España vaciada, cáncer y medicina rural: “Son muchos los diagnósticos que salen de nuestras consultas”

Escuchar, intentar resolver problemas para evitar desplazamientos innecesarios a sus pacientes de cáncer, incluso, diagnosticar un tumor, son realidades que vive en su consulta, en un entorno rural, la Dra. Elisa Alcantarilla

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Gema Maldonado
Tratar a un paciente con cáncer no es solo administrarle la más novedosa de las terapias, ni que le intervenga el equipo de expertos oncólogos y cirujanos de un gran hospital. Tratarlos también es escuchar sus miedos, sus dudas, prestarle atención y hacer un poco de “terapia psicológica”. Y eso lo sabe bien la Dra. Elisa Alcantarilla, médica de familia en el Centro de Salud de Coín, un área rural que, aunque cercana a Málaga, incluye pequeños pueblos sin centro de salud propio, con una carretera a la capital que invita poco al desplazamiento de una población muy envejecida. “Tienen la sensación de que el hospital está lejísimos, para ellos 40 kilómetros es mucho”, cuenta a iSanidad.

No es fácil encontrar datos sobre el cáncer en España que distingan la prevalencia y la incidencia en las zonas rurales y poco pobladas de las áreas urbanas. Lo más parecido es el Atlas de la Mortalidad del Cáncer en Portugal y España en el periodo 2003-2012, un amplio estudio que publicó el año pasado el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII. Muestra el riesgo relativo de morir en cada municipio por una decena de tumores.

“En una zona urbana, los pacientes tienden a ponerse en contacto directamente con su servicio de oncología o van a urgencias. En el ámbito rural se acercan más a nosotros”

Por ejemplo, hay más riesgo de morir por cáncer de pulmón en Castilla-La Mancha, Extremadura y en la mitad occidental de Andalucía. Es solo un ejemplo de otros que pueden extraerse. Muchas de ellas son zonas con una población añosa. Riesgos por exposición a determinados factores ambientales, dificultades para desplazarse a centros sanitarios o desigualdades económicas, pueden ser razones que estén detrás.

En cualquier caso, los especialistas de familia que ejercen la medicina rural atienden y siguen a los pacientes con cáncer y les evitan desplazamientos, con una atención que, como en el caso del cupo de la Dra. Alcantarilla, puede llegar a ser de 24 horas todos los días. En esto tiene mucho que ver una figura que se convierte en esencial en un entorno rural: el enfermero de enlace. En el último Congreso Nacional de Semergen, la Dra. Alcantarilla compartió con sus colegas herramientas útiles para abordar el cáncer desde la medicina rural.

¿Es diferente la atención en cáncer en zonas rurales y urbanas?
Hay un cierto cambio puesto que en las zonas rurales quizá el contacto entre el médico de familia y el paciente es más directo y más cercano; ante el más mínimo problema recurren a nosotros. Creo que en una zona urbana, si estos pacientes tienen un problema, tienden a ponerse en contacto directamente con el servicio de oncología o con un servicio de urgencias. En el ámbito rural se acercan más a nosotros como primer nivel de atención.

“En el mundo rural tenemos algo muy bueno: podemos decirle a nuestro paciente con cáncer que se quede en casa y nosotros intentamos solucionar su problema. Muchos de estos pacientes no tienen medios para desplazarse ni familiares que los lleven”

¿Qué debe tener en cuenta el médico rural para atender a los pacientes de cáncer?
En las zonas rurales tenemos algo muy bueno: podemos decirle a nuestro paciente que no se preocupe, que se quede en casa y nosotros intentamos solucionar su problema. Nosotros nos ponemos en contacto con el enfermero de enlace o intentamos hablar con el servicio de oncología que trata al paciente o buscamos cómo resolver el problema para llamarles ya con una solución. De esta forma intentamos evitarles desplazamientos a un hospital que puede estar a una hora o más, por comodidad porque suelen ser personas más frágiles. Muchos de estos pacientes no tienen medios para desplazarse ni familiares que los lleven. Creo que esta forma de atención en una ciudad no se da teniendo un hospital a 10 minutos, estos pacientes acaban en el hospital y creo que la atención se despersonaliza.

Por otro lado, cuando se es el primer escalón de la atención, se hace un esfuerzo mucho más importante en actualizar conocimientos, en estar al tanto de nuevos avances, de los efectos secundarios de las terapias, etc. Mis pacientes están muy acostumbrados a que les diga que esperen un momento, que tengo que mirar en Internet sobre un tema. Utilizamos internet continuamente para actualizarnos.

“Mis pacientes están muy acostumbrados a que les diga que esperen un momento, que tengo que mirar en Internet sobre un tema. Utilizamos internet continuamente para actualizarnos”

¿Cómo es la comunicación entre ustedes y el hospital de referencia?
Tenemos un enfermero de enlace entre la atención hospitalaria y la atención primaria y tiene un fácil acceso a estos especialistas. Si es necesario, el enfermero de enlace habla con secretaría del servicio de oncología y nos pone en contacto telefónico para intentar solucionar el problema del paciente de una forma mucho más rápida.

¿Y si un paciente de cáncer tiene un problema en fin de semana o de madrugada?
En mi caso, nuestro enfermero de enlace está disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, todos mis pacientes tienen su teléfono personal. Y es así porque él quiere y porque la circunstancia lo va dando. Muchos de mis pacientes tienen mi teléfono, pero saben que me pueden llamar solamente para casos de emergencia.

“Muchos de mis pacientes tienen mi teléfono y todos tienen el número del enfermero de enlace. Es así porque él quiere y porque la circunstancia lo va dando”

Si es necesario, el enfermero de enlace se pone en contacto con el oncólogo de guardia. Otras veces tenemos que trasladarlos en ambulancia. Pero hay que hablar con el paciente, porque en el medio rural se da mucho el paciente que quiere estar en su casa, en su cama y que le solucionen desde ahí. Esto es algo que no se da tanto en la ciudad.

¿Cuáles son las razones más habituales que llevan a los pacientes de cáncer del entorno rural a su consulta?
Muchas veces son miedos, inseguridades y dudas en cuanto al tratamiento y sus efectos secundarios. Tienden a achacharlo todo a la enfermedad, pero no siempre todo lo que les pasa es por el cáncer, muchas veces presentan otras comorbilidades que hay que valorar y tratar. A menundo vienen a la consulta y dan rodeos, estás tiempo con ellos, porque yo no miro el reloj cuando estoy con ellos, hay pacientes que necesitan un minuto y otros requieren 20 minutos. Y muchas veces simplemente necesitan hablar porque tienen temores y porque en casa tratan de mantener la compostura. Llegan a la consulta y se derrumban porque saben que les estás entendiendo.

“A menundo vienen a la consulta y dan rodeos, muchas veces simplemente necesitan hablar porque tienen temores y porque en casa tratan de mantener la compostura”

Cuando se van, pienso, ¿y que has hecho por ellos en este rato? Pues escucharles. Con eso, muchas veces algunos de los problemas están solucionados. Ocurre lo mismo en la atención domiciliaria, donde es muy importante dedicarle mucho tiempo, son además pacientes muy agradecidos. Por eso creo que hay veces en las que no es tanto el apoyo científico como el apoyo moral lo que necesitan.

¿Qué tratas de transmitir a tus colegas en tus talleres?
Abordamos herramientas para unir la atención hospitalaria con la atención primaria. Creo que la atención primaria cobra mucha importancia porque, como se ha demostrado, por ejemplo en el cáncer de mama, no se diagnostican más tumores en la atención hospitalaria que en la atención primaria. Manteniendo una buena relación con el paciente, el porcentaje de diagnósticos es muy similar en un nivel y en otro.

“Cuando avalamos una sospecha de cáncer con una prueba no reglada como es la ecografía en primaria, es más fácil justificar la petición de otras pruebas”

Son muchos los diagnósticos que salen de nuestras consultas. Algunas pruebas las podemos hacer in situ, como las ecografías. En mi centro de salud hace unos años no teníamos ecógrafo y ahora está prácticamente en mi consulta continuamente. Lo estamos manejando y estamos instruyendo a los nuevos residentes. Y es importante porque cuando avalamos una sospecha de cáncer con una prueba no reglada como es la ecografía en primaria, es más fácil justificar la petición de otras pruebas. Y yo me apoyo mucho en el enfermero de enlace en este sentido, porque sola no se puede hacer todo. En el ámbito rural nos apoyamos todos.

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