Redacción
Una investigación realizada por farmacéuticos hospitalarios ha analizado 462 mezclas análgesicas por vía parental en los hospitales españoles, donde la morfina se sitúa como el principal analgésico de estas combinaciones para su administración parental.
El estudio se ha publicado en forma de artículo en la revista Farmacia Hospitalaria bajo el título de Mapa de utilización de mezclas analgésicas por vía parenteral en España. Proyecto Medpain. Este proyecto define una mezcla analgésica como la preparación de al menos dos fármacos en un mismo contenedor para administración vía parental, con finalidad analgésica. Estas mezclas incluyen en su mayoría opioides como la morfina junto a otros medicamentos coadyuvantes: antieméticos, antiespasmódicos o sedantes.
Catalina Lara: “La administración parenteral de mezclas analgésicas es una realidad. Nuestro objetivo es conocerlas y aportar la información necesaria para que se utilicen con la mayor seguridad para el paciente”
La analgesia “es necesaria en cualquier centro sanitario y la administración parenteral de mezclas analgésicas una realidad. Nuestro objetivo es conocer estas mezclas y aportar la información necesaria para que se utilicen con la mayor seguridad para el paciente”, explica Catalina Lara, coautora de la publicación, farmacéutica del Hospital Universitario La Paz de Madrid y miembro de grupos de trabajo de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). En una segunda fase del proyecto quieren “documentar toda la información que las avale por la seguridad del paciente que las recibe”, añade.
Con el proyecto Medpain se han identificado 462 mezclas analgésicas utilizadas en los hospitales españoles; en su conjunto son 137 combinaciones de medicamentos a distintas concentraciones, con distinto suero o en diferente contenedor, para su administración vía intravenosa, epidural o cualquier otra vía parenteral.
Prácticamente la mitad de las mezclas analgésicas se utilizan en el tratamiento del dolor agudo (49,6%), principalmente para dolor postoperatorio (73%)
En cuanto a su indicación, prácticamente la mitad de las mezclas se utilizan en el tratamiento del dolor agudo (49,6%), principalmente para dolor postoperatorio (73%). La segunda indicación más frecuente es sedación paliativa (28,9%). El uso en dolor crónico y sedoanalgesia es minoritario en las mezclas notificadas. La principal indicación en dolor crónico es el dolor oncológico (50%).
Según destacan los autores “en nuestros hospitales no vale cualquier mezcla, además de conseguir la analgesia debe mejorar la calidad de vida del paciente. Para administrar la mezcla de dos o más medicamentos se requieren estudios de estabilidad físico-química y de seguridad biológica que apoyen la seguridad de esa mezcla”.
“En nuestros hospitales no vale cualquier mezcla, además de conseguir la analgesia debe mejorar la calidad de vida del paciente”
“La variabilidad existente apoya el objetivo final de nuestro proyecto: conocer su estabilidad e idoneidad para seguir utilizándolas. El farmacéutico de hospital aporta mucha información necesaria para el trabajo diario de los profesionales sanitarios y para la seguridad del paciente al recibir este tipo de analgesia”, concluyen los autores del artículo.