser la nueva, ellos lo hacen todo más fácil para que nos integremos y nos sintamos protegidas.
“Los derechos de los médicos no son respetados, sin embargo, son catalogados como los culpables de, por ejemplo, las largas listas de espera”
La pediatría es una de las especialidades con déficit de profesionales en atención primaria. ¿Crees que se valora poco a estos pediatras?
En general, la labor de los médicos está poco valorada por una parte de la población. Quizás este sentimiento se acentúa más respecto a los médicos y pediatras del centro de salud. Y creo que es un problema del sistema sanitario. Si los derechos de los pacientes se respetasen, éstos no lo pagarían con los médicos. Lo cierto es que los derechos de los médicos tampoco son respetados, sin embargo, son catalogados como los culpables de, por ejemplo, las largas listas de espera.
¿Barajas la posibilidad de trabajar en un centro de salud?
A priori no me lo planteo. Por mi forma de ser me gusta más la actividad en el hospital; ahora que soy joven y tengo ganas, me apetece vivir el ritmo del hospital y sus guardias. Sin embargo, sí que pienso que el centro de salud me puede servir de escapatoria para un futuro. Quizás después de años trabajados, cuando tenga mi familia formada, quiera un ritmo de vida más “tranquilo” y eso me lo puede proporcionar el centro de salud, poder dejar de hacer guardias cuando el cuerpo me lo pida y dedicarme a la revisión del niño sano.
“A priori no me planteo trabajar en un centro de salud. Ahora que soy joven y tengo ganas, me apetece vivir el ritmo del hospital y sus guardias”
¿Qué áreas de pediatría te generan mayor interés?
Neonatología es una de las áreas que más me interesa. No hay nada más bonito que recibir vida y poder formar parte de ese primer contacto con el mundo me suscita gran interés. Es un momento emocionante en la vida de muchas familias y ser partícipe de ello es un verdadero regalo.
También me gusta la investigación, que es una pieza clave del profesional médico. Estar actualizado, motivar y fomentar la investigación es fundamental para seguir avanzando en la medicina. De no ser por la investigación no tendríamos todos los avances que existen actualmente.
“Los médicos de familia no se sienten apreciados ni queridos por parte de la población y eso nos echa para atrás a la hora de elegir esa especialidad”
¿Por qué crees que en los últimos años están quedando plazas sin cubrir en la primera adjudicación MIR?
Es una combinación de varios factores. Sin duda alguna, la mala fama que se está generando ante una de las piezas claves del eslabón sanitario, como es el médico de familia, es un factor determinante. Los médicos de familia no se sienten apreciados ni queridos por parte de la población y eso nos echa para atrás a la hora de elegir esa especialidad.
También influyen las condiciones laborales. Las plazas que suelen quedar son plazas rurales, donde las condiciones de trabajo y de vida no son suficientes llamativas para la gente joven. Espero que en el futuro se puedan encontrar soluciones porque son plazas que quedan sin cubrir, médicos sin trabajo y pacientes sin ser atendidos.
“Las plazas que suelen quedar son plazas rurales, donde las condiciones de trabajo y de vida no son suficientes llamativas para la gente joven”
¿Qué expectativas tienes sobre esta etapa de tu vida profesional?
Siento que por fin ha llegado mi momento. Después de tantos años de esfuerzo y sacrificio empiezo a obtener mis frutos. Necesitaba comenzar esta etapa en mi vida, una etapa en la que poder compaginar vida laboral y vida social, en la que poder tener algo de independencia económica y comenzar mis pequeños proyectos de vida. Tengo ganas de vivir esta experiencia, ganas de poder ponerme aprueba y poder demostrar al mundo todo lo que tengo por dar. Disfrutar y aprender, crecer y convertirme en la figura del médico que idealizo.