Anuario iSanidad 2023
Redacción
La enfermedad de Fabry es una enfermedad rara de depósito lisosomal ligada al cromosoma X, causada por mutaciones en el gen que codifica la enzima lisosomal α-galactosidasa A (el gen GLA). En ausencia de tratamiento, los órganos vitales como los riñones, el corazón y el cerebro con el tiempo comienzan a deteriorarse y pueden surgir complicaciones graves. La Dra. Mónica López, jefa de sección del Servicio de Medicina Interna del Hospital Ramón y Cajal y miembro del CSUR de Enfermedades Metabólicas Hereditarias del mismo hospital, recalca la importancia de realizar el estudio de familiares de pacientes con enfermedad de Fabry ya que “es la única manera para anticiparse al desarrollo de lesiones en órganos diana”. Además, explica cómo ha evolucionado el manejo de esta enfermedad desde la aparición del tratamiento enzimático sustitutivo y la importancia de aumentar su visibilidad.
¿En qué consiste la enfermedad de Fabry y cómo se hereda?
La enfermedad de Fabry es una enfermedad considerada rara o minoritaria. Tiene una prevalencia en torno a 1/100.000 o 125.000 recién nacidos. Es una enfermedad que eminentemente causa problemas cardiacos, renales y a nivel cerebrovascular. La herencia es peculiar porque se hereda ligada al cromosoma X, de tal forma que las madres, además de padecer la enfermedad, la transmiten. Por su parte, los varones solo pueden padecerla y transmitirla a sus hijas, no a sus hijos puesto que a éstos les dan un cromosoma Y, pero la enfermedad va ligada al X.
“La enfermedad de Fabry eminentemente causa problemas cardiacos, renales y a nivel cerebrovascular”
¿Cuáles son los signos de sospecha que alertan de esta enfermedad?
En los niños las manifestaciones de la enfermedad de Fabry fundamentalmente son en forma de dolor neuropático. Se conoce como crisis de Fabry y es dolor urente o quemante en palmas de las manos y plantas de los pies, junto con a veces fiebre o fallo de medro. Además, de niños esta enfermedad no afecta de forma evidente a los órganos diana, aunque sí les está afectando desde el punto de vista histológico. En la edad adulta es cuando aparece el daño en órganos vitales como el corazón y el riñón. En el corazón en forma de una hipertrofia del ventrículo izquierdo y en el riñón en forma de enfermedad renal crónica, de manera muy parecida a cómo se comporta la enfermedad renal en la diabetes.
¿Qué importancia tiene realizar el screening familiar ante un caso índice de enfermedad de Fabry para llevar a cabo un diagnóstico precoz?
El principal nicho de nuevos diagnósticos es el estudio de familiares de pacientes afectos. Es obligado hacer un árbol genealógico completo para conocer y diagnosticar de una forma precoz a los familiares de pacientes con enfermedad de Fabry porque es la única manera que tenemos de anticiparnos al desarrollo de lesiones en órganos diana. Es labor del médico que tiene un paciente índice con enfermedad de Fabry hacer este estudio, pero es absolutamente necesario.
¿Cuáles son las consecuencias que produce esta enfermedad en el paciente a nivel anímico, familiar, etc.?
La enfermedad de Fabry es genética, crónica y progresiva y tremendamente nociva en la vida familiar de nuestros pacientes. En esta enfermedad es cierto que no hay una alteración del nivel cognitivo y nuestros pacientes son igual de inteligentes que si no la tuviesen, lo que ayuda bastante a la hora de entender y de colaborar en la enfermedad. En el mejor de los casos, los pacientes que conviven con esta enfermedad pueden no necesitar tratamiento específico, pero van a tener un seguimiento anual. En el peor, algunos pacientes pueden requerir un trasplante renal. Para los pacientes con enfermedad de Fabry son relevantes las secuelas y la carga de enfermedad.
“En los niños las manifestaciones de la enfermedad de Fabry fundamentalmente son en forma de dolor neuropático”
¿Cómo ha evolucionado el manejo de la enfermedad de Fabry en los últimos años con la aparición de nuevos fármacos?
En el año 2001 empezó el tratamiento enzimático sustitutivo, ha supuesto un antes y un después en el curso de la enfermedad de Fabry. La esperanza de vida de los pacientes varones, que suelen tener una enfermedad más grave, antes era de 15 años menos que la que tienen ahora y en las mujeres de 10 años menos. Después, apareció la terapia con chaperonas y ahora se está investigando la terapia de reducción de sustrato y la terapia génica, donde hay algunos ensayos en fase I y fase II. El futuro de los pacientes con enfermedad de Fabry es esperanzador y muy distinto al que tenían hace 25 años.
Quiero recalcar la labor de nuestros pacientes, que son tremendamente generosos en la investigación. Saben que son enfermedades muy poco frecuentes y que deben prestarse siempre como parte del avance de la ciencia. En cualquier estudio de investigación que queramos profundizar para conocer la enfermedad, los pacientes con enfermedades minoritarias, en este caso con enfermedad de Fabry, son un modelo de solidaridad y generosidad para la investigación.
¿Cómo se puede aumentar la visibilidad de esta patología para que incremente la concienciación en la sociedad?
Es fundamental la difusión del conocimiento. Los médicos que nos dedicamos a esto estamos muy estimulados a la hora de diagnosticar a estos pacientes. Creo que hay que trabajar en ámbitos más generalistas, como por ejemplo en atención primaria u otras especialidades, que de forma inicial puedan ver al paciente por una sospecha de una enfermedad renal crónica o de lesiones cutáneas. Para aumentar la visibilidad de esta patología es necesario incluir más formación sobre enfermedades minoritarias en las facultades de medicina.