Gema Maldonado
Despistadas, raras o histriónicas que buscan atención. Son algunos de los calificativos que han recibido a lo largo de los años mujeres cuya sintomatología compleja, de larga evolución, cambiante, a veces impulsiva, muchas otras con falta de atención, no encajaban en ninguna clasificación de patología psiquiátrica. Ahora se sabe que detrás de una serie de síntomas comportamentales en ellas puede estar escondiéndose un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Pero la mayoría de psicólogos y psiquiatras “no están versados en esta patología en el adulto”, así que el diagnóstico y, con él, un posible tratamiento con psicoterapia o farmacológico, puede ser que nunca llegue.
Dr. Casas: “La vida de la mujer adulta con TDAH es una cruz”
Estudios llevados a cabo en Cataluña indican que actualmente se está diagnosticando TDAH en entre uno y dos niños de cada 10 que realmente viven con este trastorno del neurodesarrollo. La prevalencia en ellos es de 2,5 veces más que en las niñas, pero también se sabe que, a medida que se cumplen años, esa prevalencia se va igualando. Por tanto, si ya hay infradiagnóstico en varones, las niñas y especialmente las adultas son prácticamente invisibles en esta patología.
“Cuando se empezó a describir el TDAH, se hizo en el varón”, afirmaba este jueves en Madrid el Dr. Miquel Casas, catedrático de Psiquiatría Honorario de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Programa SJD Mind Escuelas del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. En ellos, el trastorno “es más llamativo: son más agresivos, impulsivos, tienen más accidentes y esta problemática social hace que despierte más preocupación en las familias, las escuelas, etc.” En segundo lugar, hasta hace poco, no se reconocía este trastorno en el adulto, por lo que falta formación sobre el trastorno en este grupo de edad y “si esto es así para varones, para mujeres es peor; la vida de la mujer adulta con TDAH es una cruz”, lamenta.
Dra. Mardomingo: “Los instrumentos diagnósticos que se usan en los trastornos psiquiátricos en general, y por su puesto en el TDAH se basan en varones y no han diagnosticado los cuadros clínicos distintos que se dan en mujeres y en adolescentes”
Son varias las causas que hacen que cueste más trabajo identificar el trastorno en ellas. Por una parte, “los instrumentos diagnósticos que se usan en los trastornos psiquiátricos en general, y por su puesto en el TDAH, se basan en el cuadro clínico en niños varones y no han diagnosticado los cuadros clínicos distintos que se dan en mujeres y en adolescentes. Si los instrumentos diagnósticos fallan en su función, estamos perdidos”, apuntaba la Dra. María Jesús Mardomingo, profesora de psiquiatría infantil en la Universidad Complutense de Madrid y hasta hace unos años, jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Ya se trabaja un cambio en esta realidad en las sociedades científicas europea y española de la especialidad. Desde hace “unos tres o cuatro años” las revistas científicas del ramo ya están contemplando las diferencias de género en el TDAH. Pero “hacer nuevas escalas es muy complicado y hacer nuevos cuestionarios adaptados a la población es muy difícil, tardarán unos años”, añade el Dr. Casas.
Ambos expertos insisten en un abordaje del TDAH con perspectiva de género para poder mejorar el diagnóstico y la atención de las niñas y mujeres con este trastorno
Las niñas y las mujeres adultas muestran distintos síntomas y signos. Abordar el TDAH de forma concreta en las niñas y adolescentes muestra que ellas consultan menos y se diagnostican más tarde. Tienen dificultades de atención y concentración, más ansiedad y depresión, y aquellos comportamientos que encajan menos con lo que la sociedad considera aceptables “intentan disimularlos ante la crítica externa”. Por tanto, son “menos evidentes” que en el caso de los niños, que cuyos síntomas hiperactivos e impulsivos, junto con los comportamientos más disruptivos, se han relacionado con tasas de detección más altas. Estas diferencias pueden llevar a la percepción errónea de que las mujeres están menos afectadas por el TDAH. Por último, cuando se detectan, aún existen problemas para ofrecer la medicación más adecuada, según ha apuntado el Dr. Casas, ya que suele requerir visado.
Ambos expertos han insistido en la importancia de hacer un abordaje del TDAH con perspectiva de género para poder mejorar el diagnóstico y la atención de las niñas y mujeres con este trastorno. Señalan que de esta forma se consigue detectar antes el cuadro clínico en las niñas, se diagnostica mejor y “la evolución” de este trastorno del neurodesarrollo. Este jueves presentaron el capítulo de que son autores, bajo el título TDAH con perspectiva de género, publicado en el Libro Blanco sobre Salud y Género en España del Observatorio de Salud (OdS) y Estudio de Comunicación con la colaboración de Takeda. En él, recogen las principales diferencias entre hombres y mujeres que conviven con este trastorno.