Gema Maldonado (Valencia)
Ante un auditorio en el que no cabía ni un solo médico más, el cirujano y escritor Mario Alonso Puig se ha servido del sentido del humor para profundizar en la ansiedad, tanto en la que sienten los propios facultativos como la que presentan los pacientes que acuden en busca de soluciones a las consultas de medicina de familia. Y ha iniciado su intervención lanzando la pregunta que titula esta información.
La ansiedad, esa patología “compleja” y cada día más frecuente para cuyo abordaje el Dr. Alonso Puig ha descrito una serie de “superpoderes” en la conferencia que ha impartido en el 45º Congreso Nacional de Semergen que se celebra en Valencia hasta el sábado. Uno de esos “poderes” lo desvelaba unos minutos antes la Dra. Verónica Olmo, especialista en medicina de familia en el Centro de Salud Torreblanca (Sevilla) y coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de Semergen: “Los médicos de familia vemos las cosas de forma global, no segmentamos al paciente, tenemos a una persona que sufre y la vemos desde una perspectiva biopsicosocial”.
Dra. Olmo: “Los médicos de familia vemos las cosas de forma global, no segmentamos al paciente, tenemos a una persona que sufre y la vemos desde una perspectiva biopsicosocial”
Esa cualidad la trae la propia especialidad. Y tiene mucho que ver con el primer “superpoder” descrito por Alonso Puig. “Lo físico y lo mental son dos realidades que se pueden distinguir, pero no separar. Tenemos que comprender que si hacemos algo a nivel psicológico lo estamos haciendo a nivel físico y viceversa”. Y sobre esta idea, ahondó en las bases biológicas del estrés crónico y continuado que marca la ansiedad en los seres humanos, “que no apaga su sistema de alarma” a diferencia de otros animales.
“Cuando una persona tiene un alto nivel de ansiedad, sus núcleos amigdalinos están muy altos y hay una pérdida de funcionalidad de la región prefrontal del cerebro: paraliza otros sistemas, no pueden procesar la información y se dan problemas físicos, como los estomacales, por ejemplo”, explicó. Dar herramientas al paciente para que pueda “controlar algo de lo que le pasa” es clave para “que baje la ansiedad”.
Dr. Alonso Puig: “Puedes reducir la ansiedad de tu paciente si tomas la decisión de empezar a irradiar paz en lugar de proyectar tu propia ansiedad”
Otro de los “superpoderes” del escritor tiene que ver con el propio médico. “Puedes reducir la ansiedad de tu paciente si tomas la decisión de empezar a irradiar paz en lugar de proyectar tu propia ansiedad”, enunció. La capacidad de escucha, la calma del profesional sanitario ya tiene efectos beneficiosos en la ansiedad del paciente. Así lo indican algunos estudios. “Se ha visto que sentirse comprendido, escuchado y valorado por el oncólogo tiene impacto en la reducción del dolor físico de los pacientes. No porque el dolor sea algo mental, sino porque hay liberación de opioides endógenos”.
Pero el médico no está exento de sufrir ansiedad. La clave es “un pequeño espacio diario para la quietud”, defendió el médico, que puso a todo el auditorio a hacer un breve ejercicio de relajación, que recomendó hacer entre una y otra tarea a lo largo del día. “El ruido que tenemos a nivel consciente e inconsciente es brutal y está en la base del estrés crónico. No encontrar un espacio diario para la quietud es no cuidarse. Pocas personas como los médicos necesitamos tanto entrar en esos momentos de quietud”, concluyó.
Dr. Alonso Puig: “No encontrar un espacio diario para la quietud es no cuidarse. Pocas personas como los médicos necesitamos tanto entrar en esos momentos de quietud”
Según datos del Ministerio de Sanidad correspondientes a 2020, en España la ansiedad afectaba al 4,5% de hombres y a casi el doble de mujeres, el 8,8%. Y esos son los casos que se conocen. La cifra aumenta hasta el 10,4% de la población española que tiene algún signo o síntoma de ansiedad. Un informe científico publicado en marzo de 2022 indicaba que durante el año que irrumpió la pandemia de Covid-19 la prevalencia de ansiedad y depresión aumentó un 25% en todo el mundo.
¿Y cómo se abordan estos trastornos? “Los abordamos regular”, admitió la Dra. Olmo, “es complejo, porque no es lo mismo un trastorno de ansiedad que otro”. La clave es poder “diagnosticar de forma precoz”, una tarea que no es sencilla. “Medicalizamos muchos problemas de la vida diaria y eso dificulta más la identificación de la ansiedad patológica”. Los pasos a dar pasan por identificar y evaluar el trastorno, educar al paciente sobre la ansiedad y su tratamiento y hacer un seguimiento activo.
Dra. Olmo: “Medicalizamos muchos problemas de la vida diaria y eso dificulta más la identificación de la ansiedad patológica”
Las guías recomiendan hacer un tratamiento escalonado, tratando a los pacientes con riesgo de ansiedad o con ansiedad leve con medidas no farmacológicas y “asociar medidas farmacológicas si hace falta, cuando la ansiedad es moderada o intensa”. Entre las cosas que no debe hacer el médico de familia ante la ansiedad es hacer “un uso crónico de benzodiacepinas” o evitar dedicar tiempo para explicar efectos secundarios de estos fármacos. “Tampoco debemos utilizar en primera línea de tratamiento un neuroléptico y dejar de derivar al paciente cuando lo precisa”, añadió.