“No es realista imponer plazos rígidos en listas de espera a las comunidades en un sistema descentralizado como el español”

Carlos Rus, de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), analiza en esta entrevista las claves del acuerdo entre ekl PSOE y Sumar en materia sanitaria

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Redacción
El acuerdo entre PSOE y Sumar ha sembrado inquietud en la sanidad privada española. La aprobación definitiva de la Ley de Equidad, que se quedó pendiente en la pasada legislatura es la principal causa de incertidumbre hoy en el sector. Carlos Rus, presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), advierte en esta entrevista para iSanidad que la aplicación de esta normativa tendría un impacto negativo tanto en el gasto sanitario público como en las listas de espera.

El pacto PSOE-Sumar recupera la Ley de Equidad que se quedó pendiente en la pasada legislatura, ¿qué impacto tendría en el gasto sanitario y en las listas de espera?
La recuperación de la Ley de Equidad tendría un impacto significativo en el gasto sanitario y en las listas de espera. En cuanto al gasto, es importante tener en cuenta las diferencias de precios entre la sanidad pública y privada. Según un análisis realizado en el informe ASPE 2022, los precios concertados son significativamente inferiores a los precios públicos en la mayoría de los procedimientos quirúrgicos, diagnósticos y de alta complejidad analizados. Esto significa que la eliminación de la colaboración público-privada reduciría la eficiencia del sistema y aumentaría el gasto público de manera considerable. Además, esta cooperación ha sido siempre una herramienta efectiva para abordar las listas de espera, por lo que la Ley de Equidad dejaría a miles de pacientes en una situación de espera prolongada.

“La recuperación de la Ley de Equidad tendría un impacto significativo en el gasto sanitario y en las listas de espera”

En el acuerdo se establecen plazos límite por ley para las listas de espera, ¿es realista una ley que obligue a las comunidades autónomas a cumplir unos plazos, cuando estas competencias dependen precisamente de las autonomías?
No es realista imponer plazos rígidos a las comunidades autónomas en un sistema descentralizado como el español. Además, si al mismo tiempo se pretende reducir la colaboración público-privada, esto podría empeorar la situación. Ya existe una normativa nacional del año 2011 que fija los tiempos máximos en 180 días para las listas de espera quirúrgicas, 60 días para las de consultas y 30 días para las pruebas diagnósticas y no se consigue cumplir en su totalidad. Es evidente que la imposición de plazos más estrictos podría dificultar aún más la gestión de las listas de espera. La colaboración entre el sector público y privado ha demostrado ser efectiva para abordar este problema, por lo que sería más conveniente trabajar en mejorar esta colaboración que en imponer plazos inflexibles.

¿Qué puede aportar la sanidad privada a las listas de espera?
La sanidad privada es una valiosa “válvula de escape” ante las necesidades puntuales de la sanidad pública. Durante la fase aguda de la pandemia de Covid-19, la sanidad privada demostró su utilidad al poner sus recursos a disposición de la Administración para aliviar la presión asistencial. Y es un hecho que, después de la pandemia, la sanidad pública se está encontrando con dificultades a la hora de hacer frente a la altísima demanda sanitaria que se está produciendo. La sanidad privada está ayudando a la pública a absorber toda esa demanda y está haciendo grandes esfuerzos para incrementar su capacidad y su oferta de servicios sanitarios.

“La colaboración entre el sector público y privado permite una distribución más eficiente de los recursos y la atención médica”

Por otro lado, la sanidad privada ofrece una serie de valores añadidos, como la personalización y la accesibilidad a médicos especialistas, y los pacientes son conscientes de los esfuerzos que el sector está realizando para poder mantener la calidad asistencial.

¿Cómo ayudan los hospitales privados a mitigar la presión económica y asistencial?
La sanidad privada está siempre a disposición de la Administración para ayudar a mitigar la creciente presión económica y asistencial en el sistema de salud gracias a la puesta en marcha de nuevos hospitales y al refuerzo de las plantillas. Cabe destacar que la sanidad privada es un sector económico fuerte que empleó a más de 373.400 profesionales en 2022, siendo la mayor cifra de ocupación desde que hay registros en el ámbito de la sanidad y suponiendo un incremento de la contratación del 36% con respecto a 2013.

La colaboración entre el sector público y privado permite una distribución más eficiente de los recursos y la atención médica. Esto contribuye a mejorar la capacidad asistencial del sistema de salud en su conjunto y a reducir la presión económica, ya que el sector privado puede absorber parte de la demanda de servicios de salud, aliviando la carga financiera sobre el sector público.

“El modelo Muface ha demostrado ser un éxito que aporta un gran ahorro a la sanidad española y acabar con él podría poner en serios problemas la viabilidad de nuestra sanidad”

Una de las reivindicaciones de la izquierda es acabar con el modelo Muface, ¿qué sucedería si bajara el número de asegurados y pasaran todos a la sanidad pública?
El modelo Muface ha demostrado ser un éxito que aporta un gran ahorro a la sanidad española y acabar con él podría poner en serios problemas la viabilidad de nuestra sanidad. Por lo que es necesario garantizar su correcta financiación y establecer mecanismos que aseguren que los prestadores de servicios de salud reciben una mejor y mayor financiación para atender a los mutualistas. La desaparición de Muface sin una alternativa eficaz podría aumentar la presión sobre la sanidad pública y provocar problemas financieros significativos.

¿Cómo impactaría la reducción de la jornada laboral en el funcionamiento de hospitales y clínicas privadas?
La reducción de la jornada laboral en el sector sanitario puede tener un impacto negativo en el funcionamiento de hospitales y clínicas privadas, así como en el conjunto del sistema de salud, ya que el principal problema que este enfrenta es la escasez de profesionales. Reducir la jornada laboral no haría más que empeorar esta situación. Es esencial abordar la escasez de personal de manera efectiva y garantizar la disponibilidad de profesionales de la salud para brindar atención de calidad a los pacientes.

A partir de todo esto, ¿qué tipo de sanidad tendríamos en España sin los hospitales privados?
Sin los hospitales privados, la sanidad española enfrentaría graves desafíos. Y es que, según datos publicados en el Informe ASPE 2022, el sector privado asume una parte muy relevante de la actividad asistencial que se lleva a cabo en nuestro país. Concretamente, atiende el 42% de las intervenciones quirúrgicas, el 31% de las estancias, el 28,3% de las consultas y el 31% de las urgencias. Su contribución es esencial para aliviar la presión sobre el sistema público y garantizar una atención sanitaria eficaz y accesible en España.

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