Dras. Natalia Egea y Dolores García, dietistas-nutricionistas pediátricas en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona
Aunque puede que la dieta cetogénica sea más conocida por su uso en casos de obesidad, cada vez es mayor el número de clínicos especialistas en Neurología que la indican en pacientes con epilepsia refractaria y otras enfermedades neurológicas. Tal y como se ha puesto de manifiesto durante la última edición de Epiforward, un encuentro llevado a cabo por la Federación Española de Epilepsia (FEDE), el objetivo principal de la dieta cetogénica en estos casos es reducir el número e intensidad de las crisis, prevenir y corregir los efectos adversos de la dieta, al mismo tiempo que se asegura el desarrollo normal del paciente.
La dieta cetogénica consiste en modificar el patrón de la alimentación del paciente aumentando la proporción de grasa y reduciendo la de otros nutrientes, con el fin de producir cuerpos cetogénicos. Por tanto, se basa en una dieta muy alta en grasas, baja en hidratos de carbono y ajustada en proteínas, además de estar suplementada en vitaminas y minerales.
Cuando se instaura la dieta cetogénica, se calcula y se calibra para aportar la cantidad de grasas según la tolerancia del paciente y para cubrir todas sus necesidades nutricionales
Es importante tener en cuenta que la alimentación de estos pacientes es personalizada e individualizada. Si bien es cierto que pueden mantener ratios y porcentajes cetogénicos similares, cada paciente tiene necesidades energéticas diferentes por lo que la pauta alimentaria de cada uno será distinta. Por ello, cuando se instaura la dieta cetogénica, se calcula y se calibra para aportar la cantidad de grasas según la tolerancia del paciente y para cubrir todas sus necesidades nutricionales.
Por último, es preciso que el especialista en neurología cuente con un dietista-nutricionista en su equipo para pautar a los pacientes su terapia dietética, así como para hacerles seguimiento. Como hemos explicado durante el encuentro Epiforward conducido por Nutricia, es importante que el tándem neurólogo/dietista-nutricionista conozca bien la terapia con dieta cetogénica, ya que se indica como un “fármaco” más en la epilepsia refractaria.
Para ello, los profesionales disponen de protocolos y guías clínicas específicas y pueden asistir a formaciones de dieta cetogénica. En nuestra opinión, poder hacer formaciones con casos clínicos y que los asistentes puedan interactuar y aprender de todos es enriquecedor y a la vez amplía el conocimiento en esta terapia. Poder disponer de recursos multimedia con vídeos, sesiones prácticas, recetas o apps de cálculo de dieta, son recursos que siempre son bienvenidos para ayudar al paciente a gestionar su día a día.