Redacción
Cardiólogos del Hospital Clínico San Carlos han implantado un marcapasos sin cables de última generación a un paciente. La persona intervenida tenía su marcapasos convencional infectado, por lo que resultaba urgente su sustitución por otro dispositivo. En este caso, los de última generación son más fácilmente extraíbles en caso de necesidad, reduciendo considerablemente los problemas derivados de los cables en los marcapasos convencionales.
El paciente al que se le ha introducido el marcapasos sin cables es un varón de 75 años de edad. Hubo que extraerle el dispositivo convencional que portaba por infección y sustituirlo por otro, en un procedimiento con carácter preferente e inmediato que se llevó a cabo sin complicaciones, siendo dado de alta a las 24 horas.
Los marcapasos sin cables de última generación son más fácilmente extraíbles en caso de necesidad, reduciendo considerablemente los problemas derivados de los cables en los marcapasos convencionales
En este caso concreto los cardiólogos, expertos en electrofisiología del Clínico San Carlos, optaron por implantar un marcapasos ventricular sin cables de última generación. “Tiene varios beneficios potenciales frente a los anteriores, como la posibilidad de ser extraído con herramientas de extracción diseñadas específicamente para este marcapasos si recurriera la infección. O bien de implantar un marcapasos en la aurícula capaz de comunicarse inalámbricamente con el actual y proporcionar una estimulación secuencial aurículoventricular si lo necesitara en el futuro”, explica el jefe de Sección de Arritmias del Hospital Clínico San Carlos, Nicasio Pérez Castellano.
La infección es prácticamente inexistente al no llevar cables
Los marcapasos sin cables se están convirtiendo en una terapia en auge, “observándose incrementos anuales del 25%”, añade el cardiólogo. Con este marcapasos, que se implanta directamente en el corazón por vía femoral, se reducen considerablemente los problemas derivados de los cables en los marcapasos convencionales, como las infecciones y las roturas de los mismos ya que, cuando esto sucede, “la extracción del dispositivo y, sobre todo de los cables, que se suelen adherir a las paredes de los vasos sanguíneos, se convierte en un procedimiento de alto riesgo para el paciente”, advierte la cardióloga especialista en electrofisiología del Clínico San Carlos, Victoria Cañadas.
Los marcapasos sin cables se están convirtiendo en una terapia en auge, observándose incrementos anuales del 25%
La implantación de este marcapasos de segunda generación supone una apuesta del Hospital Clínico San Carlos por dotar a sus profesionales de la tecnología más avanzada, en la línea asistencial de la terapia modular, es decir, facilitar a cada paciente lo que necesita según su estado de salud y circunstancias.
Hay otras ventajas que aportan estos marcapasos de nueva generación, además de las ya conocidas de los marcapasos sin cables previos como un riesgo mínimo de infección, la ausencia de interacción con la válvula tricúspide y de ocupación del sistema venoso.
Entre ellas, “una potencial extracción puede ser más sencilla y menos peligrosa, al disponer de herramientas específicas para ello; una mayor duración de la batería, y la posibilidad de asociar un marcapasos auricular al ventricular si lo requiriese el paciente en un futuro”, concluyen los cardiólogos del Clinico San Carlos y miembros del Ciber Cardiovascular de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares, Nicasio Pérez Castellano y Victoria Cañadas.