La investigación con seres humanos en vuelos espaciales comerciales necesita una normativa ética, según expertos internacionales

Un artículo publicado en la revista Science advierte de la necesidad de contar con nuevas directrices para garantizar una investigación ética en este sentido

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Redacción
Un grupo internacional de expertos, convocado por el Centro de Ética Médica y Política Sanitaria del Baylor College of Medicine de Houston (Estados Unidos), reclama que se establezca una nueva normativa para garantizar que la investigación con seres humanos en vuelos espaciales comerciales se lleve a cabo de forma ética. En una publicación de la revista Science, los autores explican que las directrices actuales no abordan directamente las circunstancias específicas de la investigación a bordo de vuelos espaciales comerciales.

Se espera que las empresas privadas lleven a miles de personas al espacio en las próximas décadas y, entre ellos, habrá trabajadores y pasajeros que tendrán la oportunidad de participar en estudios de investigación. Estas investigaciones no sólo son esenciales para garantizar la seguridad de los futuros viajeros espaciales, sino que a menudo también abordan cuestiones críticas de la salud humana en general.

Estas investigaciones con seres humanos en vuelos espaciales comerciales abordan cuestiones críticas de la salud humana en general

Entre el equipo que ha redactado el documento hay bioéticos, expertos en políticas de salud, investigadores de salud espacial, profesionales de vuelos espaciales comerciales y reguladores gubernamentales. Todos ellos describen las posibles preocupaciones éticas que enfrenta el futuro de la investigación espacial comercial y proporciona principios rectores sobre cómo hacer la investigación sea cada vez más segura e inclusiva.

Ha habido una larga tradición de astronautas de la NASA y otras agencias espaciales nacionales que se han ofrecido voluntarios para la investigación. Las agencias han establecido una tradición sobre cómo se realiza esta investigación”, recuerda el Dr. Michael A. Williams, profesor de neurología y cirugía neurológica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Seattle. Sin embargo, el especialista sostiene que “no se ha estudiado realmente cómo se va a realizar esa investigación a bordo de vuelos comerciales, donde los incentivos pueden ser diferentes”.

Alcanzar la excelencia científica

Esta investigación debe aspirar a la excelencia científica. “Los estudios mal diseñados, duplicados y de baja prioridad generan datos de baja calidad. Enturbian la base de pruebas, ponen en peligro a los participantes y malgastan recursos”, comentan los expertos.

Las directrices deben promover el principio de “administración global” que garantice que los “beneficios de la exploración humana del espacio los disfruten todos”

Asimismo, el grupo pide que la investigación en seres humanos a bordo de vuelos espaciales comerciales se sustente en el principio de “proporcionalidad“. Según este, el riesgo de la investigación debe minimizarse “en la medida de lo posible. Y equilibrarse proporcionalmente en relación con los beneficios previstos para los participantes en los vuelos espaciales comerciales y para la sociedad“. Por último, las directrices deben promover el principio de “administración global” que garantice que los “beneficios de la exploración humana del espacio los disfruten todos”.

Los autores reconocen que el énfasis de sus directrices en la importancia de la responsabilidad social difiere de otras directrices éticas que dan primacía a la autonomía de los sujetos de la investigación a la hora de decidir si participan o no en un estudio. Sin embargo, sostienen que son tan pocos los individuos seleccionados para un vuelo espacial que debería fomentarse su participación. “Todos los posibles participantes en vuelos espaciales comerciales deben ser plenamente informados del valor social de los protocolos de investigación propuestos y animados a participar”, concluyen.

Las prácticas de la NASA pueden servir de modelo, según explica el Dr. Williams. “En la NASA, para una misión determinada, una persona puede ser elegible para participar en 40 o 50 estudios, pero puede elegir en cuáles quiere participar. Eso respeta el principio de autonomía”, reconoce.

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