Cristina Cebrián
Prevención, detección y actuación son las tres directrices que deben seguirse en caso de producirse un ictus, la segunda causa de muerte y la primera en mujeres en España. Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) insisten en la necesidad de conocer bien los signos de alerta para tratar este accidente cerebrovascular lo antes posible ya que “los datos sobre el ictus son escalofriantes”, destacan. El ictus también es la primera causa de dependencia severa en adultos y supone una “catástrofe” para la persona que lo padece y su familia. Así, la mortalidad y las secuelas dependen de la rapidez en la detección y actuación.
En un vídeo difundido por el CGE, la enfermera Rosa Herrera, especializada en la unidad de ictus, advierte de que una de cada cuatro personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Sin embargo, 9 de cada 10 casos pueden prevenirse. Para ello, “es importante controlar la presión arterial, el colesterol y el azúcar”, explica la enfermera. También es conveniente que la persona aumente su consumo de frutas y verduras y disminuya la sal y las grasas de su dieta. “No fumes y toma, como máximo, una copa de vino al día”, añade Herrera.
Rosa Herrera (CGE): “El ictus es una emergencia tiempo-dependiente. Es decir, cuanto menos tiempo tardemos en actuar, se salvan vidas y quedan menos secuelas. Cada minuto cuenta”
Por otro lado, aconseja acudir al especialista en caso de que la persona note palpitaciones o ronque mucho. El ejercicio físico es fundamental para prevenir enfermedades, por eso la enfermera recomienda caminar al menos una hora al día y tratar de reducir los nervios y el estrés. “El ictus es una emergencia tiempo-dependiente. Es decir, cuanto menos tiempo tardemos en actuar, se salvan vidas y quedan menos secuelas. Cada minuto cuenta”, concluye la enfermera.
Trombectomía mecánica, eficaz para niños con ictus
El accidente cerebrovascular puede ocurrir a cualquier edad, aunque el ictus infantil es poco frecuente en comparación con el ictus en adultos. De hecho, la incidencia de sufrir un ictus en niños menores de 15 años de edad es de aproximadamente 6 casos por cada 100.000 niños cada año. En cuanto al tratamiento, la rehabilitación precoz mejorará las posibilidades de recuperación.
La trombectomía mecánica, un tratamiento estándar para adultos con oclusión de grandes vasos, un tipo de ictus isquémico grave, también es segura y eficaz para tratar a niños
Ahora, un estudio presentado en la 20ª Reunión Anual de la Sociedad de Cirugía Neurointervencionista de Estados Unidos ha concluido que la trombectomía mecánica, un tratamiento estándar para adultos con oclusión de grandes vasos, un tipo de ictus isquémico grave, también es segura y eficaz para tratar a niños. Cuanto antes se practique a los pacientes este procedimiento, mayores serán sus posibilidades de independencia funcional tras la recuperación. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que utiliza un catéter para reabrir las arterias obstruidas del cerebro.
Los autores de esta investigación revisaron ocho estudios en los que participaron 192 niños a los que se practicó una trombectomía para tratar un ictus. Compararon las mejorías de estos niños tras la trombectomía con las de los adultos sometidos al mismo procedimiento.
Cuanto antes se practique a los pacientes la trombectomía mecánica, mayores serán sus posibilidades de independencia funcional tras la recuperación
Los niños obtuvieron mejores resultados que los adultos en muchas de las mediciones del estudio, incluidas tasas más altas de buenos resultados neurológicos tras la intervención (76,1% en niños frente a 46% en adultos), mejores tasas de restablecimiento del flujo sanguíneo (88,5% frente a 72,3%), menos complicaciones quirúrgicas importantes (4,7% frente a 30,4%) y tasas de mortalidad más bajas (1% frente a 12,9%).
“Ver que nuestro mejor tratamiento estándar para adultos con ictus grave es también extremadamente eficaz para los niños es alentador. Es muy significativo saber que podemos utilizar con seguridad este procedimiento mínimamente invasivo y probado con el tiempo para que los niños vuelvan con sus familias, se recuperen rápidamente y prosperen“, detalló Matt Findlay, uno de los autores de la investigación.