G.M.
La seguridad del paciente es clave en cualquier acto médico y de cuidados de enfermería. Una de las patologías que pueden derivarse de estos actos es la flebitis, un problema de salud que en muchos casos puede estar ocasionado por la inserción o el mantenimiento de los catéteres venosos que se colocan a los pacientes en las unidades de hospitalización.
En España se insertan más de 20 millones de catéteres venosos periféricos anuales, el 66,6% de los pacientes que permanecen ingresados tienen al menos uno
Su causa puede ser química, debido al tipo de medicamento que se administra a través del catéter, que puede ser irritante; mecánica, originada por una mala fijación, por un catéter muy grande o porque se mueva dentro de la vena; y bacteriana, en la que el catéter se contamina al manipularlo o introducirlo.
En España se insertan más de 20 millones de catéteres venosos periféricos anuales, el 66,6% de los pacientes que permanecen ingresados tienen al menos uno, según datos del Estudio de prevalencia de las infecciones nosocomiales en España (Epine) de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.
Un trabajo publicado en 2008 y realizado en el Principado de Asturias, mostraba cómo la flebitis supuso el 12,9% de los eventos adversos detectados en esa comunidad. Pero lo cierto es que, en la mayoría de los hospitales en España, la incidencia de la flebitis por catéter intravenoso no se había medido. En cualquier caso, la cifra del estudio en Asturias resultó mucho más elevada que la tasa que la Infusion Nurses Society considera aceptable, y que se sitúa en el 5%.
La tasa de flebitis que la Infusion Nurses Society considera aceptable se sitúa en el 5%, pero la media nacional en España supera el 10%
Ante la falta de datos, la Sociedad Norte de Medicina Preventiva y Salud Pública (Socinorte), junto a la Sociedad Española y Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y con el apoyo de la Fundación Tecnología y Salud, iniciaron el proyecto Flebitis Zero para conocer la incidencia en España de la flebitis asociada a catéter venoso periférico y analizarla. Su objetivo es lograr disminuir los casos. Se trata de una iniciativa que sigue abierta y en el que participan distintos hospitales de toda España. Ya en 2017, el proyecto recogió datos que situaban en el 12,13% la media nacional de flebitis por esta causa, un dato que seguía siendo muy superior al 5% deseado.
“Desgraciadamente es un efecto adverso de la atención sanitaria muy frecuente en los hospitales, que tiene un impacto importante en el bienestar y la salud de los pacientes. Unas 3/4 partes de los pacientes llevan catéteres periféricos durante algún momento de su ingreso y muchos de ellos sufren esta complicación siendo en algunos casos con consecuencias realmente graves”, explica a iSanidad Marta Píriz Marabajan, enfermera gestora de Prevención y Control de Infecciones en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
Marta Píriz: “Desgraciadamente la flebitis es un efecto adverso de la atención sanitaria muy frecuente en los hospitales, que tiene un impacto importante en el bienestar y la salud de los pacientes”
Desde su creación, el programa ha hecho hincapié en la formación del personal de enfermería, encargado de realizar la técnica de acceso venoso periférico en los pacientes. Flebitis Zero establece un protocolo estandarizado para la inserción, vigilancia, mantenimiento y retirada de estos catéteres en las unidades de hospitalización. Medidas con las se pueda garantizar un acceso venoso seguro y mínimamente agresivo para el paciente, y prevenir y reducir los eventos adversos asociados a la venopunción y la colocación de estos catéteres.
“En 2015 teníamos un 17% de flebitis por esta causa. Empezamos con esas tasas cuando no habíamos aplicado el proyecto ni teníamos los materiales que tenemos ahora”, cuenta a iSanidad Montse Torres, enfermera de medicina preventiva y coordinadora del proyecto Flebitis Zero en el Hospital Reina Sofia de Tudela (Navarra). Formó parte de la iniciativa desde el principio y, con el resto de los coordinadores de otros hospitales, establecieron los datos que iban a recoger en cada centro y elaboraron las fichas para recoger toda la información de forma estandarizada.
Montse Torres: “En 2015 teníamos un 17% de flebitis por esta causa. Empezamos con esas tasas cuando no habíamos aplicado el proyecto ni teníamos los materiales que tenemos ahora”
“Cada vez que colocamos un catéter apuntamos una serie de datos. Registramos el día en que cogemos la vía al paciente, el tipo de vía y la extremidad en la que se coge, el calibre que usamos, la medicación que lleva, etc. Después, todos los días se hace una revisión”, explica, Noemí Borobia Rodríguez, jefa de Cuidados de Enfermería en la Unidad de Hospitalización Quirúrgica del mismo centro sanitario que Montse Torres. En estos años, además, han conseguido materiales nuevos que reducen los efectos adversos como la flebitis.
En el caso del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, además de actualizar los protocolos de inserción, mantenimiento y registro de los catéteres, el equipo solicitó la incorporación de catéteres y conexiones tecnológicamente más modernos, “Y ha hemos acabado el proceso de implementación en todo el hospital”, explica Marta Píriz. “Además, para medir el beneficio de esta intervención hemos diseñado un estudio cuasiexperimental y, en el último cuatrimestre del año, mediremos los resultados de la segunda fase tras la intervención. Esperamos poder publicarlos en el primer trimestre del 2024″, añade.
Además de actualizar los protocolos de inserción, mantenimiento y registro de los catéteres, el proyecto ha permitido incorporar catéteres y conexiones tecnológicamente más modernos
Este centro catalán comenzó la implantación del proyecto “justo un mes antes del comienzo de la pandemia”. Empezaron con dos salas piloto, en las que “la aceptación, el compromiso y el profesionalismo de las enfermeras fue alentador y encomiable”, valora la enfermera, pero la pandemia hizo que la extensión a todo el hospital “haya sido más lenta”. Hasta ahora, los resultados del proyecto en las salas piloto “han sido excelentes, con una reducción significativa de la incidencia de flebitis”.
El tamaño del hospital influye en las tasas de flebitis. Así lo indican los datos recogidos por el propio proyecto. Los hospitales de menos de 200 camas lograron un 9,77% de flebitis media a nivel nacional, que sube al 10,75% en los hospitales de tamaño medio, de entre 200 y 500 camas, y se eleva al 11,19% en los que acogen más de 500 camas. El tamaño indica la complejidad del centro y, por tanto, de las intervenciones quirúrgicas que se realizan, que también marca el tiempo de estancia hospitalaria de los pacientes.
Montse Torres: “La incidencia de la flebitis ha bajado muchísimo, en los dos últimos años hemos estado por debajo del 5%”
“En hospitales donde las cirugías son más agresivas y los pacientes tienen más días de ingreso, puede haber más casos, pero en el nuestro los ingresos son muy cortos, un aspecto que también influye en la aparición de flebitis; un mayor número de días con el catéter implica una mayor posibilidad de que se dé la flebitis, que puede ser química o incluso mecánica, porque el paciente también se mueve”, señala Noemí Borobia sobre el Hospital de Tudela. Según datos del propio proyecto Flebitis Zero, hay una mayor tasa de flebitis en catéteres insertados entre 48 y 71 horas. Desde la implantación del proyecto en Tudela, el índice de flebitis “ha bajado muchísimo”, hasta lograr en los dos últimos años “estar por debajo del 5%, que es el objetivo del proyecto”, apunta Montse Torres.
Profesionalmente, tanto las enfermeras del centro de Tudela, como las de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, valoran muy positivamente la experiencia. “Para nosotras ha sido una tarea estimulante y grata. Y el grado de acogida y el porcentaje de enfermeras que han completado el módulo de formación ha sido alto”, explica Marta Pírriz. Entre los profesionales de enfermería del hospital navarro, la sensación es que el proyecto “ha aportado una formación que está disponible online tanto para el personal que ya trabaja con nosotros como para el de nueva incorporación. Además, pertenecer a los grupos de trabajo de estos proyectos siempre es enriquecedor y nos permite estar al día”, expone Montse Torres.
Noemí Borobia: “Hemos conseguido interiorizar la vigilancia continua del catéter. Ahora entras a una habitación y se te van los ojos a la vía”
El proyecto aún no ha terminado, de hecho, los últimos datos disponibles indican que la tasa de flebitis media nacional se sigue manteniendo por encima del 10%, por lo que continúan trabajando para reducirla hasta alcanzar ese 5% deseado. El balance total de Flebitis Zero ser hará en el futuro. Pero más allá del porcentaje, “hemos conseguido interiorizar la vigilancia continua del catéter”, apunta Noemí Borobia, “ahora entras a una habitación y se te van los ojos a la vía”, concluye.