Victoria Guillén
Las vacunas son un elemento fundamental en las estrategias de Salud Pública, ya que disminuyen la mortalidad, mejoran la salud de las personas y aumentan la esperanza de vida. De hecho, se estima que las vacunas previenen entre dos y tres millones de muertes cada año en todo el mundo. Además, la inmunización en la edad pediátrica es un concepto asentado y asimilado por todos. Sin embargo, todavía existe una falta de concienciación sobre el papel crucial que tienen las vacunas durante todas las etapas de la vida. En este sentido, la Dra. Leticia Romero, médico de familia en el Hospital Universitario de Poniente (Almería), ha señalado en una entrevista con iSanidad que, pese a que España dispone de porcentajes altos respecto a las coberturas vacunales en adultos, “todavía hay mucho margen de mejora”.
“La formación del médico de familia es clave para mejorar las coberturas vacunales en adultos, ya que un profesional no va a recetar una vacuna que no conoce”. Además, la doctora ha explicado en su taller “Tenemos claro el calendario vacunal de los adultos ¿Cuáles son los pacientes de riesgo?” celebrado dentro del XXIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) las principales ventajas de la inclusión dentro del calendario vacunal de la vacuna contra el herpes zóster en mayores de 65 años.
¿Cuáles son las principales novedades en cuanto a vacunación del adulto revisadas durante el taller impartido durante el XXIX Congreso Nacional?
Es importante destacar la llegada de la vacuna conjugada 20-valente frente a neumococo. Esta nueva herramienta nos ofrece efectividad e inmunidad frente a siete serotipos más que no teníamos antes. Gracias a su inclusión dentro del calendario vacunal del adulto, contamos con una alternativa terapéutica clave en la protección de los pacientes de riesgo.
Se estima que las vacunas previenen entre dos y tres millones de muertes cada año en todo el mundo
También es importante destacar el aumento de la cobertura en grupos de riesgo. Es decir, de la financiación de la vacuna frente a herpes zóster, donde se han incluido otros grupos más de riesgo, siguiendo las recomendaciones de Ministerio de Sanidad. En concreto, pacientes con VIH, trasplantes de órganos sólidos, pacientes con fármacos anti-JAK, entre otros. En este caso, quedaría pendiente empezar en Andalucía la vacunación sistemática, pero es verdad que todos los grupos de riesgo que recomienda el Ministerio están financiados y cubiertos con la nueva vacuna de herpes zóster.
¿Por qué es tan importante la vacunación frente a herpes zóster?
Es verdad que se trata de una vacuna que no salva muchas vidas porque el herpes zóster es una enfermedad que no tiene mucha mortalidad, pero genera un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y, sobre todo, genera muchas consultas debido a las complicaciones y a las secuelas que genera como la neuralgia posherpética. Todo ello genera, en muchas ocasiones, pacientes con comorbilidades, que tienen que utilizar muchos fármacos, interacciones, consultas tanto a urgencias como a atención primaria y descompensaciones de su enfermedad de base. Se trata de una enfermedad que afecta muchísimo a la calidad de vida del paciente. Por ello, poder contar con una vacuna que puede evitar todo este tipo de complicaciones supone un gran avance y es una gran herramienta.
La llegada de la vacuna conjugada 20-valente frente a neumococo nos ofrece inmunidad frente a siete serotipos más que no teníamos antes
Y en el caso de personas que ya han sufrido herpes zóster con anterioridad, ¿sería recomendable la vacunación para evitar que la enfermedad reaparezca?
En pacientes mayores de 50 años está indicado por ficha técnica y un paciente que ya ha tenido herpes zóster con más razón. En principio, se podría vacunar contra la enfermedad después de que el paciente se haya recuperado de sus lesiones cutáneas, pero normalmente se suele dejar un margen de 6 a 12 meses con el objetivo de garantizar una protección mayor a medio plazo. Sin embargo, esta vacuna se podría administrar justo después de padecer la enfermedad en pacientes inmunocomprometidos, ya que presentan un mayor riesgo de recurrencia por lo que nos interesa administrar la vacuna cuanto antes.
¿Qué papel juega el médico de familia en la vacunación?
Después de la pandemia de Covid-19 y de la infoxicación que ha habido respecto a las vacunas generada a toda la población, el médico de familia sigue siendo la referencia de los pacientes y es quien tiene que dar una información veraz y hacer una divulgación, con evidencia científica, de lo buenas que son las vacunas y de a quién realmente le corresponde ponerse cada vacuna. En muchas ocasiones, los médicos de familia hemos pecado en los últimos años de dejar la vacunación en manos exclusivamente de enfermería, porque ellos son quienes las administran, pero el médico de cabecera debe ser el principal representante e “influencer” de la vacunación.
El médico de familia debe ser el principal representante e “influencer” de los beneficios de las vacunas
En su opinión y dado que las coberturas vacunales en la población adulta son mucho más bajas que en la población infantil, ¿considera que los médicos de familia han integrado convenientemente la vacunación en su práctica clínica o cree que hay un margen de mejora para conseguir una mayor implicación? ¿Cómo podría mejorarse?
En este aspecto ha habido un cambio enorme. Gracias al Covid-19, hemos dejado de ver la vacunación y los calendarios vacunales como algo exclusivamente destinado a población pediátrica. Eso es algo que tenemos superado porque España es un país provacunas y las coberturas de los calendarios vacunales pediátricos son altísimas. Por ello, gracias al Covid-19 hemos empezado a entender que el calendario vacunal es algo a lo largo de toda la vida y ya no nos sorprende adultos jóvenes o adultos con patologías de riesgo que se tienen que vacunar. Yo pienso que eso se está empezando ahora a integrar cada vez más.
Todavía hay mucho margen de mejora, pero la formación es clave para mejorar esas coberturas vacunales. Un médico no va a recetar una vacuna que no conoce. En este sentido, Andalucía está trabajando mucho. De hecho, se ha creado el Grupo Andavac y, además, una plataforma digital exclusivamente de vacunas que informa a la población y sirve de ayuda a los profesionales. Se trata de un curso de formación en vacunas específico para médicos de atención primaria que oferta la comunidad, un proyecto pionero en España. En Andalucía se está haciendo un gran enfuerzo en mejorar la formación de los profesionales y eso tarde o temprano se ve reflejado en las coberturas vacunales.