El asbesto y radón actúan sinérgicamente con el tabaco incrementando el riesgo de padecer cáncer de pulmón

Según ha explicado el Dr. José Echave-Sustaeta María-Tomé, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario QuirónSalud Madrid

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Victoria Guillén
El cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en el mundo, con aproximadamente 9,9 millones de muertes en el año 2020. Según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), el número de cánceres diagnosticados en España en el año 2023 se estima que alcanzará los 279.260 casos, siendo el cáncer de pulmón, uno de los más diagnosticados en nuestro país con 31.282 casos. Además, según revela el informe “Las cifras del cáncer en España 2023”, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de pulmón se mantiene como el tercer tumor más incidente en mujeres en 2023. En este sentido, el tabaquismo se posiciona como el principal factor de riesgo en el desarrollo de este tipo de tumores, ocasionando el 90% de los cánceres de pulmón.

El cáncer de pulmón se mantiene como el tercer tumor más incidente en mujeres en 2023

El Dr. José Echave-Sustaeta María-Tomé, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario QuirónSalud Madrid, ha señalado en Doryos, una plataforma  de conocimiento médico hecha por y para médicos, que “los componentes tóxicos de los cigarrillos tienen un efecto carcinogénico muy lento, de modo que el intervalo que transcurre desde el inicio del consumo hasta la detección clínica del tumor puede ser hasta de 40 años”. Según ha indicado el especialista, se estima que el 11% de las mujeres y el 23% de los hombres fumadores desarrollan un cáncer de pulmón. En el caso de los fumadores de alta intensidad, llega hasta el 30% frente al 1% en los no fumadores.

Sin embargo, “dejar de fumar disminuye claramente el riesgo de cáncer de pulmón. La reducción del riesgo se hace especialmente evidente a partir de los 5 años de abstinencia”, ha apuntado. En concreto, los exfumadores que no fuman desde hace 15 años tienen un 80-90% de reducción de riesgo de cáncer de pulmón comparados con los fumadores activos, pero siguen teniendo un incremento del riesgo respecto a los no fumadores.

Se estima que el 11% de las mujeres y el 23% de los hombres fumadores desarrollan un cáncer de pulmón

“El dejar de fumar es beneficioso incluso en las personas que ya han desarrollado un cáncer de pulmón”, ha afirmado el Dr. Echave-Sustaeta. Así, una revisión sistemática con metaanálisis evidenció que, en pacientes con cáncer de pulmón y enfermedad localizada, mantener un tabaquismo activo se asoció a un mayor riesgo de recurrencia del cáncer, desarrollo de un segundo primario y mortalidad por todas las causas. Por ello, uno de los aspectos más importante en la prevención del cáncer de pulmón es evitar el comienzo del hábito tabáquico, así como promover el abandono del tabaco en los fumadores activos. “Todos los tipos historiológicos de cáncer de pulmón están relacionados en el humo del tabaco, aunque hay una asociación creciente en el epidermoide y en el microcítico”, ha apuntado.

Respecto al tabaquismo pasivo, el experto ha explicado que en este caso “las dosis de carcinógenos que se reciben son muy inferiores a las que reciben los fumadores activos, pero la exposición puede ser mucho más prolongada, al iniciarse en etapas tempranas de la vida”. Además, el asbesto y radón son las contaminantes ocupaciones más relacionados con el cáncer de pulmón. De hecho, actúan sinérgicamente con el tabaco, potenciando su riesgo de cáncer de pulmón, pero también factores de riesgo independientes en no fumadores. “Una persona expuesta al asbesto sin tabaco tiene un riesgo relativo de aparición de cáncer de pulmón de seis. Sin embargo, si se asocia asbesto y tabaco el riesgo relativo llega a 59”, ha indicado el Dr. Echave-Sustaeta.

Los exfumadores que no fuman desde hace 15 años tienen un 80-90% de reducción de riesgo de CP comparados con los fumadores activos

Según la U.S. Environmental Protectión Agency (EPA), el radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón y la causa principal entre los no fumadores, siendo la responsable del 2-9% de los cánceres de pulmón y actúa sinérgicamente con el tabaco. Asimismo, existen otras exposiciones ocupacionales en las que se ha demostrado el incremento del riesgo de cáncer de pulmón, aunque su contribución es mucho más pequeña que la del tabaco, asbesto y radón como trabajadores de la madera, de la construcción, contaminación ambiental y trabajadores de funciones y refinerías entre otros.

Asimismo, el experto ha apuntado que la radioterapia puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón en pacientes tratados de otras neoplasias, incrementándose este riesgo en pacientes fumadores. En concreto, en pacientes con enfermedad de Hodgking, el riesgo se sitúa entre 2,6 y 7 durando hasta 20 o 25 años. La coexistencia de varias enfermedades pulmonares benignas incrementa el riesgo de cáncer de pulmón, destacando la EPOC, enfisema, fibrosis pulmonar, tuberculosis, etc.

Finalmente, el Dr. Echave-Sustaeta ha señalado que “debe quedar claro que el tabaco es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, con una relación dosis dependiente. Por tanto, no existe un consumo mínimo de seguridad. El abandono del tabaquismo o la reducción de la intensidad de este se asocia a una reducción del riesgo”.

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