Algunos virus como el sarampión, varicela, paperas, polio o rubeola pueden causar encefalitis muy graves en personas no vacunadas

La encefalitis presenta tasas de mortalidad en España que llegan al 20% de los afectados. La Sociedad Española de Neurología señala que las vacunas y las medidas de higiene son las mejores herramientas para prevenirla

encefalitis

Redacción
Este jueves, 22 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Encefalitis. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año alrededor de 1.200 personas en España padecen dicha patología. La encefalitis puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños pequeños, adultos mayores y en personas con el sistema inmune debilitado.

Cada año, alrededor de 1.200 personas en España padecen encefalitis

“Estamos ante una enfermedad que, aunque no sea muy habitual, sus consecuencias pueden ser devastadoras. La encefalitis tiene una alta tasa de mortalidad, estimamos que en España ronda entre el 5% y el 20% de los casos, pero que además puede dejar secuelas en más del 20% de las personas que sobreviven. Por lo tanto, la encefalitis es una emergencia médica y se debe buscar atención médica urgente ante cualquier sospecha”, señala la Dra. Marta Guillán, Secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la SEN.

Es importante detectar a tiempo la encefalitis y el tratamiento temprano ya que, algunos tipos de encefalitis tienen una tasa de mortalidad superior al 70% en caso de que no sean abordadas inmediatamente.

Dra. Marta Guillán: “La encefalitis tiene una alta tasa de mortalidad, estimamos que en España ronda entre el 5% y el 20% de los casos”

La encefalitis se clasifica en cuatro tipos: infecciosa, postinfecciosa, autoinmune o tóxica. Así, diferentes bacterias, hongos, parásitos o tóxicos pueden producir encefalitis. No obstante, los virus siguen siendo la causa más frecuente debido a enfermedades como la gripe, la varicela, la polio, el sarampión, las paperas o la rubéola.

En los últimos años se ha observado un descenso de casos de encefalitis de causa infecciosa, pero se aprecia un aumento en el diagnóstico de los casos de encefalitis autoinmunes pasando a ser la tercera parte de todos los casos de encefalitis. Este crecimiento se debe a factores genéticos, ambientales y a otras causas como la contaminación o enfermedades virales previas.

En los últimos años ha aumentado el número de casos de encefalitis autoinmune

En la encefalitis autoinmune, el sistema inmunitario ataca por error proteínas del propio organismo, como receptores de neurotransmisores o proteínas de la superficie neuronal, lo que puede provocar la aparición de síntomas neuro-psiquiátricos como psicosis o convulsiones.

“Las personas que ya han sufrido una encefalitis viral, por ejemplo, por un virus herpes, son más susceptibles de padecer posteriormente una encefalitis de causa autoinmune. Las vacunas, al evitar las infecciones graves, disminuyen nuestro riesgo vascular y por tanto nos ayudan a mantener una buena salud cerebral. Incluso existen ya estudios que relacionan una buena cumplimentación de nuestro calendario vacunal con un menor riesgo de otro tipo de enfermedades, como por ejemplo, demencias. Por tanto, insistimos en que vacunarse es cuidar de nuestra salud cerebral“, comenta la Dra. Marta Guillán. Por este motivo, desde la SEN, se insiste en recordar que la vacunación y las medidas de higiene son las mejores herramientas para prevenir esta enfermedad.

La SEN insiste en que las vacunas y las medidas de higiene son las mejores herramientas para prevenir esta enfermedad

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha notificado cómo el cambio climático repercute de manera directa en la distribución de los organismos que transmiten enfermedades infecciosas puesto que no solo fomenta la contaminación del agua dulce, sino que incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por la misma y por los organismos transmisores de enfermedades que afectan al sistema nervioso.

En España, el Observatorio de Salud y Cambio Climático recoge herramientas de análisis, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los efectos del cambio climático en la salud pública y en el Sistema Nacional de Salud.

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