Redacción
El riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) aumenta con la duración, la intensidad y el consumo de tabaco a lo largo de la vida y disminuye significativamente con los años de abstinencia. En concreto, tras 15-25 años sin fumar, el riesgo de desarrollar epoc es el mismo que para una persona que no ha fumado nunca. Así concluye el primer estudio científico que pone en evidencia la relación del tabaquismo con esta patología responsable de más de la mitad de todas las muertes por enfermedades respiratorias crónicas.
Los resultados de la investigación, en la que han participado varios expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), han sido publicados en la revista científica Archivos de Bronconeumología del mes de julio. Otras de las conclusiones destacadas en el estudio son que una persona fumadora tarda unos 30 años en desarrollar epoc y que la edad de iniciación al hábito tabáquico parece no ser significativa.
La epoc es la patología responsable del más de la mitad de todas las muertes por enfermedades respiratorias crónicas
“A pesar de que el tabaco es la principal causa de epoc , hasta ahora era muy poca la evidencia científica acerca de cómo su consumo influye en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Tampoco había prácticamente datos acerca de cómo desciende el riesgo de epoc en las personas que han dejado de fumar y si este riesgo se hace igual en algún momento al de una persona que nunca ha fumado”, indica el Dr. Alberto Ruano Raviña, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela.
Para responder estas incógnitas, los autores del estudio han empleado la base de datos de Episcan II. Se trata del estudio de referencia en España para la prevalencia de epoc en el país. Los investigadores han trabajado sobre una muestra de unas 9.000 personas de las 17 comunidades autónomas, a las que se les ha preguntado sobre su consumo de tabaco y se les ha realizado distintas pruebas respiratorias.
“Tras analizar a los exfumadores, se ha observado que el riesgo de padecer epoc desciende casi de forma inmediata tras el cese del consumo de tabaco y que a los 3-5 años el riesgo ya es de la mitad”, señala el Dr. Ruano. En cambio, “las personas que fuman entre 30 y 39 cigarrillos al día tienen seis veces más probabilidades de padecer la enfermedad y en las que fuman 40 o más, el riesgo se multiplica por diez”, añade el experto.
El riesgo de padecer epoc desciende casi de forma inmediata tras el cese del consumo de tabaco
A raíz de estos resultados, Separ insta a aumentar la concienciación sobre el mayor riesgo que tienen las personas fumadoras de sufrir EPOC y a incentivar estrategias de cese tabáquico por ser el tabaquismo el primer y principal tratamiento contra esta enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y que, en 2019, causó 3,3 millones de muertes, por lo que se ubica como la octava causa principal de años de vida perdidos.
El tabaquismo, la principal causa de epoc
La epoc es una enfermedad respiratoria crónica, sin una cura definitiva, provocada fundamentalmente por la inhalación del humo del tabaco. En España, se calcula que más de 2 millones de personas sufren epoc y que el tabaquismo está detrás del 80-85% de los casos. Se trata de la enfermedad respiratoria crónica más prevalente y también la más mortal, al representar alrededor del 55% de todas las muertes relacionadas con esta tipología de enfermedades. En el país, es responsable de 18.000 muertes cada año.
Como su propio nombre indica, la epoc se caracteriza por una dificultad del paso del aire debido a una inflamación en el interior de los bronquios. Los principales síntomas o manifestaciones son el ahogo o disnea al andar o al intensificar la actividad, que aumenta con los años, la tos y la expectoración. Aunque el daño en los bronquios es irreversible, dejar de fumar es el principal tratamiento para frenar la progresión de la enfermedad y mejorar su sintomatología. Sin embargo, hasta un 40-55% de los pacientes diagnosticados de epoc continúan fumando y, además, padecen una fuerte adicción debido a la nicotina, haciéndoles muy difícil el abandono del tabaco sin un tratamiento adecuado.
Se estima que entre un 20 y un 30 % de los españoles eran fumadores en 2022, una cifra muy superior a lo esperado, especialmente en comparación con países de nuestro entorno, según datos del Foro Autonómico de Tabaquismo.
