I. Oria
La migraña es la tercera enfermedad más prevalente del mundo y el trastorno neurológico más frecuente en menores de 50 años. Sólo en España se calcula que afecta a unos cinco millones de personas, un millón de forma crónica y los otros cuatro a través de episodios esporádicos. Sin embargo, el 95% de los pacientes tarda una media de seis años en recibir un diagnóstico y el 40% se encuentra todavía sin diagnosticar, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la jornada ‘Derribando los muros de la migraña’, organizada por Lundbeck, con el objetivo de remarcar las trabas que enfrentan los pacientes.
“Es una enfermedad altamente discapacitante que habitualmente se equipara a un simple dolor de cabeza”, ha declarado Isabel Colomina, presidenta de la la Asociación Española de Migraña y Cefalea (Aemice).
Lundbeck ha querido poner de relieve las dificultades a las que se enfrentan los pacientes que sufren migraña
Las personas que sufren migrañas presentan síntomas altamente incapacitantes que pueden llegar a limitar su funcionalidad y afectar gravemente a su calidad de vida, impactando en el ámbito laboral, personal y en todos los demás aspectos de su vida. Además, una mayor frecuencia de cefaleas aumenta el riesgo de determinadas comorbilidades como depresión, insomnio, ansiedad, trastornos gastrointestinales o enfermedades cardiovasculares. Pero, tal y como remarca Colomina, todavía se enfrentan a “un problema grave para que los organismos responsables reconozcan dicha discapacidad”.
“Los pacientes tardan más de seis años en ser diagnosticados y, además, el 50% considera que la información recibida en el momento del diagnóstico es insuficiente, por lo que las visitas a las consultas médicas no les resultan útiles”, señala el Dr. Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y consultor del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra.
Es necesario mejora la atención de los pacientes en relación al diagnóstico y la ruta asistencial
En este sentido, el experto ha señalado que la calidad asistencial en el paciente con migraña es “mejorable” en aspectos como la formación médica en el diagnóstico y el tratamiento, así como la comunicación entre atención primaria y especializada. “Los casos más complejos deberían ser atendidos por una unidad especializada en cefaleas, que todavía son insuficientes”, ha puntualizado.
Innovación terapéutica para mejorar la calidad de vida
En los últimos años se han identificado algunos factores clave en el desarrollo de la migraña como el neuropéptido CGRP, que desempeña un papel crucial en la patogénesis de la enfermedad, ya que los niveles séricos de CGRP se elevan cuando se produce una crisis. “Las nuevas vías terapéuticas van dirigidas hacia el bloqueo del péptido relacionado con el CGRP con anticuerpos monoclonales. Son tratamientos específicos, muy bien tolerados y más eficaces que los tratamientos tradicionales de la migraña”, ha explicado el Dr. José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología y jefe de Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
A diferencia de otros tratamientos preventivos existentes para la migraña administrados por vía subcutánea, la ruta de administración intravenosa de eptinezumab es clave para su eficacia, ya que permite el acceso inmediato del fármaco al torrente sanguíneo del paciente, proporcionando así un alivio eficaz, inmediato y duradero a los pacientes con migraña, iniciando sus efectos el mismo día de la perfusión y manteniéndose durante 12 semanas.
Los expertos hacen hincapié en la importancia de la innovación terapéutica y la rapidez en la acción del tratamiento para la mejora del paciente
“Eptinezumab permite que el paciente perciba desde el primer día unos beneficios inmediatos que se sienten desde la administración de la primera dosis del tratamiento”. Asimismo, el Dr. Laínez ha señalado que esta acción rápida es esencial para “un efecto preventivo en el caso de que se necesite, ya que los tratamientos preventivos son cruciales en un 50% de los casos para reducir la frecuencia de las crisis, mejorar la calidad de vida del paciente y fundamental para el tratamiento de la migraña crónica”.
Además, ha recordado que “presenta una gran aceptación y tolerabilidad por parte de los pacientes” y ha remarcado la facilidad de administración con una dosis trimestral.
El acceso a las unidades especializadas de cefaleas es desigual en función del lugar de residencia de paciente
En esta misma línea, Isabel Colomina ha destacado que la innovación terapéutica supone una “esperanza para tener una vida mejor”, ya que la investigación es crucial para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de esta patología y ha pedido a las autoridades sanitarias que faciliten el acceso a la innovación. “No puede ser que el código postal de una persona con migraña condicione la calidad de su atención sanitaria. Esto es lo que está sucediendo en lo que se refiere a poder acudir a una unidad de cefaleas, así como al acceso a los fármacos más innovadores”, ha afirmado.
Por su parte, la Dra. Susana Gómez-Lus Centelles, medical & market access director de Lundbeck, ha resaltado el trabajo que realizan Lundbeck “para facilitar un tratamiento que proporcione una prevención de la migraña de manera rápida, potente y sostenida con buena tolerabilidad que reduzca el riesgo de discapacidad relacionada con la migraña y la progresión de la enfermedad”.