Pablo Malo Segura (Bilbao)
La Sociedad Española de Reumatología (SER) celebró los días 16 y 17 de febrero en Bilbao el IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas. El Dr. José Luis Andreu, jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Puerta de Hierro Majadahonda en Madrid y profesor titular de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UCM), atendió a iSanidad para hablar, entre otros temas, sobre cómo se puede potenciar el papel del reumatólogo como especialista de referencia en estas enfermedades, la importancia de la formación continua y las principales líneas de investigación en la actualidad. “Tenemos estudios muy relevantes tanto en lupus como en síndrome de Sjögren colaborando con el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Vamos a hacer multiómica a unos niveles de detalle que jamás se habían conseguido con la transcriptómica de célula única o incluso con la transcriptómica espacial de célula única”, destacó.
¿Cuál es la situación de las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas en España y cuáles son las más prevalentes?
Se trata de patologías que individualmente no son tan prevalentes como puede ser la artritis reumatoide o la espondiloartritis, pero en conjunto afectan a un volumen importante de personas, alrededor del 1% de la población. Estas enfermedades son, entre otras, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, el grupo heterogéneo de las miopatías inflamatorias o la esclerosis sistémica. Es necesario un entrenamiento específico para su diagnóstico y su manejo. Según la guía formativa de reumatología, los reumatólogos somos los especialistas específicamente entrenados durante nuestra etapa de la residencia para manejar estas enfermedades.
“Los reumatólogos somos los especialistas específicamente entrenados durante nuestra etapa de la residencia para manejar estas enfermedades”
¿Cómo se puede potenciar el papel del reumatólogo como especialista de referencia en estas enfermedades?
El problema que estamos teniendo ahora es que las unidades de reumatología están muy infradotadas. Además, tenemos que dar asistencia reumatológica de calidad a enfermedades prevalentes como la osteoporosis, los distintos tipos de artrosis o las patologías musculoesqueléticas regionales, con un volumen de pacientes muy importante. Estamos muy apurados de tiempo para manejar a los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas como requieren porque son enfermedades muy complejas.
Es necesario aumentar el número de reumatólogos en las unidades de reumatología. Muchas veces se comenta que hacen falta unidades de enfermedades autoinmunes sistémicas, pero esto sería un poco redundante para el sistema. Si hay un servicio de reumatología ya establecido está adecuadamente dotado, ya tenemos una unidad de enfermedades autoinmunes sistémicas. Los reumatólogos cuando hacemos nuestra residencia somos entrenados específicamente en establecer nexos transversales con especialidades que vamos a necesitar para manejar holísticamente al paciente.
“Es necesario aumentar el número de reumatólogos en las unidades de reumatología”
Especialidades como nefrología, dermatología, neumología u oftalmología son muy importantes y estamos también específicamente entrenados para desarrollar estos manejos multidisciplinarios. El papel del reumatólogo sería actuar como “director de orquesta” para hacer que todo funcione bien. Si el paciente con lupus tiene un problema cutáneo o articular y empieza a desarrollar la afectación renal, es importante contar con el nefrólogo colaborador para que haga la biopsia renal y saber realmente a que nos enfrentamos.
No parece lo más adecuado privar a los ciudadanos con enfermedades autoinmunes sistémicas de los especialistas específicamente entrenados para manejarlos porque no hay una dotación suficiente y tenemos que estar atendiendo las osteoporosis, las artrosis, las artritis reumatoide o las espondiloartritis, entre otras, y dejar de lado a estos pacientes que presentan grandes retos de diagnóstico y manejo terapéutico complejo. Cada vez tenemos más terapias biológicas y terapias dirigidas para estos procesos.
¿Hasta qué punto es necesaria la formación continua para los profesionales?
La formación continua es imprescindible para los reumatólogos y para toda la medicina. Estamos en un área de conocimiento humano que probablemente es la que está desarrollando más rápidamente la biotecnología. Los avances que se están generando en terapia génica, terapia dirigida y en terapia biológica son espectaculares.
“La formación médica continuada que proporciona la Sociedad Española de Reumatología es fundamental para los reumatólogos españoles”
La reumatología ha cambiado y no se parece nada a como era hace 20 años y esto sucede igual en todas las áreas de la medicina. A los médicos no nos da tiempo a aburrirnos porque hay que estar continuamente formándose. En este sentido, son muy importantes estos simposios que tratan temas específicos con una profundidad espectacular. La formación médica continuada que proporciona la Sociedad Española de Reumatología es fundamental para los reumatólogos españoles.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación en enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas?
Ahora mismo se están desarrollando sobre todo lo que se denominan las ómicas, estudios masivos de nuestro material genético y cómo se traduce hasta llegar a ser proteínas y cómo el sistema inmunitario maneja todo eso. La forma más eficaz de manejar a nuestros pacientes es encontrar las dianas terapéuticas esenciales en el desarrollo de la enfermedad. Una vez tenemos esa diana identificada, y para eso las ómicas son fundamentales, puedes generar anticuerpos dirigidos contra esas moléculas y hacer el desarrollo primero preclínico con modelos experimentales, y posteriormente, ensayos de fase uno, dos y tres hasta conseguir llegar a un fármaco eficaz y que tengamos licencia para utilizar.
Estos procesos son extraordinariamente costosos a nivel de trabajo, económico y de tiempo. Muchas moléculas que se empiezan a desarrollar al final no sirven, por eso es tan importante realizar una investigación masiva. Ahora mismo, tenemos estudios muy relevantes tanto en lupus como en síndrome de Sjögren colaborando con el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Vamos a hacer multiómica de material genético, de transcripción, de proteínas y de tipos celulares a unos niveles de detalle que jamás se habían conseguido con la transcriptómica de célula única o incluso con la transcriptómica espacial de célula única. Esto nos va a permitir detectar las relaciones de proximidad de las diferentes células del sistema inmunitario. Es un horizonte apasionante.
“La forma más eficaz de manejar a los pacientes con enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas es encontrar las dianas terapéuticas esenciales en el desarrollo de la enfermedad”
En cuanto a tratamientos, ¿cuáles han sido las últimas novedades?
Las últimas novedades más relevantes se han producido fundamentalmente en lupus. Al belimumab, que ya lo teníamos desde hace diez años, se ha añadido una nueva terapia biológica dirigida para bloquear el interferón, que se denomina anifrolumab. También hemos tenido avances muy importantes en las vasculitis asociadas a ANCA con la aparición del rituximab o del avacopan, que nos va a permitir ahorrar esteroides que son muy eficaces, pero tienen algunos efectos secundarios, o el tocilizumab en la arteritis de células gigantes.