Investigación sobre familias vulnerables: “Nos va a permitir identificar el impacto de los determinantes sociales sobre la salud cardiovascular” 

Dr. Pablo Pérez Martínez, investigador, médico internista del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y director del Imibic

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G.M.
La inseguridad alimentaria está instalada en una parte no desdeñable de la población española. Y se relaciona muchas veces con la obesidad. Pobreza y desigualdad socioeconómica son factores que afectan a la salud de las familias, algo que ya se conoce a través de estudios.

El Dr. Pablo Pérez Martínez, director científico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), ciudad donde ejerce también como médico internista y profesor de medicina, lidera una investigación sobre el impacto que la educación nutricional y de hábitos de vida saludable, a través de redes sociales y mensajería instantánea, tiene sobre un grupo de población vulnerable en la que también estudia su salud circadiana.

Su proyecto, llamado Crono E-Ducass (Crono-nutrición y Educación Digital en Alimentación Saludable y Sostenible): Influencia de la salud circadiana en un programa de intervención sostenible de alfabetización en nutrición, fue el ganador del primer premio de la convocatoria de Ayudas de Investigación en Nutrición que concedió el pasado mes de marzo Herbalife e iSanidad, dotado con 5.000 euros. El trabajo está en su segundo año de intervención con 162 familias de tres barrios desfavorecidos de la ciudad andaluza. Aún faltan unos meses para conocer sus resultados, pero el Dr. Pérez Martínez comparte con iSanidad los avances de la investigación.

“La investigación se enmarca en el concepto de la cronobiología, que estudia los ritmos circadianos y se basa en un reloj central, que se sitúa en el cerebro, que regula numerosos relojes periféricos que se sitúan en el resto del organismo”

¿Hasta qué punto influyen los ritmos circadianos en nuestra salud y en el control de la obesidad?
La investigación se enmarca en el concepto de la cronobiología, que estudia los ritmos circadianos y se basa en un reloj central, que se sitúa en el cerebro, y que a su vez regula numerosos relojes periféricos que se sitúan en el resto del organismo, como el tejido adiposo si hablamos de obesidad. Estos relojes se activan o desactivan en base a ciertos estímulos, como son el ciclo de la luz y la oscuridad, la alimentación, el ejercicio o el sueño, de tal forma que, por ejemplo, un estilo de vida con hábitos inadecuados va a favorecer que se produzca una cronodisrupción, que puede desencadenar el desarrollo de la enfermedad, como la obesidad, la hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Un ejemplo de ello tiene que ver con el sueño. Hoy sabemos que las personas que tienen un acortamiento en la duración del sueño pueden tener un mayor apetito que se vincula a la obesidad debido a ciertos mecanismos de regulación de hormonas como lectina y la grelina. También este acortamiento del tiempo del sueño va a favorecer fenómenos de inflamación, de estrés oxidativo y de aumento de la actividad simpática. Esto facilita que se produzca un aumento de la presión arterial o de la arterioesclerosis, que es un mecanismo de las enfermedades cardiovasculares.

“En la sociedad actual, estos relojes periféricos están completamente desincronizados”

En la sociedad actual, estos relojes periféricos están completamente desincronizados. El hecho de que, por ejemplo, nos acostemos prácticamente después de abandonar las pantallas luminosas de teléfonos y ordenadores y es muy perjudicial para nuestra salud.

En su investigación se habla de inseguridad alimentaria. ¿Qué se puede considerar inseguridad alimentaria en España?, ¿hay muchas familias vulnerables que la sufren?
El término de inseguridad alimentaria describe la situación en la que la persona no tiene acceso o no puede comprar suficientes alimentos, o que esos alimentos sean suficientemente nutritivos y saludables para el bienestar general. Existen diferentes grados: severa, moderada y leve. En sus últimos informes de 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (la FAO), señalaba que en España había en torno a cuatro millones de personas que sufren inseguridad alimentaria. Otros estudios más pequeños cifran entre un 10 y un 13% los hogares españoles que experimentan inseguridad alimentaria. Si de media hay tres o cuatro personas por hogar, serían unos seis millones de personas.

Según el último informe de la FAO en España hay en torno a cuatro millones de personas que sufren inseguridad alimentaria. Estudios más pequeños cifran entre un 10 y un 13% los hogares españoles que experimentan inseguridad alimentaria

Supongo que a estas familias con las que trabajan les está afectando la inflación a la hora de adquirir alimentos buenos para la salud
Efectivamente, cuando damos como médicos y nutricionistas recomendaciones para el seguimiento de un modelo de alimentación saludable, los participantes nos reflejan la dificultad que tienen para adquirir ciertos tipos de alimentos. Intentamos reducir el problema recomendado que los alimentos frescos sean de temporada, eso reduce el coste. En el caso del pescado, que suele ser caro, les recomendamos que tomen en los meses de verano pescados más baratos, como boquerones y sardinas, y en esta época que opten por pescado congelado, cuyo coste va a ser menor y las características nutricionales no se ven muy afectadas.

Es una realidad que, desafortunadamente, comer saludable cuesta dinero. Es más barato tomar alimentos ultraprocesados y grasas poco saludables, fundamentalmente aquellos productos que contienen palmítico, que es toda la bollería industrial. Esto está relacionado también con el nivel sociocultural, porque la cultura influye mucho a la hora de hacer una elección inteligente de los alimentos que vamos a tomar y también a su vez se encuentra muy relacionado con la capacidad adquisitiva que tienen las personas.

“Es una realidad que comer saludable cuesta dinero. Es más barato tomar alimentos ultraprocesados y grasas poco saludables”

¿Se han desarrollado ya los talleres con las familias seleccionadas?
Sí, en el modelo de desarrollo del estudio ya seleccionamos a las 162 familias que van a participar. Con todas ellas hicimos una primera intervención que consistió en un taller educacional sobre la importancia que tienen ciertos aspectos básicos sobre la salud, como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, y cómo están íntimamente ligados al estilo de vida, con un peso importante sobre la nutrición y el ejercicio físico. También intentamos conocer bien aspectos como la exposición lumínica, la calidad del sueño, etc., vinculados al funcionamiento de sus relojes internos e intervenir sobre ellos.

Después las familias fueron aleatorizadas en tres grupos. Un grupo es el control, en el que ya no hacemos una intervención posterior; un segundo grupo incluye familias con las que se hace una intervención tradicional basada en talleres específicos cada tres meses para seguir instruyéndoles sobre la importancia del consumo de una alimentación variada y de hábitos de vida como el ejercicio físico, el sueño, el tabaquismo o el consumo de alcohol.

“Tenemos una fotografía realista de esta población. El 90% tienen seguridad alimentaria y, de ellos, el 54% la sufren en su forma severa, la tasa de desempleo es del 50% y tienen un bajo nivel educativo”

En el tercer grupo se está interviniendo de forma digital a través de redes sociales y Whatsapp, les mandamos cada 15 días vídeos e infografías, materiales con los que puedan educarse sobre estilo de vida saludable. Estamos en el segundo año de intervención y terminaremos en abril de 2024. En ese momento, volveremos a ver a todas las familias y a hacerles las determinaciones analíticas y cuestionarios de nuevo. A partir de ahí empezaremos a analizar y sacar las conclusiones del estudio probablemente después del verano.

¿Se pueden empezar a sacar conclusiones de la investigación?
Lo que tenemos es una fotografía muy realista de esta población. Hemos identificado que es una población muy vulnerable; el 90% tienen inseguridad alimentaria, y de ellos, el 54% tiene inseguridad alimentaria severa, son personas con mucha dificultad para acceder a los alimentos y cuando acceden a ellos no son alimentos de calidad. Esto se acompaña de una tasa de desempleo que prácticamente es del 50% y tienen un bajo nivel educativo: la mitad de ellos llegan como máximo a estudios de primaria y solamente el 1% llegó a la universidad.

“El porcentaje de sobrepeso y obesidad en estas familias es el doble del que presentaría la misma población atendiendo a edad y características. Tienen una alta tasa de tabaquismo y son muy sedentarios”

Desde el punto de vista médico, el porcentaje de sobrepeso y obesidad es el doble del que presentaría la misma población española atendiendo a edad y características. Además, tienen una alta tasa de tabaquismo, una baja adherencia a la dieta mediterránea y también son muy sedentarios.

Son personas jóvenes, pero si no conseguimos modificar su estilo de vida la incidencia futura de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, etc., va a ser tremenda. La inversión que uno hace en las edades precoces, tanto en edad infantil como en lo que nosotros llamamos adulto, que llegaría hasta los 40 años, va a determinar la aparición futura de la enfermedad, tal y como indican muchos estudios.

“Son personas jóvenes, pero si no conseguimos modificar su estilo de vida la incidencia futura de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, etc., va a ser tremenda”

¿Saben ya si es más eficiente un tipo de intervención u otra?
Eso todavía no lo sabemos, pero tenemos algunos datos muy indirectos sobre la buena acogida por parte de la población intervenida digitalmente. Lo ven una buena manera de formarse.

¿Qué ha supuesto esta ayuda para seguir avanzando en sus investigaciones sobre alimentación, familias vulnerables y salud?
Desde el punto de vista filosófico, cualquier ayuda o premio para favorecer la investigación es fundamental. Nos permite dar visibilidad a la importancia que tiene la investigación en nuestro entorno. En segundo lugar, es importante porque se dirige a un grupo de población que se conoce poco desde el punto de vista científico, y ese conocimiento nos va a permitir identificar qué impacto tienen sobre la salud, y en este caso sobre la salud cardiovascular, ciertos determinantes sociales como el lugar en el que nacemos, crecemos y nos desarrollamos.

“Desde un punto de vista más social, no está permitiendo acercarnos a estas familias, ganar su confianza, conocer cuáles son sus barreras y a qué se enfrentan”

Desde un punto de vista más social, no está permitiendo acercarnos a estas familias, ganar su confianza, conocer cuáles son sus barreras y a qué se enfrentan. El impacto que está teniendo este proyecto en la sociedad cordobesa es importante, desde el ayuntamiento a diferentes asociaciones. Este interés y acercamiento hacen que el proyecto sea sólido y se esté desarrollando de manera muy efectiva. Y gracias a esta ayuda estamos avanzando más rápido.

Nos queda un poquito para tener los resultados finales, pero gracias a esta ayuda estamos avanzando más rápido. En abril de 2024 volvemos a verlos a todos, volvemos a hacerles las determinaciones analíticas, volvemos a hacerles los cuestionarios y, a partir de ahí, empezamos a analizar y sacar las conclusiones finales del estudio que estarán probablemente después del verano.

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