Pablo Malo Segura
La situación de saturación y elevada carga asistencial en atención primaria predispone a un incremento de los casos y gravedad de insomnio en los médicos de familia. Esta es una de las conclusiones de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Alianza por el Sueño a 549 médicos de atención primaria con el objetivo de identificar las causas con los que se relaciona el insomnio y sus consecuencias en la salud emocional y física. Los participantes han señalado como principales factores que afectan al insomnio la carga de trabajo (76,32%), el escaso reconocimiento profesional (46,99%), los problemas con los usuarios (37,34%), el mal clima laboral (35,34%), los problemas de salud (26,78%), la inseguridad laboral (20,04%) y los problemas económicos (17,49%).
El 64,3% de los participantes en la encuesta declara que el insomnio le ha afectado a su salud mental
La Dra. Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la SEMG, ha destacado que la atención primaria es un “entorno ideal” para detectar los primeros signos de problemas de sueño. Además, ha enfatizado en la importancia de un cambio de paradigma y basarse en una visión proactiva. “Tenemos que adelantarnos a la enfermedad y la oportunidad para hacerlo está en atención primaria. Tenemos que concienciar, prevenir y dimensionar el problema”, ha señalado.
De los médicos que contestaron la encuesta, el 46,27% tenía entre 56-70 años, el 36,07% estaba en la franja de edad de 41-55 años y el 16,94% entre 26-40 años. Además, el 89,07% estaban laboralmente activos, el 7,10% retirados y el 3,83% en situación de baja laboral. La mayor parte de los encuestados han sido mujeres (72% mujeres frente al 28% hombres) y el 85,79% estuvieron en primera línea asistencial durante la pandemia. El 10,4% de los participantes tenían ausencia de insomnio clínico, el 52,6% de insomnio subclínico, el 32,9% de insomnio clínico y el 4% de insomnio grave, según el estudio.
El 51% de los médicos de atención primaria encuestados que padecen insomnio consume medicalización para paliarlo
Diferentes estudios han demostrado la relación entre la falta de calidad y cantidad de sueño afecta a la productividad laboral. La presencia de insomnio y su nivel de gravedad repercute en su desempeño laboral, al ser una enfermedad de 24 horas con alta afectación a la funcionalidad diurna. La encuesta de la SEMG y Alianza por el Sueño indica que el 49,9% de los profesionales declaraban que el insomnio afecta a su productividad laboral. Además, el 40,8% considera que impacta en su nivel de atención al paciente y el 12,6% afirma que el insomnio le ha afectado a su carrera profesional.
Igualmente, el 85% de los encuestados declara que los días posteriores a sufrir insomnio sienten mayor fatiga y el 54% reconoce cometer más errores en su ejercicio laboral. “En el sector sanitario se trabaja con la salud de los pacientes. Si el insomnio afecta a nuestra productividad es necesario que se mida y se cuide”, ha indicado el Dr. Lorenzo Armenteros, coordinador del estudio y miembro del Grupo de Trabajo Salud Mental de la SEMG y de la Alianza por el Sueño.
Dra. Rodríguez Ledo: “Tenemos que ayudar a nuestros profesionales a proteger su derecho a descansar y reducir estas cifras de insomnio”
El Dr. Lorenzo Armenteros ha recordado que el insomnio produce efectos negativos en el día siguiente que impactan directamente en la vida de la persona, ya sea a nivel personal o profesional. “El insomnio se asocia al deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud mental y física, generando un alto impacto sobre quienes lo padecen”, ha expuesto. En concreto, el 64,3% de los participantes en la encuesta declara que el insomnio le ha afectado a su salud mental, mientras que el 58,3% en su salud física.
Además, el estudio indica que el 51% de los médicos de atención primaria encuestados que padecen insomnio consume medicalización para paliarlo. Los ansiolíticos (32,79%) y los hipnosedantes (15,66%) son los más utilizados. Entre los 280 profesionales que consumían, el 70,7% llevaban más de un año y el 29,9% menos de un año. De estos, el 84,3% declaran que el trabajo le influye a la hora de consumir estas sustancias psicoactivas y el 85,4% de los encuestados respondieron que no existe ninguna iniciativa de promoción de la salud y prevención de consumo de sustancias adictivas como los hipnosedantes en su trabajo.
Dr. Armenteros: “Debemos dar al sueño una importancia tan alta como a la alimentación o a la actividad física”
La presidenta de la SEMG ha reclamado la puesta en marcha de acciones urgentes por parte de las Administraciones y gestores en la puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud (SNS). “Tenemos que ayudar a nuestros profesionales a proteger su derecho a descansar y reducir estas cifras de insomnio”, ha resaltado. La SEMG ha pedido establecer programas de prevención y evaluación de riesgo que incluyan el cuidado del sueño en los médicos de atención primaria.
Además, han subrayado la importancia de campañas de promoción de estilos saludables con el sueño y la gestión emocional. “Debemos dar al sueño una importancia tan alta como a la alimentación o a la actividad física. La mala calidad del sueño puede tener incidencia en enfermedades cardiovasculares, trastornos de tipo neurocognitivo, déficit de aprendizaje, falta de concentración o mayor frecuencia de diabetes. Necesitamos programas de prevención y educación para la salud de la población infantojuvenil, como es la iniciativa SeguridadVital.org, creando desde edades muy tempranas un cambio cultural en los hábitos saludables en el sueño”, ha afirmado el Dr. Armenteros.
Por ello, desde la SEMG han abogado por estrategias de reconocimiento profesional y programas internos de cuidado, de recomendación de hábitos de higiene de sueño o la capacitación en habilidades de afrontamiento emocional en la gestión del día a día de los médicos de atención primaria. “Según el estudio aquellos médicos de familia que utilizan estas estrategias efectivas de afrontamiento emocional tenían un impacto positivo en la gravedad de su enfermedad y en su calidad del sueño. También es importante impulsar estilos de vida saludable, factor que influye en la gravedad de insomnio”, ha concluido la Dra. Isabel Paúles, coordinadora del Grupo de Trabajo Estilos de Vida y Determinantes de Salud de la SEMG.