Luis de Haro. Director general de iSanidad
¿Qué puede hacer la nueva ministra, Mónica García, por el mito de la sanidad pública? Que la sanidad pública es gratuita y universal es un mito, nada ha hecho más daño a la sanidad pública que esa expresión. De hecho, ya supera los 80.000 millones de presupuesto entre todas las comunidades autónomas. Gratis, lo que se entiende por gratis, no es. Por otro lado, la sanidad privada siempre ha estado a favor de la sanidad pública. Solo alguien con comportamientos irracionales, impredecibles o perjudiciales, podría tomar decisiones en favor de una o de otra. La falta de colaboración tendría consecuencias negativas para todo el sistema sanitario. Lo que se espera de Mónica García al frente de Sanidad son decisiones basadas en evidencias científicas, con criterio sanitario y con criterio económico. Eso pasa por la colaboración con expertos en las distintas áreas y trabajar para mejorar el sistema. La estabilidad, el consenso y la toma de decisiones informadas son esenciales para promover la salud pública y el bienestar general.
La sanidad pública no es gratis, ya supera los 80.000 millones de presupuesto entre todas las comunidades autónomas
Lo que se espera de la nueva ministra es que tome decisiones profesionales, que para eso médico. Si se le pedía a los que eran filósofos, ¿no se les va a pedir a los que son médicos? Lo peor que puede hacer Mónica García es convertir al sistema sanitario en un espacio de confrontación. No se lo merecen ni los pacientes, ni los profesionales ni la sociedad. El Ministerio debe ser espacio de consenso, de encuentro entre los profesionales con mayor conocimiento.
El gran reto de la sanidad pública, el gran mito, es que sea para todos, elegida y deseada por todos. Sería terrible que la sanidad pública fuera obligatoria, igual de malo sería que la privada fuera también obligatoria. El sistema sanitario no tiene que servir para reivindicar nada, tiene que dar la mejor cobertura a los pacientes, utilizando todos los recursos posibles.
Ahora Mónica García tiene que pasar de estar en la oposición a estar en el gobierno. Ya no vale con reclamar, hay que conciliar todos los intereses y ejecutar. Hay que resolver, por ejemplo, los problemas de la sanidad de Ceuta y Melilla que lleva más de ochos meses de huelga. Si los médicos de allí se quejan de falta de recursos, habrá que trabajar para conseguírselos. Como ministra del ramo tendrá que intentar atraer inversores que quieran aprovechar las oportunidades de la industria sanitaria.
El gran reto de la sanidad pública, el gran mito, es que sea para todos, elegida y deseada por todos
La privatización es otro mito de la sanidad pública. Las mareas blancas a finales de 2012 crearon el lema la sanidad pública no se vende, se defiende. Buscar el ahorro no es sinónimo de privatizar, es sinónimo de inteligencia. Cuántos más recursos haya disponibles para la sanidad pública mejor para todo el sistema. Limitar los apoyos a la sanidad pública es de mentes estrechas. Es el momento de Mónica García, es el momento de la sanidad pública y todos los que apuestan por ella.