Anuario iSanidad 2023
Dra. Remedios Martín Álvarez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)
La atención primaria se encuentra en un momento sumamente complejo: la ola de jubilaciones ya ha llegado. Con ella, la constatación de la falta de previsión por parte de la gran mayoría de nuestros gestores. Nuestra especialidad, la medicina familiar y comunitaria, registra desde hace años una tasa de reposición inferior a uno. Esto significa que el sistema MIR no genera el número necesario de especialistas como para cubrir el volumen de los que, a día de hoy, se están jubilando, que son muchos.
Entre 2021 y 2026 se jubilarán tres de cada 10 médicos y médicas de familia de nuestro país, independientemente de si trabajan en el medio rural o en el medio urbano. Una circunstancia demográfica y previsible que está tensionando el sistema y situando nuestra atención primaria en una encrucijada.
Frente a esta situación, y para dar respuesta a las necesidades cambiantes de la población, de la ciudadanía, desde nuestra sociedad científica insistimos en la necesidad de un cambio de modelo organizativo y de gestión, pero no por repetir reiteradamente nuestro mensaje podemos asentir que haya calado lo suficiente. El cambio ya es inexcusable y, en el momento actual, debe pasar ya por una reorientación hacia las prácticas asistenciales de valor de los profesionales especialistas en medicina familiar y comunitaria, de todos los profesionales asistenciales y no asistenciales con desempeño en la atención primaria. Los médicos y las médicas de familia de nuestro país estamos entre los mejor preparados, y nuestro sistema MIR lo avala, siendo nuestra especialidad el reflejo que buscan muchos países de nuestro entorno.
Entre 2021 y 2026 se jubilarán tres de cada 10 médicos y médicas de familia de nuestro país, independientemente de si trabajan en el medio rural o en el medio urbano
El valor clínico de cada una de nuestras consultas ya ha calado: como sociedad científica defendemos la idea de que las consultas de medicina deben orientarse siempre hacia aquellas prácticas que aporten valor clínico y terapéutico, que conlleven aumentar la capacidad resolutiva, y dejar de resolver incidencias burocráticas, o problemas administrativos que restan valor a la actividad asistencial.
La práctica orientada al valor clínico junto, con el acceso a todas las pruebas que aumenten la capacidad resolutiva, debe crecer exponencialmente para asegurar que las consultas de atención primaria son el entorno asistencial en el que se resuelven más del 90% de los problemas de salud de las personas, de la ciudadanía. Es nuestra vocación, nuestra orientación como médicas y médicos.
Las consultas de atención primaria son el entorno asistencial en el que se resuelven más del 90% de los problemas de salud de las personas
Como presidenta de la semFYC, la mayor sociedad científica médica de España, espero que este 2024 sea definitivamente el año de la atención primaria, el año de la medicina familiar y comunitaria. Debe ser, sí o sí, este 2024 cuando vea la luz el nuevo programa de la especialidad. Llevamos más de veinte años trabajando en la formación de nuevos especialistas en base a un programa que precisa de cambios y actualizaciones para adaptarse a las que clama para su actualización y nos consta que la Comisión Nacional de la Especialidad ha trabajado con ahínco en su revisión y actualización. El nuevo Ejecutivo recién incorporado se debe comprometer con este nuevo programa de la especialidad, con esta mejora de la formación de los futuros especialistas.
En sus manos estará la atención primaria del futuro, la que deberá resolver las necesidades de salud de una población cada vez más envejecida, que precisará de una visión integral, longitudinal, transversal, integradora y global de la persona.
Tras la ola de jubilaciones de la llamada generación silenciosa vendrá la epidemia de enfermedades crónicas. Este es el sino sobre el que pivota la necesidad de cambio y de evolución de nuestro sistema nacional de salud, al que debemos dar respuesta como sociedad y globalmente. Esperamos que, al contrario de lo que ha sucedido con la ola de jubilaciones de médicos y médicas de familia, lleguemos a tiempo a este enorme reto: nosotros, como profesionales, estamos listos.
