Raquel Martínez (Cgcof): “Es fundamental potenciar la colaboración entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios para incrementar el éxito de los trasplantes”

Secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

farmacéuticos

Redacción
El farmacéutico comunitario y el hospitalario tienen un papel clave en el abordaje de los pacientes trasplantados de órgano sólido, ya que son los profesionales sanitarios que mejor conocen sus tratamientos y van a estar cerca de ellos una vez que se realice el trasplante. Entre sus funciones, es importante que insistan en la adherencia a los tratamientos inmunosupresores. En ocasiones, estos pacientes no saben que el abandono de la medicación eleva el riesgo de fracaso en el trasplante. Así lo cuenta en iSanidad Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), quien también destaca la estrecha colaboración entre los farmacéuticos hospitalarios y comunitarios para mejorar el abordaje de estos pacientes.

Recientemente han puesto en marcha el Proyecto JunTOS para potenciar la colaboración de los farmacéuticos hospitalarios y comunitarios en el paciente trasplantado, ¿qué objetivos persiguen?
El objetivo principal que tiene este proyecto dirigido al paciente trasplantado de órgano sólido es mejorar la atención farmacéutica desde un punto de vista colaborativo con la labor conjunta del farmacéutico hospitalario y el comunitario. El proyecto surge como una línea de actuación conjunta entre el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Como es sabido, en España somos líderes mundiales en trasplantes. Las cifras reflejan que se realizan aproximadamente 5.300 al año, con una tasa de 113 trasplantes por millón de habitantes y un porcentaje de supervivencia en torno a un 19%. Unos excelentes datos, pero tenemos que buscar la excelencia.

Se estima entre un 20% y un 54% el porcentaje de falta de adherencia a los tratamientos en los pacientes trasplantados

Una vez trasplantados, vemos que estos pacientes presentan una falta de adherencia a los tratamientos de entre un 20% y un 54%. Estas cifras reflejan que el farmacéutico tiene mucho que aportar. Podemos actuar tanto desde el ámbito hospitalario como desde la farmacia comunitaria para elevar el grado de cumplimiento y evitar, una vez que se produce el trasplante, que se incremente el riesgo de sufrir un rechazo o una pérdida de ese órgano.

Para ello, resulta fundamental la coordinación de todos los profesionales farmacéuticos -especialmente entre los ámbitos hospitalario y comunitario- que van a participar en el tratamiento del paciente trasplantado, para promover el óptimo empleo de los medicamentos en la etapa postrasplante (los inmunosupresores y otros que puedan requerir) y mejorar su estado de salud. Desde la educación sanitaria cuando el paciente está ingresado -farmacia hospitalaria- y manteniéndola al alta hospitalaria de forma crónica -farmacia comunitaria-.

Con este proyecto buscamos la colaboración interprofesional, en este caso entre farmacéuticos. Pero también es muy importante que todos los profesionales sanitarios, como médicos, enfermeros y farmacéuticos, establezcamos y potenciemos canales de comunicación ágiles que faciliten la coordinación a la hora de trabajar por la salud de los ciudadanos.

¿Cómo se puede mejorar la adherencia del paciente trasplantado?
Los farmacéuticos, como expertos en el medicamento que somos, tenemos una capacidad de actuación muy amplia en la relación con el paciente, para conseguir un buen uso de los medicamentos y, por tanto, unos buenos resultados de salud. Por eso es importante que trabajemos colaborativamente desde la farmacia comunitaria y hospitalaria con ese conocimiento clínico que tienen de todas las patologías.

En los pacientes trasplantados es especialmente importante informar de forma exhaustiva sobre los medicamentos que va a utilizar y sobre los hábitos de vida saludables que debe seguir, iniciando esa educación sanitaria cuando el paciente está ingresado y manteniéndola al alta hospitalaria de forma crónica. Además, prestar Servicios como la Adherencia Terapéutica que permite optimizar los tratamientos y obtener mejores resultados clínicos, redundando en la aceptación por parte del paciente y en la mejora de su calidad de vida.

El proyecto JunTOS permite acompañar al paciente en un momento tan importante como es el trasplante, para evitar la pérdida de un órgano

Entre las recomendaciones sobre el estilo de vida, estos pacientes tienen que llevar una vida tranquila, pero tampoco sedentaria para evitar la obesidad.  En cuanto al ejercicio, se tiene que pautar de manera personalizada al cuadro clínico del paciente. Además, hay que evitar el consumo de bebidas alcohólicas y excitantes, así como no abusar de la sal.

Otro aspecto importante es el control de la temperatura, del peso, así como de las pruebas analíticas. El farmacéutico es el profesional que puede ayudarles a realizar todo este seguimiento. Al tratarse de pacientes inmunosuprimidos, también les aconsejamos sobre el uso de mascarilla para evitar contagios, sobre todo en determinadas épocas del año o lugares muy concurridos. Porque la higiene es otro aspecto a tener en cuenta, tanto de ellos mismos como de su entorno.

Otro aspecto fundamental es el de la vacunación, ya que estos pacientes son grupo de riesgo al estar inmunosuprimidos. Las infecciones son las complicaciones más comunes en este tipo de pacientes y, por ello, es esencial el consejo profesional del farmacéutico acerca de la necesidad de vacunación. No obstante, también hay que tener en cuenta que algunas vacunas pueden estar desaconsejadas en paciente inmunosuprimidos. Por ello, en toda esta labor de educación sanitaria, el farmacéutico ejerce una labor esencial.

¿Qué medidas debe tomar la Administración central y las comunidades autónomas para que exista una colaboración real entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria?
Esto es algo que llevamos pidiendo mucho tiempo y, desde la Organización Farmacéutica Colegial siempre hemos demandado esa práctica colaborativa, ya no solo entre los farmacéuticos sino entre todos los profesionales sanitarios. Actualmente, una de nuestras reivindicaciones principales es que se pueda acceder y compartir el historial farmacoterapéutico. Debemos compartir esa información para trabajar desde la excelencia. Si no tenemos disponible ese conocimiento sobre los tratamientos que un paciente recibe, difícilmente podremos actuar de forma óptima para mejorar la salud de los pacientes.

Una de nuestras reivindicaciones principales es que se pueda acceder y compartir el historial farmacoterapéutico para trabajar desde la excelencia y mejorar la salud de los pacientes

Durante la pandemia hemos tenido un ejemplo de caso de éxito de esta práctica colaborativa. En aquellos momentos cuando nuestra mayor prioridad era dar accesibilidad al medicamento, a pesar de las restricciones de movilidad, nos pusimos manos a la obra y entre los farmacéuticos hospitalarios y comunitarios y con la colaboración de la distribución farmacéutica, creamos la dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios. Con ello, acercamos el medicamento al lugar en el que se encuentra el ciudadano.

Una vez implantado este sistema, cuando le preguntamos al ciudadano qué le parece, nos dice que está muy satisfecho de poder recibir el medicamento mediante esta colaboración que aprovecha además la cercanía y accesibilidad que ofrece la farmacia comunitaria. Siempre decimos que detrás de un medicamento debe haber un farmacéutico y lo que hacemos con el proyecto de dispensación colaborativa es precisamente eso: que un farmacéutico acompañe al medicamento en todo su camino hasta que se le puede dispensar al paciente.

Siempre decimos que detrás de un medicamento debe haber un farmacéutico y lo que hacemos con el proyecto de dispensación colaborativa es precisamente eso: acompañar al medicamento hasta dispensarlo al ciudadano

Este proyecto colaborativo de éxito ya está implantado en cinco comunidades autónomas, que son Andalucía, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra y da servicio a más de 35.000 pacientes. Por otro lado, en la Comunidad de Madrid también tenemos un proyecto piloto con el que estamos muy ilusionados. Se está trabajando con unos 60 pacientes de VIH en la dispensación colaborativa.

Durante la presentación del proyecto JunTOS también anunciaron que habían comenzado a trabajar en un protocolo de estudio para poner en marcha un proyecto piloto de colaboración entre el farmacéutico hospitalario y el farmacéutico comunitario en la atención al paciente trasplantado, ¿en qué fase se encuentra?
Así es, en el marco del proyecto JunTOS presentamos una guía farmacoterapéutica y de atención farmacéutica para ayudar, tanto al farmacéutico comunitario como al hospitalario, a realizar mejor su trabajo y a mejorar esa atención al paciente trasplantado. También hemos elaborado una infografía destinada a pacientes para que conozcan mejor su situación y cómo deben actuar, qué hábitos de vida tienen que adquirir, la importancia de la adherencia a los tratamientos, etcétera. Posteriormente, la tercera acción, fue un webinar el pasado 31 de mayo en el que los profesionales pudieron profundizar en todo lo relacionado con los trasplantes y la importancia de la adherencia a los tratamientos.

El Consejo General tiene un Plan Nacional de Formación Continuada que se encarga de dotar de información actualizada, objetiva e independiente a todos los farmacéuticos, sea cual sea su modalidad de ejercicio

Ahora queremos centrarnos en ese control de la adherencia a tratamientos inmunosupresores de los pacientes trasplantados. Para ello estamos construyendo una herramienta tecnológica y vamos a contar con Nodofarma Asistencial, herramienta ya disponible para la práctica de los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, que se va a dotar de todos los aspectos técnicos concretos que requiere el proyecto. Así, cuando se ponga en marcha el piloto, contaremos con una herramienta de registro y de comunicación que facilite el trabajo colaborativo entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios. Los principales beneficiados serán los pacientes y trabajaremos con ellos en la práctica real. La idea es poder lanzar el proyecto a finales de este año o principios del que viene.

A lo largo de todo el proyecto ha sido fundamental la labor coordinada de los equipos de la SEFH y el Consejo General y personalmente me gustaría destacar el papel que está jugando todo el grupo de trabajo y en nombre de ellos Ana María Herranz, vocal nacional de Farmacia Hospitalaria del CGCOF, el vicepresidente del CGCOF Jordi de Dalmases, Héctor Castro y Asunción Aranguren, todos ellos impulsores desde el inicio de este proyecto desde el Comité Ejecutivo de Farmacia Hospitalaria del CGCOF. El empeño de cada uno de ellos es el que está permitiendo que este proyecto sea un éxito.

¿Qué necesidades de formación tienen los farmacéuticos comunitarios?
El farmacéutico es el especialista universitario del medicamento, por lo tanto, su conocimiento en farmacología es muy elevado. Pero es verdad también que estamos en una constante evolución de investigación farmacéutica, como hemos vivido muy de cerca durante esta pandemia, y tenemos un arsenal terapéutico muy potente a nuestra disposición en el sistema sanitario. Por tanto, como profesionales, es lógico que nos formemos para estar al día. Tenemos que reciclarnos en conocimiento y, en este sentido, el CGCOF siempre está del lado del profesional.

De hecho, el Consejo General tiene un Plan Nacional de Formación Continuada que se encarga de dotar de información actualizada, objetiva e independiente a todos los farmacéuticos, sea cual sea su modalidad de ejercicio. Además, en los diferentes proyectos que se van generando para el impulso profesional en diferentes ámbitos, como es este caso, diseñamos formaciones a medida de cada iniciativa.

Desde el grupo de trabajo del Proyecto JunTOS, lo primero que se ha hecho es construir la mencionada guía con siete epígrafes en los que se aúna todo el conocimiento que debe tener el farmacéutico para trabajar de manera precisa con el paciente trasplantado de órgano sólido. Así, este documento recoge toda la información referente a la terapéutica inmunosupresora, así como los hábitos de vida que se tienen que implementar en este paciente. También incluye aspectos como la farmacogenética, la farmacocinética y las estrategias terapéuticas.

Como farmacéuticos, debemos explicarle muy bien al paciente qué problemas le van a acompañar tras el trasplante y la importancia de la adherencia a los tratamientos

Por otra parte, en esta guía también se incluyen anexos con todo lo relativo al listado de medicamentos inmunosupresores y cuestionarios que nos van a permitir controlar esa adherencia terapéutica de los pacientes trasplantados. En definitiva, los farmacéuticos nos caracterizamos por estar formándonos continuamente para poder ofrecer ese conocimiento actualizado al ciudadano con el objetivo de contribuir a la mejora de la salud.

¿Cuáles son las principales necesidades no cubiertas de estos pacientes?
Aparte de mejorar la adherencia para evitar el riesgo de la pérdida del órgano trasplantado, es importante conocer el medicamento y toda la terapéutica. Como farmacéuticos, debemos explicarle muy bien al paciente qué problemas le van a acompañar tras el trasplante y la importancia de mantener esa adherencia al tratamiento.

Otro aspecto importante que debemos destacar es el peligro de una inadecuada automedicación ya que el paciente puede pensar que un medicamento sin prescripción puede ser inocuo. Sin embargo, al tratarse de pacientes más sensibles a la medicación, es importante que siempre consulten con su profesional sanitario, bien con su médico especialista de cabecera o bien con su farmacéutico y prevenir así la aparición de posibles efectos no deseados.

Por otro lado, es necesario establecer unas adecuadas medidas higiénico dietéticas, practicar deporte en su justa medida, llevar una dieta equilibrada, evitar el consumo de alcohol, de tabaco y de alimentos excesivamente grasos. En definitiva, se trata de acompañar al paciente para que ese trasplante confluya con éxito y alcancen una mayor supervivencia.

Para concluir quiero destacar que esta iniciativa impulsada conjuntamente por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), cuenta con el aval de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y seis asociaciones de pacientes. Un hecho que nos anima a continuar trabajando en esta línea convencidos de que es fundamental favorecer y potenciar la colaboración entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios si queremos incrementar el éxito de los trasplantes.

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en