Las muertes por ictus pueden aumentar un 45% en los próximos 10 años si no se toman medidas preventivas

Las estadísticas estiman que una de cada cuatro personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida

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Redacción
Si no se toman medidas preventivas, se espera un aumento del 45% en las muertes por ictus en los próximos 10 años y un aumento del 25% en el número de supervivientes con discapacidad en Europa. Así se puso de manifiesto durante el Encuentro científico y social sobre el ictus, organizado por la Fundación Freno al Ictus, junto con la Sociedad Española de Neurología (SEN) y el Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la SEN, con el apoyo de GMP, en el marco del Día Mundial del Ictus. El objetivo de este evento fue analizar el impacto del ictus en España.

El ictus es la principal causa de discapacidad adquirida en adultos y representa la segunda causa de muerte

Este trastorno cerebrovascular, que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, puede tener efectos devastadores en la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Según las proyecciones de la SEN, se estima que en menos de 15 años el número de casos de ictus aumentará en un 35%.

Enfocarse en la prevención es crucial, ya que una proporción significativa de casos de ictus pueden evitarse al controlar los factores de riesgo modificables. Estos incluyen la gestión de la presión arterial, los niveles de colesterol y la diabetes, así como la reducción del consumo de alcohol y tabaco, junto con la promoción de una dieta saludable y la práctica regular de ejercicio físico. “El control estricto de los factores de riesgo vascular, los hábitos de vida saludables y el cumplimiento del tratamiento puede reducir el riesgo de recurrencia hasta en un 80%, explicó la Dra. María del Mar Freijo Guerrero, neuróloga en el Hospital Universitario de Cruces de Bilbao y coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN.

Una proporción significativa de casos de ictus pueden evitarse al controlar los factores de riesgo modificables

Por su parte, Francisco Fernández, representante de la Fundación Gmp por la Integración de las Personas con Discapacidad Intelectual y DCA, resaltó la importancia de aumentar la conciencia sobre esta enfermedad y la comunidad de personas afectadas. En concreto, hizo referencia a la reciente certificación del edificio Orense 34 como ‘Espacio Cerebroprotegido‘. Así, señaló que este logro convierte al edificio en el séptimo en obtener esta certificación, asegurando que el 100% de los empleados ha recibido formación “para detectar y responder de manera eficiente a situaciones inesperadas y no deseadas de ictus dentro de sus instalaciones”.

Apoyo post-ictus y neurorrehabilitación

En la sesión científica, la Dra. María del Mar Freijo Guerrero resaltó la importancia del apoyo post-ictus para pacientes y cuidadores. En este sentido, destacó cifras mundiales alarmantes, como las 6,6 millones de muertes por ictus en 2020, con una proyección de aumento del 150% para 2050. En Europa, un millón de personas son afectadas y fallecen, y representa el 35% de discapacidad en el adulto siendo su principal causa. Freijo subrayó la necesidad de promover la conciencia sobre factores de riesgo vascular y estilos de vida saludables, señalando la falta de conocimiento general sobre el ictus, revelada por el 62% de los pacientes con un conocimiento limitado antes del episodio y el 22% después.

Además, resaltó la importancia de una detección temprana en la fase hiperaguda, enfatizando la relevancia de buscar atención médica urgente a través del 112 al presentarse síntomas de ictus. En su conclusión, enfatizó la importancia de brindar apoyo tanto al paciente como a los cuidadores después de un episodio de ictus, con el objetivo de mitigar su impacto en la calidad de vida de ambas partes.

Por su parte, el Dr. Joan Ferri Campos, presidente de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación (SENR), presentó los avances más recientes en este ámbito, subrayando que la neurorrehabilitación es un proceso que requiere la implementación de una serie de metas específicas dirigidas hacia un tratamiento estratégico a largo plazo. Este enfoque abarca el cuidado integral y activo de los pacientes con discapacidades, así como el apoyo a sus familias.

La neurorrehabilitación puede generar beneficios significativos y representa una vía esperanzadora para aquellos que experimentan una discapacidad de origen neurológico

Según se ha evidenciado, este proceso puede generar beneficios significativos en términos de mejora funcional, reducción de complicaciones y disminución de costos asociados a la atención continua, lo que a su vez conlleva un aumento en la esperanza de vida y en la calidad de vida en general. Ferri enfatizó que la neurorrehabilitación representa una vía esperanzadora para aquellos que experimentan una discapacidad de origen neurológico.

Impacto social

Durante el acto, también se abordó la patología desde su dimensión social a través de una cercana charla sobre daño cerebral invisible presentada por la psicóloga clínica Aurora Lassaletta Atienza, autora del libro “El Daño Cerebral Invisible” y presidenta de la Asociación Daño Cerebral Invisible.

El ictus puede ocasionar lesiones cerebrales visibles e invisibles, y sus efectos no siempre son evidentes de inmediato. Además de los problemas de movilidad, puede generar secuelas cognitivas, conductuales, emocionales, comunicativas y físicas. Es crucial comprender que estas secuelas no reflejan la voluntad de la persona, sino que son el resultado de una lesión orgánica en el cerebro. “Reconocer y comprender estas secuelas puede mejorar la autoestima y facilitar la reconstrucción de la personalidad de los afectados”, destacó durante su intervención Lassaletta.

El tiempo es cerebro, saber identificar y actuar en caso de ictus es fundamental para reducir mortalidad y discapacidad

El Dr. Marcos Ríos-Lago de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana y el departamento de psicología básica II de la UNED, explicó que las lesiones cerebrales pueden ocasionar una variedad de alteraciones físicas, cognitivas y emocionales. Algunas de estas dificultades son visibles externamente, mientras que otras requieren una interacción cercana para ser detectadas.

Estas alteraciones “invisibles pueden tener un impacto significativo en el estado de ánimo, la fatiga, la memoria y la atención, afectando la calidad de vida y la participación en la sociedad. Sin comprender la relación entre estas dificultades y la lesión cerebral, la sociedad puede malinterpretarlas, lo que coloca una carga adicional en los pacientes para desempeñarse sin errores. “De este modo es muy importante que los pacientes, las familias y los profesionales, seamos conscientes de la gravedad de estos síntomas y los consideremos adecuadamente”, resaltó.

Julio Agredano Lozano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, habló del impacto de la divulgación sobre la patología y su contribución a los afectados y familiares. A su juicio, ha tenido un impacto significativo en la conciencia de la sociedad “brindado un apoyo crucial tanto a pacientes como a su entorno. Hoy en día, el ictus es una enfermedad mucho más reconocida en nuestra comunidad, gracias a la colaboración conjunta de la comunidad científica, social y empresarial”. Finalmente, enfatizó la necesidad continua de crear conciencia sobre sus factores de riesgo y la importancia del tiempo en su detección y tratamiento oportuno.

Este acto contó con el apoyo de Sanofi, la alianza Bristol Myers Squibb-Pfizer, Medtronic, Abbvie, Novo Nordisk Pharma SA, Bayer, Daiichi Sankyo, Boehringer Ingelheim, Ipsen y Novartis.

Campaña “Ictus y colesterol”

Durante la jornada se presentó la campaña divulgativa “ictus y colesterol”, cuyo objetivo principal es informar a la población sobre los riesgos asociados a niveles elevados de colesterol, riesgos que pueden ser prevenibles mediante un control y seguimiento adecuados, así como a través de medidas de prevención. El enfoque se centra en destacar el colesterol como un factor de riesgo significativo en la aparición de ictus para aumentar la concienciación en la sociedad en general sobre la importancia de mantener niveles de colesterol saludables.

Esta campaña cuenta con el aval social de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (Aeemt), y ha sido posible gracias a la colaboración de Sanofi.

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