Redacción
En España no existe un registro fiable sobre la distribución de las muertes por suicidio según la profesión, debido a que el certificado de defunción no se cumplimenta con el mismo rigor que se hace en el caso de accidentes de tráfico y homicidios. Sin embargo, la tasa de suicidio médico es significativamente mayor que la registrada, porque con frecuencia puede ser mal codificado deliberadamente en los certificados de muerte como sobredosis accidental, debido al elevado nivel de estigma. En conclusión, es muy probable que el número de suicidios entre los médicos se haya subestimado.
En este escenario, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) acogerá la ‘Jornada de abordaje integral de la conducta suicida’, que se celebrará los días 8 y 9 de septiembre.
Los médicos buscan menos ayuda para evitar el suicidio debido a barreras relacionadas con el estigma, el temor a la retirada de la licencia para ejercer, a la pérdida de privilegios y su progreso profesional
“Durante mucho tiempo, se ha depositado la responsabilidad de la disminución de muertes por suicidio sobre los hombros de los profesionales de salud mental. Quiero recordar que otros motivos de fallecimiento alarmantes en nuestro país (como los accidentes de tráfico, VIH, etc.) no se redujeron por la contratación de más sanitarios. El abordaje debe ser multidisciplinar y cada categoría, ya sea del ámbito sanitario o no, debe asumir su parte de responsabilidad”, resalta Pedro Martín-Barrajón, psicólogo experto en emergencias y catástrofes y miembro del grupo de trabajo de salud mental de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (Semes).
Por eso, en las jornadas participarán distintos agentes involucrados como médicos, psiquiatras, psicólogos, pacientes, supervivientes al suicidio, periodistas, etc. que tratarán de sensibilizar a los asistentes y buscarán posibles soluciones a esta nueva epidemia.
El suicidio entre los médicos
El psicólogo y director del curso señala que “no existe un registro fiable de la distribución de las muertes por suicidio según la profesión y siempre se ha subestimado el impacto entre los profesionales médicos. Sin embargo, la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio señala que los médicos mueren por suicidio más frecuentemente en comparación con otras personas de su misma edad y género, tanto de la población general como en otras profesiones”.
Psiquiatras, psicólogos, supervivientes al suicidio, periodistas y otros agentes sociales debatirán sobre posibles soluciones a este problema de salud pública
“Lo que sí podemos afirmar es que los médicos buscan ayuda en menor medida y las tasas de suicidio consumado son más altas. Esta tendencia es más pronunciada entre psiquiatras, otorrinolaringólogos, cirujanos, anestesistas y dentistas”, añade.
El experto señala que hay diferentes barreras para que los médicos pidan ayuda, entre los que destaca el temor a daños punitivos (como la retirada de la licencia para ejercer la medicina) o a pérdida de privilegios y su progreso profesional.
Las cifras muestran que esta tendencia es más pronunciada entre cirujanos, psiquiatras otorrinolaringólogos, anestesistas y dentistas
Además, recuerda que “la cultura de la profesión no anima a los médicos a admitir sus vulnerabilidades ni a buscar la ayuda que necesitan, sobre todo en relación con sus problemas de salud mental”.
Actuar ante posibles intentos de suicidio
El director del curso presentará un decálogo con los puntos clave a seguir ante un posible caso de suicidio y anuncia que “es necesario adoptar una iniciativa proactiva (y no esperar a que soliciten ayuda) y campañas de sensibilización en cuanto a la salud mental del profesional”.
El programa contempla la intervención de personas que han sobrevivido a su propio intento de suicidio y la de otras que han vivido la muerte por suicidio de un familiar cercano.
Durante la jornada se presentará un decálogo con los puntos clave a seguir ante un posible caso de suicidio
“El testimonio en primera persona de alguien que ha atravesado por una situación tan devastadora, ayuda a interiorizar y dimensionar esa parte teórica. Hemos comprobado con los años que este tipo de testimonios, alejados de lo académico y científico, aumentan la sensibilidad de los profesionales respecto a esta problemática, contribuyen a derribar los mitos arraigados y persistentes aún entre profesionales, y mejoran la práctica clínica de los profesionales”, explica el psicólogo.
Además de la mejora de las habilidades para detectar la conducta suicida en consulta, se darán pautas de autocuidado a los profesionales médicos, como profesionales de riesgo, que atienden a este colectivo.
Responsabilidad en la difusión del suicidio
También se abordarán la influencia del entorno digital y las pautas para el tratamiento del suicidio en los medios de comunicación, de la mano de la periodista Yaiza Perera.
“El debate internacional ya no es si hay que hablar o no. Claro que hay que hablar de ello, la evidencia indica que hablar sobre conductas suicidas de manera responsable, compasiva e informativa, favorece a los individuos para iniciar conversaciones y reconsiderar una planificación, intento o ideas suicidas”, sostiene el director de la jornada. Pero también explica que hay que hacerlo con responsabilidad y siguiendo ciertas pautas básicas como no publicarlo en portada, no atribuir el suicidio a una sola causa, preservar la intimidad y la integridad del paciente, no publicar imágenes y omitir el método, utilizado, entre otros.
A lo largo de la jornada se darán pautas para hablar sobre conductas suicidas con responsabilidad y siguiendo ciertas pautas básicas
Asimismo, se abordará el impacto y la eficacia de otras campañas preventivas en España, como el plan nacional de drogas y de violencia de género con especial atención a la exitosa campaña de tráfico. También se debatirá sobre los proyectos de prevención del suicidio actuales, como el programa Cicerón del sistema público de salud.