“Los índices de calidad de vida permiten conocer el estado global del paciente con espondiloartritis axial y son clave para su seguimiento”

Dr. Manuel J. Moreno Ramos, coordinador del Grupo Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (Gresser) desde 2021 a mayo de 2023 y reumatólogo del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia

Anuario iSanidad 2023
Redacción
“Enfermedad inflamatoria articular crónica” y con una “predilección por afectar las articulaciones de la columna y las sacroilíacas”. Así define a la espondiloartritis axial el Dr. Manuel J. Moreno Ramos, coordinador del Grupo Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (Gresser) desde 2021 a mayo de 2023 y reumatólogo del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Con el objetivo de conocer la verdadera trascendencia de esta patología de origen autoinmune, el Dr. Moreno explica los síntomas más frecuentes y las necesidades no cubiertas en esta enfermedad y resalta los beneficios que aportan los cuestionarios sobre índices de calidad en el manejo de los pacientes. Además, expone cuáles son los objetivos terapéuticos en el abordaje de la enfermedad y destaca los últimos avances en investigación.

La espondiloartritis axial es una enfermedad de origen autoinmune y se caracteriza por el alto impacto en la calidad de vida del paciente. Tal y como señala el Dr. Moreno, este impacto puede estar presente tanto “en fases agudas en relación con el dolor inflamatorio y la presencia de artritis o entesitis; como en estadios más evolucionados tras la aparición de daño radiográfico con sindesmofitos, que ocasionan limitación de la movilidad a nivel axial”.

“En la actualidad se están diagnosticando cada vez más casos de espondiloartritis axial en la paciente mujer, sobre todo con formas no radiográficas”

En cuanto a la prevalencia en España de la espondiloartritis axial “según el último estudio Episer (2016) es del 0,26% de la población”, afirma el Dr. Moreno. El diagnóstico se suele recibir a los 40 años o antes siendo como perfil típico “un paciente varón joven, aunque en la actualidad se están diagnosticando cada vez más casos en mujeres, sobre todo con formas de espondiloartritis axial no radiográficas”, precisa el doctor.

En lo que respecta a los síntomas, el coordinador de Gresser señala como “más frecuente, el dolor de espalda de ritmo inflamatorio, pudiendo aparecer también dolor alternante en nalgas, talalgia, artritis de miembros inferiores, entre otros”.

Avances más destacados y principales necesidades no cubiertas

Al ser una patología crónica, “el principal objetivo del tratamiento es la mejoría de síntomas (dolor, inflamación…) y la detención de la progresión radiográfica”, matiza el Dr. Moreno. En este sentido, en cuanto a los avances más destacados en los últimos años en investigación y qué nuevas líneas terapéuticas son más relevantes, el Dr. Moreno afirma que “los avances en la terapéutica se iniciaron hace ya 25 años con la llegada de las terapias biológicas de la mano de los anti-TNF. Hoy día, además conocemos que no solo el TNF es importante dentro de las citocinas proinflamatorias, sino que además la IL17 juega un papel muy importante en la patogenia de la enfermedad”.

En relación con esto, el Dr. Moreno también ha destacado los avances a nivel diagnóstico. “Además, los avances en las técnicas de imagen, sobre todo la resonancia magnética nuclear (RMN), han contribuido a mejorar el diagnóstico de la enfermedad y a acortar el retraso en el mismo”. Sin embargo, “a pesar de los grandes avances en el manejo de esta enfermedad en los últimos años, sigue existiendo un porcentaje importante de pacientes en los que no existe un adecuado control clínico. Por otro lado, pese a la mejora en el diagnóstico precoz, sigue existiendo un retraso en el mismo”.

Objetivo terapéutico: calidad de vida en todas las esferas

El impacto a nivel laboral o la imposibilidad de realizar actividades cotidianas suelen ser aspectos ligados a las espondiloartritis, tal y como refleja el Barómetro EncuEspA, encuesta para conocer el impacto de la espondiloartritis. Según esta encuesta llevada a cabo por la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (Ceade), 1 de cada 3 pacientes manifiesta tener que faltar al trabajo y más de la mitad de los pacientes experimentan limitaciones a la hora de subir escaleras o levantarse cada día. El dolor y la pérdida de movilidad y autonomía son las razones que explican este hecho, hasta tal punto que el 65% de los pacientes afirma haberse acostumbrado a vivir con dolor.

Para conocer y determinar cómo la enfermedad afecta a la calidad de vida del paciente están los índices de calidad. Una herramienta clave para el seguimiento del paciente en consulta y complementaria a los valores analíticos, radiográficos y exploraciones necesarias. “Los índices de calidad nos permiten conocer el estado global del paciente, es decir, la valoración de la actividad inflamatoria de la enfermedad, función física, estado de ánimo entre otros. Todo esto, es clave a la hora del seguimiento del paciente”.

“El papel del paciente es clave a la hora de abordar el manejo y seguimiento de la enfermedad. El concepto de paciente empoderado es una realidad”

Como resultado, los índices de calidad permiten a los profesionales sociosanitarios evaluar el proceso asistencial y valorar la realización de cambios o ajustes necesarios. Por parte del paciente, su implantación también está asociada a un mayor conocimiento de la enfermedad y tomar un papel activo en su proceso asistencial.

Involucrar al paciente en el proceso asistencial es indispensable en el manejo de las espondiloartritis. Tal y como remarca el Dr. Moreno “es clave plantear unos objetivos en cuanto al tratamiento (hasta donde queremos llegar en cuanto a la mejoría) y esto siempre se ha de plantear junto con el paciente. El papel del paciente es clave a la hora de abordar el manejo y seguimiento de la enfermedad. El concepto de paciente empoderado es una realidad”.

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