Los MIR y “el verdadero terror” de las guardias en urgencias: “Estamos toda la noche sin supervisión física de adjuntos”

En cuatro días, una encuesta en redes sociales preguntando de forma anónima si los residentes de los hospitales de la Comunidad de Madrid tenían supervisión en las guardias nocturnas ha recibido más de 2.700 respuestas, la mayoría, negativas

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Gema Maldonado
Este viernes a Juan Carlos Lorite, residente de segundo año de endocrinología y nutrición en un hospital de la Comunidad de Madrid, le toca guardia de 24 horas en el servicio de urgencias de adultos de su centro. Ya desde el día antes empieza a sentir “malestar”, lo que él llama la “ansiedad anticipatoria” que le impide disfrutar del día previo y descansar por la noche para enfrentarse a la jornada maratoniana que le espera. No es el único que afronta con ansiedad y miedo las guardias de urgencias. “Me suponen tanta angustia y estrés que me he visto obligada a tomar psicofármacos”, reza el testimonio anónimo y por escrito de una compañera de Juan Carlos.

Algunos de los MIR que ofrecen su testimonio cuentan la “ansiedad” con la que viven el día previo y las propias noches de guardias en urgencias, por la “falta de supervisión” que denuncian 

Pasan por este trance porque son médicos internos residentes, los MIR, que aseguran verse obligados a vivir las noches de guardia “en la mayoría” de los hospitales madrileños sin la supervisión de ningún médico adjunto. Al menos, así lo indica un gran número de las más de 2.700 respuestas que han ido facilitando de forma anónima en una encuesta abierta en la red social X (antes Twitter) desde el pasado domingo. ¿La razón? “Los médicos adjuntos se van a dormir toda la noche. Llega una hora determinada, que varía según el hospital, pero se van todos a dormir”, explica en conversación telefónica Juan Carlos Lorite.

En su centro, las guardias de noche en urgencias suelen contar con seis MIR y cuatro adjuntos, pero estos últimos se van a descansar, según los residentes. Son los seis MIR los que se encargan de atender las urgencias que llegan, “y de esos residentes, muchas veces el mayor es R3”, señala. Aunque también ha habido noches en las que el máximo “rango” levantado y atendiendo era un residente de segundo año.

“En las ocasiones que ves llegar al Samur con la ambulancia piensas: ‘Dios mío, aquí traen algo gordo’. Sentimos que estamos tomando decisiones para las que no tenemos la formación necesaria”

El resultado es que sienten “verdadero terror”. “En las ocasiones que ves llegar al Samur con la ambulancia piensas: ‘Dios mío, aquí traen algo gordo’. Sentimos que estamos tomando decisiones para las que no tenemos la formación necesaria, ni las competencias ni los conocimientos”, explica.

En teoría, bastaría con llamar a alguno de los adjuntos que descansa para que acuda rápido a resolver dudas o tomar el control de la situación, si es necesario. “Pero muchas veces hay miedo a llamarlos porque se enfadan por haberles despertado, nos dicen que no era para tanto o nos echan en cara que deberíamos haber sabido manejar el caso solos. Esto genera una tensión en la que nos planteamos: ¿la próxima vez cómo lo llamo? Y a veces, se pone en riesgo la vida del paciente por no llamar al adjunto ante el miedo a represalias”, afirma Juan Carlos. Además, apunta al “tiempo crucial en una emergencia” que pasa desde que el MIR llama al adjunto hasta que este llega.

“Muchas veces hay miedo a llamar a los adjuntos porque se enfadan por haberles despertado, nos dicen que no era para tanto o nos echan en cara que deberíamos haber sabido manejar el caso solos”

Afirman que no es una realidad de un centro en particular. Las conversaciones entre residentes de distintos hospitales de la comunidad van fluyendo y, con ellas, la indignación. Así que Juan Carlos, junto a otros compañeros de otros hospitales, han querido ir más allá y ver en qué medida se repiten esas guardias de noche en urgencias sin adjuntos al frente en otros centros. El pasado domingo, a través de su perfil en la red social X, donde cuenta con una nutrida comunidad de seguidores, lanzó una sencilla encuesta anónima donde se puede marcar cada uno de los 26 hospitales madrileños que tienen guardias de urgencias en las que trabajan médicos en formación, contestar a la pregunta de si les dejan sin supervisión física y añadir lo que consideren.

El resultado ha sorprendido a los propios autores de la encuesta. A las 48 horas de lanzarla tenía más de 2.400 respuestas. Este mismo jueves, ya superaba las 2.700.No me lo esperaba para nada. Queríamos sondear la situación, porque todos tenemos amistades en otros hospitales y sabemos que, en la mayoría, los residentes se quedan solos toda la noche“. El número y la rapidez de las respuestas recibidas muestran que el ambiente está muy caldeado y la gente muy cansada, porque vemos cómo intentan quitarnos cada vez más nuestro derecho a la formación y a nuestro descanso, como tienen ellos”, explica.

A las 48 horas de lanzar la encuesta tenía más de 2.400 respuestas de MIR contando su situación en las guardias de noche en urgencias. Este mismo jueves, ya superaba las 2.700

Ahora, están trabajando para verificar toda la información que reciben. “De manera aleatoria seleccionamos residentes de los hospitales que hacen guardias de urgencias y les preguntamos si lo que nos ha contado algún compañero suyo es verdad. Ahí ya pierden el miedo porque no son ellos los que afirman algo que les puede comprometer”, explica. Y la respuesta que están recibiendo es un: “sí, es cierto”. Su objetivo es sacar resultados y conclusiones a mediados de abril y, después, ampliar la encuesta al resto de comunidades autónomas. “Queremos ser rigurosos con la información que ofrezcamos para que los hospitales no puedan negar lo que nosotros vivimos en nuestro día a día”, afirma, seguro.

Soledad, miedo a represalias y próximos pasos

Los residentes dicen sentirse solos en todo este proceso. Algunos de los testimonios escritos de respuestas recibidas hasta ahora reflejan situaciones que ponen en riesgo la salud de los pacientes, pero también la salud emocional de los propios residentes.  ¿Habéis transmitido vuestra queja a los tutores? “Ellos son plenos conocedores de lo que pasa. Cuando ellos fueron residentes también lo vivieron, así que le quitan importancia y lo ven como algo normal”, lamenta el R2.

Los MIR aseguran que se sienten “abandonados” por los sindicatos y los colegios de médicos ante la situación que viven en las guardias de noche en urgencias

Tampoco sienten el apoyo de los sindicatos ni de los colegios de médicos, por quienes declaran sentirse “completamente abandonados”. “No quieren hacer nada que perjudique a los adjuntos. Al final, la mayoría de médicos que trabajan en el Sermas son adjuntos, los que tienen la mayoría del poder”, añade Juan Carlos, quien destaca que son muchas las veces que reciben más apoyo de auxiliares y enfermeras que del sector médico. “Nos ayudan, a veces extralimitándose en sus funciones, nos animan a llamar al adjunto, incluso les llaman ellas”.

Si la falta de supervisión que denuncian es relativamente habitual y conocida por todos, ¿Qué es lo que está cambiando, entonces? Para este MIR, la clave está en que las nuevas generaciones “no estamos dispuestas a tragar con estas cosas”, y se plantean dar un paso más y llegar a intentar convocar una huelga de guardias MIR. “Se hizo en 2020 y sí que mejoraron las condiciones. Tenemos fe en que algo cambie, porque esto es insostenible”, afirma.

Para este MIR, la clave está en que las nuevas generaciones “no estamos dispuestas a tragar con estas cosas”

Pero antes de llegar a eso tienen una propuesta que parte de las propias respuestas que están recibiendo. Quieren que el sistema garantice que tanto el trabajo como los descansos en las guardias de noche en urgencias se repartan de forma equitativa, para que los MIR “dejen de ser los que más trabajan y los que menos descansan”, y haya un equilibrio.

Proponen que el personal de guardia se pueda dividir de forma que en el equipo que se quede en la urgencia siempre haya al menos un adjunto con residentes, mientras otro grupo descansa. “Debe haber un equilibrio entre los pacientes que ve todo el equipo, no puede ser que haya adjuntos que no vean ni un paciente. Y se deben garantizar los descansos de todos y nuestra supervisión”, argumenta el Juan Carlos, que ejerce de portavoz de esta iniciativa.

Quieren que el sistema garantice que tanto el trabajo como los descansos en las guardias en urgencias de noche se repartan de forma equitativa entre los MIR y los adjuntos

¿No tienes miedo a represalias?La verdad es que no, me siento muy arropado por mis compañeros, y ya me he cansado. Como empleados públicos poseemos una serie de obligaciones laborales y estoy tranquilo de que cumplo con todas ellas, pero también tenemos unos derechos: a que nos supervisen y no nos dejen solos por la noche. En el Boletín Oficial del Estado lo pone que un R1 no puede estar en ningún caso sin supervisión directa de un adjunto y eso no ocurre prácticamente en ningún hospital. Entonces llega un momento en el que hay que perder los miedos y luchar por los derechos básicos“, concluye.

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