Redacción
Tener en cuenta los problemas médicos previamente presentes, el tratamiento habitual, la situación funcional, mental y nutricional, así como sus circunstancias socio familiares es fundamental cuando se diagnostica una neoplasia hematológica a un paciente mayor. Ésta es una de las razones por las que los hematólogos de la Asociación Madrileña de Hematología y Hemoterapia, reunidos en la Jornada Abordaje Multidisciplinar de las neoplasias hematológicas en el paciente mayor, consideran necesaria una valoración geriátrica integral. De esta forma, es como puede llevarse a cabo un óptimo abordaje de la enfermedad hematológica en personas mayores, puesto que permite identificar la fragilidad de estos pacientes en distintos dominios, establecer un plan de intervención para revertirla en la medida de lo posible y colaborar tanto en la decisión terapéutica como en el mantenimiento de su calidad de vida.
Éste es uno de los múltiples aspectos abordados en esta jornada científica que la AMHH ha celebrado junto con la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología (SMGG) en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (Icomen). Así, el objetivo es compartir conocimiento y diálogo sobre el abordaje multidisciplinar en las personas mayores con enfermedades oncohematológicas, ya que uno de cada cuatro pacientes con estas características presenta comorbilidad, es decir, varias enfermedades a la vez.
Los hematólogos reclaman mejores tratamientos en primera línea y mayor facilidad de acceso a nuevas terapias, al considerar que solo el 43% va a llegar a una segunda
La jornada ha sido inaugurada por Dña. Carmen González Paz, directora general de Coordinación Sociosanitaria del Servicio Madrileño de Salud (Serrmas), quien ha manifestado que “este abordaje multidisciplinar debe ser siempre nuestro objetivo, especialmente en el contexto del paciente de edad avanzada, con más comorbilidades y otros factores que complican su abordaje terapéutico, como el posible síndrome de fragilidad, la polimedicación u otros factores que se suman a la complejidad del tratamiento de la neoplasia hematológica y que hace tan necesario este abordaje multidimensional”.
El Dr. Víctor Jiménez Yuste, presidente de la AMHH, ha añadido que el éxito de estos procesos asistenciales pasa por el trabajo en equipo y la colaboración entre distintos especialistas. De modo que, “la coordinación asistencial y sociosanitaria es fundamental, por lo que son necesarios estos foros para poder establecer puentes y circuitos que nos permitan diseñar ese camino de trabajo”.
La directora general ha cerrado la apertura de la jornada aludiendo a que, “los pacientes no son solo un diagnóstico hematológico, geriátrico o de cualquier otro tipo, son personas mayores complejas que padecen enfermedades complejas, que conllevan procesos asistenciales complejos que hay que abordar en equipo, coordinados y sumando toda la experiencia”.
Según la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en tan solo 20 años, los tumores oncohematológicos podrían incrementarse en un 50%
Han sido muchos los profesionales de la hematología y geriatría madrileña los que se han dado cita en esta reunión que ha estado moderada por el Dr. Javier Cornago Navascués, vocal de los hematólogos jóvenes en la junta directiva de la AMHH y por la Dra. Ana Isabel Hormigo Sánchez, secretaria de la SMGG. Los expertos reunidos han manifestado que avances como la inmunoterapia y la terapia celular han hecho que se pueda hablar de supervivencia en estos pacientes y no sólo de tratamientos de soporte. La Dra. Rebeca Bailén, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ha manifestado que, “la terapia CART ha reducido en un 73% la mortalidad en los pacientes con linfoma refractario a dos líneas de tratamiento previo respecto a los tratamientos estándar como la quimioterapia”. En opinión del Dr. Cornago, “pacientes que rondan los 80 años, incluso más, encuentran ventajas en estas nuevas terapias”.
Los hematólogos reclaman una mayor evidencia científica mediante ensayos clínicos diseñados para esta población específica y mejores tratamientos en primera línea, al considerar que solo el 43% va a llegar a segunda línea. Para la Dra. Isabel González Gascón y Marín, del Hospital Universitario Infanta Leonor, las personas mayores con linfoma tienen retos mayores, relacionados con la comorbilidad y la fragilidad, la esperanza de vida y otros, que influyen en el tratamiento, ya que tienen menos resiliencia y son más susceptibles a toxicidades. Los profesionales consideran que, aunque la mayoría de los nuevos fármacos diana e inmunoterapia no tienen, en principio, límite de edad, impactan en la fragilidad del paciente por lo que ésta debe ser determinada para asegurar no solo la supervivencia, sino también la calidad de vida.
Los expertos también consideran necesario el desarrollo de actividad física que genere adherencia y mejore el pronóstico
Por su parte, la Dra. Fátima Brañas, del mismo centro y experta en osteoporosis, ha asegurado que los factores de riesgo más importantes para tener una fractura por fragilidad son la edad y, en este grupo de pacientes con enfermedad neoplásica hematológica, el tratamiento con corticoides. Los hematólogos de la AMHH establecen diferencias entre la edad cronológica y la biológica y consideran necesario incluir a estos pacientes en los ensayos clínicos.
Los expertos también han abordado el reto de la desnutrición en el paciente oncohematológico y la toxicidad cardiovascular. Otro de los problemas de las personas mayores son las interacciones o toxicidades, con especial atención a los analgésicos. Ante la enfermedad hematológica, los expertos también consideran necesario el desarrollo de actividad física que genere adherencia y mejore el pronóstico. Según la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en tan solo 20 años, los tumores oncohematológicos podrían incrementarse en un 50%.
