Redacción
Dos estudios liderados por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Hospital Universitario de Bellvitge evidencian que muestras no invasivas como la orina, una citología o una automuestra vaginal, a través de pequeños dispositivos similares a un tampón, serían útiles a la hora de detectar el cáncer de endometrio. Esto supondría una herramienta confiable y fácil de utilizar para conocer el pronóstico de cada mujer y ajustar el tratamiento a sus necesidades.
El cáncer de endometrio es uno de los más frecuentes entre el colectivo femenino y afecta a más de 400.000 mujeres al año en todo el mundo. Actualmente, los métodos de diagnóstico son invasivos y dolorosos, mayoritariamente a través de biopsias del endometrio. Con las muestras de orina o automuestras vaginales, las mismas pacientes podrían tomarse la muestra sin ningún daño.
Los estudios evidencian que muestras no invasivas como la orina, una citología o una automuestra vaginal serían muy útiles a la hora de detectar el cáncer de endometrio
“Los métodos no invasivos podrían reducir la presión asistencial, la necesidad de derivación a un especialista y contribuir a un diagnóstico más rápido que mejore la supervivencia de las pacientes. Debemos tener en cuenta que un retraso en el diagnóstico obliga a utilizar tratamientos más agresivos y representa un peor pronóstico“, asegura la Dra. Laura Costas, investigadora principal del Idibell y del Instituto Catalán de Oncología, miembro el Ciberesp y líder de los proyectos.
Pruebas para conocer mejor el tumor original
Los dos estudios, publicados en las revistas científicas Clinical Cancer Research y eBioMedicine, han contado con la participación de epidemiólogos, ginecólogos, patólogos, genetistas, y bioinformáticos del Idibell, el Instituto Catalán de Oncología, y el Hospital Universitario de Bellvitge.
Se ha analizado el ADN de las muestras de casi 160 mujeres con cáncer de endometrio y se ha comparado con el del tumor original. En concreto, se han secuenciado los 47 genes más comúnmente mutados en cáncer de endometrio.
Estos nuevos métodos permitirían predecir el pronóstico y ajustar el tratamiento en función de las características moleculares de cada tumor para mejorar la supervivencia
En el 100% de las orinas y el 73% de las automuestras vaginales analizadas se han podido detectar mutaciones similares a las del tumor original, lo que las posiciona como pruebas no invasivas muy prometedoras para el diagnóstico y clasificación del cáncer de endometrio.
El gen mutado que se puede identificar en las muestras no invasivas determina el comportamiento de este y, por tanto, el pronóstico de la enfermedad. Por eso, conocer la identidad molecular de cada tumor es muy relevante para realizar una terapia personalizada más efectiva.