La investigación en salud pública debe incluir el análisis de género “para evitar desigualdades con las mujeres”, según los epidemiólogos

El Grupo de Trabajo sobre Género, Diversidad Afectivo-Sexual y Salud de la Sociedad Española de Epidemiología ha publicado un documento con medidas para realizar investigación en salud pública con perspectiva de género

Investigación-género

Redacción
Conocer el significado de términos como ‘sexo’ y ‘género’ y de cuestiones como ‘orientación sexual’, ‘identidad sexual’ o ‘expresión de género’, es fundamental para avanzar en la investigación de la salud con perspectiva de género, según explican los epidemiólogos. En concreto, el Grupo de Trabajo sobre Género, Diversidad Afectivo-Sexual y Salud de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), ha elaborado un documento con propuestas para realizar estudios en salud pública con perspectiva de género.

Desde la sociedad científica recuerdan que, para llevar a cabo una correcta interpretación de los resultados, hay que desagregar los datos por sexo para analizar los condicionantes sociales y de género que ponen en situación de desventaja a las mujeres. Así, se evitarán sesgos que provocan impactos negativos en su salud y bienestar, ya que el hecho de ser mujer “ha puesto y sigue poniendo en riesgo sus vidas y su salud”, denuncian los epidemiólogos.

Desde la SEE aseguran que las mujeres se exponen a agresiones durante todo su ciclo vital, incluso desde antes de nacer, como los abortos selectivos de fetos femeninos

De hecho, aseguran que las mujeres se exponen a agresiones durante todo su ciclo vital, incluso desde antes de nacer. Por ejemplo, los abortos selectivos de fetos femeninos, los infanticidios de niñas, la mutilación genital femenina, los feminicidios, el tráfico y la trata, la prostitución, las violaciones y otras agresiones sexuales, o la violencia de pareja y la doméstica. “A lo largo de los siglos, la ciencia ha desatendido el estudio de las diferencias en la manifestación de las enfermedades entre mujeres y hombres, teniendo como resultado que no es igual el esfuerzo diagnóstico y terapéutico que reciben las mujeres en muchas de sus patologías”, alertan desde la SEE.

Por otro lado, insisten en que el uso del análisis de género ha visibilizado cómo las normas de género también impactan negativamente en la salud de los hombres. En este sentido, explican que les conducen a comportamientos que los mandatos y estereotipos de género asocian a la masculinidad, como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, la asunción de riesgos tanto a nivel personal como laboral, la desatención de su salud, etc.

Inequidades sanitarias por el género

El documento presentado también aboga por que las instituciones y sociedades científicas tomen conciencia de la importancia de la inclusión de la perspectiva de género en la investigación en salud y sociosanitaria. El objetivo es evitar retrocesos en la equidad y la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.

El ordenamiento legal español dicta que las investigaciones en salud deben realizar análisis de género y establece que se tienen que incluir los indicadores que lo posibiliten

Asimismo, los epidemiólogos explican que el género no es una variable, sino una categoría de análisis que explica “las diferencias socialmente construidas en los valores, roles, situaciones, condiciones, aspiraciones y necesidades de mujeres y hombres” y cómo impactan en su salud. El ordenamiento legal español dicta que las investigaciones en salud deben realizar análisis de género y establece que se tienen que incluir los indicadores que lo posibiliten.

Según la OMS, el género influye en la salud de las personas en varios ámbitos: el de los determinantes de la salud, el de las conductas en la esfera de la salud y el de la respuesta del sistema de salud. “Por este motivo es tan importante que los sistemas de salud reconozcan, comprendan y modifiquen el modo en que el género determina las conductas en relación con el sistema de salud, el acceso a los servicios y las vías de atención sanitaria”, afirman.

El género crea inequidades sanitarias por sí solo y puede agravar aquellas relacionadas con otros determinantes sociales, como el nivel socioeconómico, la edad, la etnia, la discapacidad, la orientación sexual o el territorio

Sobre esto, la SEE recuerda que el género crea inequidades sanitarias por sí solo y puede agravar aquellas relacionadas con otros determinantes sociales, como el nivel socioeconómico, la edad, la etnia, la discapacidad, la orientación sexual o el territorio. Por tanto, “siempre hay que prestar especial atención a los grupos de población más vulnerables, como las clases sociales más bajas, las personas menores y de más edad, las procedentes de minorías étnicas, las inmigrantes y refugiadas, las que viven en zonas rurales y deprimidas, etc.”, añaden.

Por último, los epidemiólogos apuestan por generar evidencia “que permita, no solo intervenir de una manera más ajustada y eficaz sobre los problemas de salud, sino que sustente el establecimiento de políticas que eviten las brechas en salud innecesarias, evitables e injustas”, concluyen.

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