Luis H. Serrano
Luigi Cherubini (1760-1842), aunque italiano de nacimiento, pasó la mayor parte de su vida en París, al igual que su compatriota Jean Baptiste Lully. A lo largo de su vid recibió un reconocimiento ostentoso, incluso Beethoven lo consideró uno de los grandes músicos de su tiempo. Cherubini compuso en diversos géneros. Pero es su ópera Medea la que destaca como su obra maestra y por la que es mejor conocido en la historia de la música. A pesar de que Medea o Medée en francés, se presenta ocasionalmente en los teatros de ópera, no se considera una obra del repertorio operístico convencional.
La ópera Medea de Cherubini se ubica en un período marcado por la resaca de la Revolución Francesa. Luigi Cherubini, nacido en Florencia en 1760 y fallecido en París en 1842, enseñó composición musical en el Conservatorio de París desde su fundación. Cherubini se sitúa históricamente entre el neoclasicismo y el romanticismo. Mantuvo influencias del clasicismo académico y anticipó elementos de la ópera romántica. Su gusto por el gran espectáculo, con escenas de incendios, terremotos y guerras, reflejaba la agitación de la era posterior a la Revolución Francesa.
A pesar de que Medea de Luigi Cherubini se presenta ocasionalmente en los teatros de ópera, no se considera una obra del repertorio operístico convencional.
En 1797, Cherubini se involucró en la composición de himnos patrióticos y música relacionada con las celebraciones nacionales en Francia. Esta fue una época en la que Francia buscaba expandir su poder y celebrar su supremacía. Cherubini participó en la creación de composiciones como Oda al Aniversario del 18 de Agosto y Le Salpetre Republicain entre otras. Afortunadamente, estas piezas de circunstancia no absorbieron demasiado su tiempo y esfuerzo, ya que pronto se dedicaría a proyectos más significativos.
El libreto de Medea se basa en la tragedia homónima de Eurípides y fue escrito por François-Benoit Hoffmann. El texto, aunque original, rinde homenaje a las obras clásicas y utiliza versos alejandrinos de manera tradicional. Cherubini se aventuró en esta obra arriesgada, que se alejaba del convencional drama lírico de la ópera cómica francesa.
El texto, aunque original, rinde homenaje a las obras clásicas y utiliza versos alejandrinos de manera tradicional
La trama de Medea es una de las más trágicas y emocionantes de la lírica, ambientada en la antigua Grecia. Giasone (Jasón) tiene una relación con la sacerdotisa Medea, con quien tiene dos hijos. Sin embargo, la abandona para casarse con Glauce, la hija del Rey Creonte de Corinto. La ópera narra los eventos que siguen a esta traición, con Medea planeando una venganza atroz que involucra envenenamiento, asesinato y la destrucción del templo.
A lo largo de la historia de la ópera, la figura de Medea ha sido un personaje poderoso y fascinante, interpretado por sopranos destacadas desde el siglo XVII hasta la actualidad. La ópera de Cherubini ha dejado una marca duradera en la memoria operística, aunque rara vez se representa en la actualidad debido a la dificultad de encontrar intérpretes con el talento necesario para dar vida a este personaje tan complejo y desafiante.
El estreno de Medée de Luigi Cherubini en 1797 fue recibido con frialdad por el público
El estreno de Medée en 1797 fue recibido con frialdad por el público. La alternancia entre canto y diálogo hablado, así como la dificultad de los versos recitados, presentaron desafíos a los cantantes. Aunque la soprano Madame Scio recibió elogios por su interpretación de Medea, otros miembros del elenco enfrentaron dificultades. A pesar de esto, la producción se destacó por su suntuosa escenografía y avanzados efectos especiales, lo que contribuyó al éxito de la ópera.
Cherubini atrajo la admiración de compositores alemanes como Beethoven, Weber, Schumann, Wagner y Brahms, quienes elogiaron su música y su capacidad para la música dramática. Las críticas contemporáneas destacaron la profundidad y la expresividad de la música de Cherubini, aunque algunos críticos señalaron similitudes con la obra de otros compositores, como Méhul.
Cherubini atrajo la admiración de compositores alemanes como Beethoven, Weber, Schumann, Wagner y Brahms
La posteridad de Medea no fue tan amable, y la obra cayó en relativo olvido durante gran parte del siglo XX. Sin embargo, experimentó un renacimiento en la década de 1950, gracias a la interpretación de Maria Callas en el Maggio Musicale Fiorentino y la Scala de Milán. En representaciones recientes en lugares como Marina Franca y Compiègne, Medea ha resurgido en su forma original, recordándonos la importancia y la influencia de esta obra maestra en la historia de la ópera.