Cristina Cebrián
El virus respiratorio sincitial (VRS) normalmente se asocia con bebés y recién nacidos. Sin embargo, también puede provocar graves complicaciones en ancianos y personas con enfermedades crónicas, como la diabetes. Por ello es importante prestar atención a estos escenarios y lograr una mayor concienciación entre los profesionales sanitarios para alcanzar un diagnóstico de infección por VRS cuantos antes. Aunque no existe tratamiento en adultos, detectar la infección en estas personas evita la prescripción de otros tratamientos innecesarios.
El riesgo de desarrollar enfermedad grave derivada del VRS empieza a aumentar cuando las personas envejecen, tal y como destaca la periodista Rachel Nuwer en un artículo publicado en la revista Nature. Solo en Estados Unidos, cada año el VRS causa alrededor de 159.000 hospitalizaciones, 119.000 visitas a urgencias y 1,4 millones de citas ambulatorias en personas adultas.
Solo en Estados Unidos, cada año el VRS causa alrededor de 159.000 hospitalizaciones, 119.000 visitas a urgencias y 1,4 millones de citas ambulatorias en personas adultas
Asimismo, las tasas de mortalidad en pacientes hospitalizados por VRS se sitúan en torno al 6-8% y esto supone que entre 9.500 y 12.700 ancianos mueren cada año a consecuencia de este virus en EE. UU. Aun así, “el VRS todavía no se reconoce como una causa de enfermedad respiratoria grave en adultos”, advierte en este reportaje americano el Dr. Edward Belongia, epidemiólogo en el Marshfield Clinic Research Institute de Wisconsin.
Los médicos estadounidenses incluso alertan de que muchos profesionales sanitarios no conciben un diagnóstico de infección por este virus en adultos. “Se sigue conociendo como un patógeno principalmente pediátrico, pero cada vez es un problema mayor en medicina”, comenta la Dra. Ann Falsey, especialista en enfermedades infecciosas en el University of Rochester Medical Center de Nueva York.
Este desconocimiento generalizado puede deberse, en parte, al desarrollo del sistema inmunitario a medida que crecemos y al aumento de las vías respiratorias, ya que “generalmente el VRS deja de ser un problema”, matiza el Dr. Harish Nair, epidemiólogo y especialista en VRS en la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido. Sin embargo, el riesgo de VRS en adultos aumenta cuando la diabetes o enfermedades cardiovasculares o respiratorias están presentes en el paciente.
Muchos sanitarios no conciben un diagnóstico de infección por este virus en adultos. “Se sigue conociendo como un patógeno principalmente pediátrico”, advierte la Dra. Ann Falsey
Las vacunas que vienen
La protección de los adultos frente al VRS también es un asunto para el que los especialistas piden más concienciación, particularmente entre los sanitarios: “Si estos no son conscientes de que el VRS es un patógeno que afecta a los adultos, nunca recomendaran la vacunación frente al virus”, apunta la Dra. Helen Chu, especialista en infecciones respiratorias virales en la Universidad de Washington, en Seattle.
En este sentido, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), aprobó el pasado mes de mayo dos vacunas para adultos que mostraron una elevada eficacia. Además, actualmente hay otras dos vacunas “prometedoras” que han completado la fase III de investigación y que podrían estar disponibles a finales del 2024. Una de ellas, desarrollada por la farmacéutica británica GSK, mostró una eficacia cercana al 83% en la prevención del VRS en adultos mayores de 60 años y de casi el 95% en aquellos con al menos una condición médica subyacente.
Actualmente hay dos vacunas “prometedoras” que han completado la fase III de investigación y podrían estar disponibles a finales del 2024
La segunda vacuna pendiente de aprobación pertenece a la compañía Pfizer y ha demostrado niveles de eficacia similares a la primera, cercanos al 86% en adultos mayores de 60 años. Asimismo, la biotecnológica Moderna está trabajando en el desarrollo de una vacuna basada en la tecnología de ARN mensajero y otra biotecnológica danesa, Bavarian Nordic, está creando una vacuna a partir de adenovirus para luchar contra el VRS. “Probablemente tengamos muchas opciones para elegir”, asegura el Dr. Nair.
El epidemiólogo insiste en que la clave de todo está en que, además de contar con estas vacunas, se recomienden como parte de la inmunización frente al VRS en este grupo de edad. Y esto no solo debe aplicarse en Estados Unidos, sino también en el resto de países, incluido España.