Redacción
La Fundación Mapfre ha concedido recientemente una Ayuda a la Investigación Ignacio H. de Larramendi con la que se apoyará el Estudio Wake up, junto al Instituto de Salud Carlos III y la Sociedad Española de Cardiología. Este estudio, que aspira a redefinir, concienciar y aportar conocimiento sobre la singularidad de la enfermedad cardiovascular en la mujer , está liderado por la investigadora Dra. Leticia Fernández-Friera, directora del Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares HM CIEC, acompañada de un equipo multidisciplinar de cardiólogos, estadísticos, técnicos de imagen y biólogos.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en la mujer; sin embargo, la importancia de la enfermedad cardiovascular en la mujer no está reconocida
“Con esta iniciativa queremos concienciar a la sociedad de la importancia de la enfermedad cardiovascular en la mujer, que hoy en día es la primera causa de muerte y promover hábitos de vida cardiosaludables. Es importante que las mujeres se revisen del corazón, al igual que realizan revisiones ginecológicas, y que reconozcan los síntomas del infarto femenino, que no es exclusivo de hombres, como tradicionalmente se pensaba. Esperamos que este proyecto despierte esa necesidad y proporcione educación en el ámbito cardiovascular de la mujer para mejorar las estadísticas”, señala la Dra. Fernández-Friera.
El estudio Wake up está diseñado para reclutar 480 mujeres sanas de entre 18 y 70 años con el objetivo de modificar su estilo de vida a través de enseñar las imágenes de ecografía vascular de sus propias arterias. El plazo de reclutamiento de voluntarias finaliza el 31 de junio del 2024 y para poder optar a formar parte del estudio hay que tener al menos un factor de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes, tabaquismo, colesterol alto, obesidad, sedentarismo, síndrome metabólico, preeclampsia u otros problemas durante el embarazo, enfermedad autoinmune y familiares jóvenes con infarto.
Existe un problema de educación y una falta de concienciación social del alcance de la enfermedad cardiovascular en la mujer
Las voluntarias se someterán a una prueba imagen no invasiva según protocolo, la ecografía vascular, una técnica sencilla, de bajo coste y perfil inocuo, que se realiza también en el cribado del cáncer de mama y en las embarazadas. La imagen de ecografía vascular para la detección de aterosclerosis proporciona evidencia visual del propio estado de salud arterial y, lo que es más importante de la presencia de la placa de aterosclerosis.
“Esto es especialmente atractivo para crear conciencia sobre la enfermedad cardiovascular en las mujeres y fomentar cambios adecuados en el estilo de vida porque al ver directamente la placa de colesterol en las arterias de uno mismo, seguramente los cambios en el estilo de vida serán más efectivos”, indica la Dra. Fernández-Friera. Además, realizarán varios cuestionarios clínicos, de estilo de vida, factores de riesgo, sueño, estrés, etc. y una analítica completa, que incluirá perfil hormonal para valorar su estado de salud cardiovascular.
El estudio comprende dos visitas, una basal para abordar la salud cardiovascular y otra a los seis meses, para valorar cambios en el conocimiento de la enfermedad cardiovascular en la mujer y en los hábitos de vida, que se medirá a través de cuestionarios y ‘scores’ de riesgo cardiovascular.
El infarto en la mujer peor que en el hombre
Existe un problema de educación y una falta de concienciación social del alcance de la enfermedad cardiovascular en la mujer. Esto conlleva que no se realice una valoración precisa del riesgo cardiovascular en la mujer y se ignoren los factores de riesgo específicos de la mujer. Sabemos que las campañas frente al cáncer de mama han sido muy exitosas, así como las campañas del corazón en la mujer en Estados Unidos; sin embargo, en nuestro entorno, todavía no hay suficiente conciencia del problema de la enfermedad cardiovascular en la mujer.
“Las estrategias actuales para controlar los factores de riesgo cardiovasculares, como la hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad o niveles de colesterol elevados no están funcionando, por lo que debemos desarrollar estudios de investigación que nos ayuden a controlar uno de los problemas más importantes del mundo occidental, la enfermedad cardiovascular. Además, el infarto en la mujer muchas veces es peor que en el hombre, con un pronóstico a corto plazo malo. Podríamos pensar que es porque las arterias coronarias en la mujer son peores que en el hombre, pero el motivo es otro”, comenta la Dra. Fernandez-Friera.
La mortalidad tras un primer infarto en la mujer es 20% mayor que en los hombres
Factores como que tradicionalmente la mujer tiende a aguantar más el dolor o no lo reconocen como algo importante. Esto hace que el tiempo en acudir a la consulta o a Urgencias se dilate y el músculo cardiaco esté más tiempo sin oxígeno, por lo que llega en peores condiciones al Hospital. Por eso, la mortalidad tras un primer infarto en la mujer es 20% mayor que en los hombres. Otra razón fundamental es que clásicamente, la patología cardiovascular siempre ha sido más frecuente en los hombres.
Por eso, todos los esfuerzos en el ámbito de la prevención y el manejo terapéutico se han orientado tradicionalmente hacia el género masculino. “Hoy en día, el corazón de la mujer también es vulnerable al infarto y las estadísticas lo demuestran. La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en la mujer; sin embargo, la importancia de la enfermedad cardiovascular en la mujer no está reconocida y su riesgo cardiovascular está infraestimado”, concluye la Dra. Fernandez-Friera.
Es importante tener en cuenta que la aterosclerosis comienza a desarrollarse antes de que aparezcan los primeros síntomas clínicos y que se puede prevenir el 80% de los infartos e ictus. Por eso es muy importante motivar la investigación en la mujer y estimular proyectos como Wake up que fomenten hábitos de vida saludables.