Tres décadas de evidencia sobre sesgos de género en la sanidad y aún “se mantienen”

La I Jornada Genusal de la Universidad de Salamanca muestra la realidad de los sesgos de género en investigación y atención sanitaria, que no diferencia ni por sexo ni por género

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Redacción
Hasta hace relativamente poco, ni la investigación biomédica ni la atención sanitaria se plateaban otra cosa que no fuera tomar al hombre como la medida de todas las cosas en salud. Algo ha cambiado, pero no todo lo necesario. “Casi 30 años después de las primeras evidencias científicas sobre sesgos de género en la atención sanitaria en perjuicio de las mujeres, éstos se mantienen pese al abundante conocimiento existente”, ha asegurado la catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante María Teresa Ruiz Cantero durante su intervención en la I Jornada Genusal. Impulsando la persectiva de género en salud, orgaizada por la Universidad de Salamanca con el apoyo de Organon y Merck.

María Teresa Ruiz Cantero: “Casi 30 años después de las primeras evidencias científicas sobre sesgos de género en la atención sanitaria en perjuicio de las mujeres, éstos se mantienen pese al abundante conocimiento existente”

La catedrática, recordaba que “múltiples enfermedades tienen una expresión clínica (síntomas y signos) diferente en hombres y mujeres; y no considerarlo produce sesgos de género asistenciales en perjuicio de las mujeres. El Observatorio de Salud de las Mujeres, que depende del Ministerio de Sanidad, está trabajando para incluir la perspectiva de género en las políticas públicas de salud, según explicó Rosa María López Rodríguez, directora de Programas del Observatorio.

Lo cierto es que los expertos que han participado en la jornada pusieron de manifiesto el camino que aún queda por recorrer par atener en cuenta no solo las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, también aquellas provenientes del género, esa construcción social que marca la realidad sociocultural y laboral de las mujeres y el impacto negativo que tiene en su salud.

María Teresa Ruiz Cantero: “Múltiples enfermedades tienen una expresión clínica (síntomas y signos) diferente en hombres y mujeres; y no considerarlo produce sesgos de género asistenciales en perjuicio de las mujeres”

En este sentido, Soledad Murillo, socióloga experta en políticas de género ha destacado la importancia del entorno laboral: “Hasta mediados del siglo XX las medidas de salud laboral no incluían los malestares de las trabajadoras, excepto aquellos problemas derivados de la maternidad o el parto”, ha recalcado, antes de citar el hecho de que “el cuidado de personas dependientes aún no está considerado un factor de riesgo de salud, a diferencia del tabaco o el exceso de alcohol”.

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Con sus palabras, Soledad Murillo recordaba que las mujeres siguen solicitando casi el 90% de las excedencias laborales por cuidado de hijos y el 80% cuando se trata de cuidar de familiares en situaciones de dependencia, según datos del Ministerio de Trabajo, lo que confirma que el papel del cuidador es todavía hoy mayoritariamente femenino, una realidad que afecta a su salud de una forma que los protocolos y guías terapéuticas, que toman el modelo masculino como norma, no tienen del todo en consideración.

Las obligaciones familiares y los roles de cuidados en las mujeres también impactan en su salud de otras formas. Así lo reflejó el Dr. Pedro Luis Sánchez, catedrático de cardiología de la Universidad de Salamanca y miembro del Hospital Universitario de Salamanca (CAUSA). Recordó que “las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de mortalidad en mujeres” y cómo siempre hay que pensar en las diferencias entre hombres y mujeres ligadas al sexo y a otras al género.

Dr. Pedro Luis Sánchez: “El 80% de los hombres hacen rehabilitación cardiovascular después de un infarto frente al 15% de las mujeres. A pesar de que se les ofrece a los dos por igual, las mujeres anteponen otras cuestiones a cuidarse”

“El 80% de los hombres hacen rehabilitación cardiovascular después de un infarto frente al 15% de las mujeres. A pesar de que se les ofrece a los dos por igual, las mujeres anteponen otras cuestiones a cuidarse, como las obligaciones diarias o la dificultad para trasladarse todos los días al hospital, por ejemplo”, subrayó, además de señalar que no se siguen diferentes estrategias de tratamientos para ambos.

En el caso de las enfermedades pulmonares en hombres y en mujeres, también ha diferencias “tanto biológicas como asociadas a hábitos de vida y otros factores que configuran el género. En el diagnóstico a veces se atribuyen en mujeres síntomas a estrés o depresión, lo que repercute negativamente en el correcto diagnóstico de la enfermedad, apuntó el profesor emérito del Departamento de Medicina de la Universidad de Salamanca Miguel Barrueco.

Los sesgos llegan también a la investigación en cácer. El investigador del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), Atanasio Padiella, habló sobre la “falta de estudios que tienen en cuenta el sexo o género en la investigación básica in vivo o in vitro”. En su experiencia en investigación en cáncer de mama y ginecológicos “cuando se trabaja con cultivos de células tumorales normalmente no se registran suficientes datos para poder analizar factores relacionados con el género. Y cuando se utilizan líneas comerciales de cánceres que se dan en los dos sexos no se suele disponer de líneas provenientes de distinto sexo”.

El investigador del CIC, Atanasio Padiella, habló sobre la “falta de estudios que tienen en cuenta el sexo o género en la investigación básica in vivo o in vitro”

Las pacientes estuvieron representadas por la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco), la Asociación de Personas con Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Salamanca (Afibrosal) y la Asociación Plaza Mayor de Ayuda a la Mujer, de Salamanca. Tanto la represenante de la asociación de fibromialgia como la de cáncer de ovario argumentaron que si estas enfermedades las sufrieran hombres en una importante proporción seguramente no se ignorarían sus síntomas y recordaron, además, cómo el 80% de los cánceres de ovario se diagnostican en fase tres o cuatro, con mal pronóstico, así como, con respecto a la fibromialgia, lo más duro de la enfermedad es “la incomprensión de los sanitarios y la sociedad”.

El director del Área de Transferencia de Conocimiento del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), Julián Illana Rodríguez, presentó el Mapa de Salud con Perspectiva, una herramienta interactiva online de acceso libre desarrollada por Organon y la Fundación Gaspar Casal. La herramienta permite visualizar datos comparativos de morbilidad y mortalidad por patologías de las mujeres y los hombres a nivel provincial, autonómico y nacional, partiendo de diferentes fuentes públicas.

Los expertos destacaron que es necesaria una formación médica en el grado, postgrados y formación continuada desde la perspectiva de género para acabar los sesgos

Los expertos destacaron que es necesaria una formación médica en el grado, postgrados y formación continuada desde la perspectiva de género para acabar los sesgos que puedan derivar en demoras y errores diagnósticos en las mujeres. “Cuantos más agentes del sistema sanitario estén implicados, mayor fuerza se podrá hacer para mejorar la salud integral de las mujeres”, destacó María Dolores Canela, responsable médica de Organon España. Esta compañía colabora en campañas de formación en salud con perspectiva con Semergen, SEOM y con el Consejo General de Farmacéuticos.

En el ámbito del desarrollo de nuevas moléculas, se hace necesario tener muy presente el género para adecuar los ensayos y poder estudiar la eficacia y seguridad de estos, incluyendo en los diseños, así como en la definición de objetivos y variables, las diferentes características de la enfermedad en cada sexo”, añadió la directora médica de Merck en España, Isabel Sánchez Magro.

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