Consiguen curar sarcomas de tejidos blandos con la cirugía compartimental y nuevas prótesis

Los cirujanos especializados del Quénet Torrent Institute (QTI) han conseguido extirpar este tipo de tumores aunque hayan alcanzado un gran tamaño y reemplazar los grandes vasos sanguíneos afectados por nuevas prótesis

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Redacción
Cirujanos especializados del Quénet Torrent Institute (QTI) -Barcelona- han conseguido curar sarcomas de tejidos blandos de gran tamaño localizados en el abdomen mediante la cirugía compartimental y la implantación de nuevas prótesis que permiten sustituir los vasos sanguíneos cuando están infiltrados por este tumor.

Los sarcomas se pueden tratar incluso si ya han alcanzado un gran tamaño, similar al de una pelota de baloncesto, o han empezado a invadir los grandes vasos sanguíneos que los rodean, al ser reemplazables por prótesis, un avance reciente.

Curar sarcomas de tejidos blandos es posible incluso si ya han alcanzado un tamaño similar al de una pelota de baloncesto o han empezado a invadir los grandes vasos sanguíneos  

Actualmente, la cirugía es el único tratamiento curativo del sarcoma, puesto que todavía no se han desarrollado terapias dirigidas contra estos tumores y no ha habido una gran evolución de otros tratamientos oncológicos, como la quimioterapia, para este cáncer. Además, hemos conseguido extirpar tumores que incluso infiltran los grandes vasos sanguíneos, reemplazándolos por prótesis, con buenos resultados”, afirma el Dr. François Quénet, cirujano oncológico del Quénet Torrent Institute y miembro fundador.

“El éxito de esta cirugía depende de que sean diagnosticados y valorados desde el principio por equipos especializados y multidisciplinares, integrados por anatomopatólogos, radioterapeutas, radiólogos, oncólogos, cirujanos oncológicos y cirujanos vasculares”, añade el Dr. Torrent.

Los sarcomas son tumores poco frecuentes que representan el 1% de todos los tumores malignos. Se han identificado hasta 150 tipos, aunque se pueden agrupar en dos grandes tipos: los sarcomas de hueso (osteosarcomas) y, la gran mayoría, los sarcomas de partes blandas (SPB), que se originan en tejidos blandos, que soportan y conectan las distintas partes del cuerpo, como la grasa (liposarcoma), los músculos (leiomiosarcoma) o el tejido conectivo.

Los SPB se pueden desarrollar en las extremidades del cuerpo y, con menor frecuencia, en la zona retroperitoneal o espacio que hay detrás del intestino -que está recubierto por una membrana llamada peritoneo- donde hay grandes vasos como la arteria aorta o la vena cava. Los sarcomas retroperitoneales, que se localizan en la cavidad retroperitoneal, no dan síntomas, por lo que casi siempre se diagnostican en fases tardías, cuando ya han alcanzado un gran tamaño, de más de 10 cm3 y hasta 30 cm3- volumen equiparable al de una pelota de baloncesto-, han empezado a infiltrar grandes vasos sanguíneos y a desplazar otros órganos como los riñones.

La cirugía compartimental y oncovascular permite extirparlos, junto con el riñón, cuando es necesario para evitar una recaída, y reemplazar los grandes vasos sanguíneos afectados por nuevas prótesis

Afectan a personas de todas las edades, incluso a niños y adolescentes, más a los adultos y ligeramente más a los hombres que a las mujeres, aunque lo más habitual es que se presenten entre los 40 y los 60 años. Los pacientes no notan ningún síntoma, aunque pueden tener cierta sensación de pesadez en la barriga o notar el abdomen abultado, lo que suelen atribuir a que están engordando debido a la edad y no a un tumor.

Pronóstico y diagnóstico de los sarcomas

El pronóstico de los sarcomas depende de la capacidad proliferativa de las células cancerosas y su agresividad y, según esta capacidad, los sarcomas pueden ser de bajo grado, medio grado y alto grado. Los liposarcomas que se originan en el tejido graso son un ejemplo de sarcoma de buen pronóstico, en los que la cirugía es curativa si el caso es referido a un equipo de alto nivel desde el momento del diagnóstico.

El diagnóstico de estos tumores, previo a la cirugía, no es sencillo, ya que pueden confundirse con tumoraciones benignas, linfomas -que nunca deben operarse- o pasar desapercibidos en ciertas personas, como las embarazadas. Para estudiarlos, se debe realizar una biopsia especializada, por parte de anatomopatólogos y radiólogos especialistas en sarcomas, que conocen técnicas especiales de biopsia y se encargan de localizar mediante técnicas de imagen dónde está el tumor. El objetivo es evitar las falsas indicaciones de cirugía y diseñar la estrategia terapéutica más adecuada para cada paciente.

El Quénet Torrent Institute, de Barcelona, realiza esta cirugía oncológica compleja en la que participan cirujanos oncólogos y vasculares

Necesitamos un diagnóstico lo más preciso posible para construir una estrategia terapéutica muy personalizada. Los comités multidisciplinares nos permiten decidir si se requiere radioterapia o quimioterapia antes de la cirugía. La propuesta de tratamiento que se decida al principio, en el momento del diagnóstico, es la llave para el éxito de esta cirugía”, explica el Dr. Quénet.

¿Qué es la cirugía compartimental?

Cuando está indicada, se lleva a cabo la cirugía compartimental del sarcoma retroperitoneal, una cirugía abierta y amplia que se realiza a través del abdomen (laparotomía media) para extraer todo el tumor, envuelto en el tejido normal sano que lo rodea, junto con otros órganos del compartimento o espacio anatómico que ocupa. Los cirujanos operan este tumor sin manipularlo ni verlo directamente, porque tiene una alta capacidad de diseminarse y, con solo tocarlo, podría expandirse por la cavidad abdominal; de ahí que lo extraigan envuelto en tejido. Conocen su la localización y extensión exacta de antemano, gracias a las técnicas de imagen que se efectúan antes de la cirugía.

Esta intervención se realiza bajo anestesia general, dura entre 2 y 4 horas. A su finalización, los pacientes deben permanecer en la UCI uno o dos días y hospitalizados una semana. Es más agresiva cuando los tumores son de peor pronóstico (alto grado). En estos casos, los cirujanos deben dejar suficiente margen alrededor del tumor y tejido adyacente extirpados y extraer más órganos. Habitualmente, es inevitable extraer el riñón, pero en algunos casos sí es posible evitar la extracción de más órganos como el bazo y parte del colon.

Nuestro primer objetivo es proteger al paciente de la recidiva de estos tumores extirpándolos con márgenes suficientes de tejido alrededor y el segundo objetivo es proteger al paciente de una cirugía demasiado importante para que no pierda muchos órganos, de manera que tenga una buena calidad de vida. Buscamos el equilibrio entre ambos objetivos, que son contrarios”, expone el Dr. Quénet.

Estos especialistas recomiendan a los pacientes a los que se les ha extirpado el riñón beber mucha agua, sobre todo en verano, para mantener una buena función renal

Anteriormente, la cirugía compartimental del sarcoma retroperitoneal no estaba indicada si los vasos sanguíneos en la misma zona del tumor (arteria aorta y vena cava) estaban afectados, pero, recientemente, la aparición de nuevas prótesis, hechas de poliéster, con forma de vaso sanguíneo habitualmente y que duran para siempre, permiten extraer los vasos infiltrados y reemplazarlos por estas con buenos resultados, según estudios como el publicado por Quénet Torrent y otros investigadores en Journal of Vascular Surgery.

En este estudio, tras un seguimiento de 34 meses, las tasas de supervivencia global de los pacientes, la mayoría con un sarcoma que se originó en la grasa (liposarcoma), fueron del 77,4% a un año y del 61,3% a los tres años. Posteriormente, estos pacientes han continuado en seguimiento, con los controles pautados, y lo habitual para este tipo de estudios es que se realice una actualización de los datos cada diez años.

La cirugía compartimental en la que también se reemplazan los vasos por prótesis es una cirugía oncológica compleja, a cuatro manos. en la que participan los cirujanos oncológicos y vasculares”, señala el Dr. Torrent.

Gracias a este avance, cada vez son más los pacientes que, al recibir el diagnóstico de un sarcoma retroperitoneal voluminoso y extendido a los vasos sanguíneos pueden operarse, pero siempre asegurándose de estar en manos expertas para que la cirugía tenga la calidad requerida para ser curativa”, explica el Dr. Quénet.

En el postoperatorio y, una vez que reciben el alta hospitalaria, “es muy importante que los pacientes a los que se les ha extraído el riñón beban agua con mucha frecuencia para estar bien hidratados, especialmente en los meses de verano, y poder preservar así una buena función renal”, recomienda y apostilla el Dr. Torrent.

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