G.M.
Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina, al tiempo que Europa trabaja en un nuevo paquete legislativo del sector farmacéutico, un panorama en el que la industria de medicamentos genéricos mueve ficha para pedir una regulación y políticas europeas que impulse la innovación y producción de este tipo de fármacos, especialmente en España, donde su cuota de mercado lleva casi una década sin avances.
Este lunes, las patronales europea y española de sector de medicamentos genéricos han presentado un manifiesto en el que exponen su visión del futuro de la política sanitaria en Europa, que se basa en la acción política que garantice el acceso equitativo a los tratamientos, una red regulatorio “moderna para el siglo XXI”, la producción de medicamentos genéricos en Europa y una política para la innovación asequible en genéricos.
Los fabricantes piden que se reformen las leyes farmacéuticas de la Unión Europea para la “incorporación sostenible” de medicamentos genéricos y “con valor añadido”
Medicines for Europe y la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), firmantes del manifiesto piden que se reformen las leyes farmacéuticas de la Unión Europea para que el acceso a los medicamentos sea equitativo, de forma que se fomente la “competencia oportuna” y la “incorporación sostenible” de medicamentos genéricos y “con valor añadido“. Digitalizar, armonizar y automatizar el marco regulatorio de medicamentos, que incluya “una política clara de prevención y mitigación de la escasez” que incluya una única plataforma digital, interoperable y automatizada para gestionar esa escasez, es otra de las líneas que defienden ambas organizaciones.
El manifiesto señala que las políticas europeas deben asegurar la producción de medicamentos en Europa. Concretamente, hablan de “invertir en la industria farmacéutica de genéricos para hacerla más competitiva, más verde y más digital, así como mejorar su autonomía estratégica”. Por último, piden la creación de una política para “la innovación asequible en medicamentos genéricos”.
Según el diario El País, el Ministerio de Sanidad está estudiando permitir que haya libertad a la hora de poner los precios de los medicamentos equivalentes, para que los genéricos puedan vender más baratos
Este manifiesto llega un día después de que el diario El País publicara que el Ministerio de Sanidad está estudiando permitir que haya libertad a la hora de poner los precios de los medicamentos equivalentes, es decir, una vez su patente ha terminado y salen al mercado genéricos y biosimilares, de forma que estos últimos puedan venderse más baratos que los de marca. Actualmente, cuando un paciente retira un fármaco de la farmacia, el precio del medicamento de marca y el genérico es igual, lo que dificulta que el paciente opte por el genérico. Sanidad considera que así los genéricos podrían mejorar su penetración en el mercado, que no crece desde hace 10 años.
Se sitúa en el 41% en unidades y el 21% de cuota en valores, unos porcentajes muy por debajo de la media europea, con el 65% unidades y 25% valores, según datos del informe “Situación actual del mercado de medicamentos genéricos en España” de la Aeseg y la consultora Iqvia. Para la patronal de los genéricos la razón de esta paralización es la “ausencia de una normativa específica orientada a diferenciarlos de la marca”, ya sea en precio o en condiciones de dispensación.
La cuota de mercado de los medicamentos genéricos en España lleva una década sin avances
La presidenta de Medicines for Europe, Elisabeth Stampa, señala que las elecciones europeas llegan “en un momento crítico” para la política sanitaria y defiende que la industria farmacéutica de medicamentos genéricos “se ha movilizado para suministrar fármacos en los momentos más difíciles”, con la pandemia de fondo, pero apunta que “requiere políticas coherentes para mantener su contribución a la salud a través del acceso, la innovación asequible y la seguridad del abastecimiento de medicamentos”. Esta organización europea calcula que entre los años 2006 y 2023, solo los medicamentos biosimilares han ahorrado a los sistemas de salud en Europa 50.000 millones de euros.