Raquel Rodríguez Llanos: “Ser enfermera y mujer siempre nos hace vulnerables en los entornos laborales”

La vicepresidenta del Consejo General de Enfermería reconoce a su "pesar" que otros profesionales sanitarios y pacientes siguen teniendo con las enfermeras "comportamientos guiados por el rol de ser mujer en vez del rol profesional"

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G.M.
La enfermería es la profesión sanitaria feminizada por excelencia. En el imaginario colectivo, el papel de enfermera lo encarna una mujer. En 2022, el 84,2% de los profesionales de enfermería colegiados en España eran mujeres. ¿Se sienten reconocidas?, ¿sufren situaciones de desigualdad en sus entornos laborales? La vicepresidenta del Consejo General del Enfermería (CGE), Raquel Rodríguez Llanos, señala que “las enfermeras están muy bien valoradas” por la sociedad en general, y los pacientes en particular, pero aún viven situaciones de desigualdad, entre ellas, el acceso a puestos “de alto nivel”, donde “el techo de cristral no desaparece”.

¿Está la enfermería denostada o poco reconocida?
Las enfermeras están muy bien valoradas por la sociedad en general y por los pacientes en particular, como así lo demuestran las encuestas y barómetros sanitarios. Las enfermeras y enfermeros siempre son los mejores valorados del sistema sanitario. Se hace necesario que esa valoración tenga visibilidad en los medios y sea no solo percibida sino también sentida por la sociedad en general de manera sostenida en el tiempo, y no solo en situaciones extraordinarias como fue la pandemia u otros acontecimientos de catástrofes de cualquier índole.

“Ser mujer y enfermera tiene una doble dualidad, que influye en su vida profesional por el doble rol”

La enfermería es una profesión muy feminizada. ¿Crees que influye la feminización de la profesión en su falta de reconocimiento social o profesional?
La feminización de la profesión está sujeta a los perfiles del género femenino. Ello conlleva roles diferentes a los de los hombres, que hacen que influyan en el desarrollo profesional, constituyendo barreras dentro del entorno laboral. Ser mujer y enfermera tiene una doble dualidad, que influye en su vida profesional por el doble rol, y ello no significa que tenga falta de reconocimiento social o profesional, sino que otros factores relacionados con el género serán los que influyan personal y profesionalmente.

Como enfermera, ¿has vivido situaciones con pacientes o incluso con compañeros médicos en las que has sentido que te trataban de una forma determinada por ser una mujer?
El ser enfermera y mujer siempre nos hace vulnerables en los entornos laborales, y eso puede dar lugar a que otras profesiones sanitarias masculinas o incluso pacientes masculinos tengan comportamientos guiados por el rol de ser mujer en vez del rol profesional. Hoy día, a mi pesar, sigue sucediendo y prevalecen estas conductas solamente por el hecho de ser mujer.

“Otras profesiones sanitarias masculinas y pacientes masculinos tienen comportamientos guaidos por el rol de ser mujer en vez del rol de profesional enfermera. A mi pesar, sigue sucediendo y prevalecen estas conductas”

¿Cuesta más poner en marcha proyectos de investigación cuando eres enfermera?
La investigación es complicada y compleja en su desarrollo y es más difícil en las enfermeras que en otras profesiones sanitarias porque las organizaciones sanitarias no siempre las facilitan y en el ámbito laboral las enfermeras no disponen de tiempo ni de recursos para ello, como en otras profesiones sanitarias. A ello, hay que añadir que el rol de mujer y la doble jornada que tienen las enfermeras, su vida familiar y laboral, dificultan la realización de trabajos de investigación.

En medicina, pese a que la mayoría son mujeres, la presidencia de colegios de médicos y la dirección de servicios hospitalarios es muy minoritaria. ¿Ocurre lo mismo con el liderazgo en la enfermería?
El liderazgo de las enfermeras lo ejercen con los cuidados. La ocupación en los puestos de gestión es ya más visible que antes en puestos intermedios, aunque todavía hay determinados puestos, sobre todos de alto nivel, donde la presencia de las enfermeras es menor y el techo de cristal no desparece. Cada día más, y sobre todo la Ley de Paridad, favorecerá que las enfermeras estén representadas en igualdad con los hombres.

“todavía hay determinados puestos, sobre todos de alto nivel, donde la presencia de las enfermeras es menor y el techo de cristal no desparece”

¿Qué tiene que cambiar en la sociedad y en la profesión sanitaria para que se valore la enfermería?
Valorar a las enfermeras es valorar a las mujeres en general, y viceversa. El reconocimiento que socialmente tengan las mujeres condicionará el respeto y prestigio que se tengan a las enfermeras, no a nivel científico técnico, que ese reconocimiento ya lo tienen, sino como ser social como mujer.

Es necesaria la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, con ello se garantizará que la profesión enfermera no tenga barreras ni techos de cristal, y su reconocimiento no esté sujeta por su condición de rol de género femenino. Tener en cuenta la perspectiva de género en el ámbito sanitario disminuirá las desigualdades existentes entre mujeres y hombres, las enfermeras tendrán así las mismas oportunidades que el resto de sanitarios.

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