Juan León García
De entre las más de 50.000 preparaciones histológicas que genera cada año el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), y que después se transforman en imágenes microscópicas digitales de alta resolución, algunas podrían requerir de una opinión de un patólogo externo al centro debido a las dudas clínicas que pudieran suscitar. Y hacer eso desde un mismo sistema tecnológico hasta hace pocos meses era casi una utopía.
Desde principios de este febrero, el centro hospitalario ubicado en el sur de la capital madrileña incorporó a este servicio un nuevo sistema de Patología Digital. Ni mucho menos, precisa a iSanidad el jefe de los anatomopatólogos, Dr. Federico Álvarez Rodríguez, se trata de que este modelo innovador sirva para hacer diagnósticos histológicos sobre imágenes digitales. Eso ya existía. En lo que el Infanta Leonor sí marca un antes y un después, al menos en la sanidad madrileña, es en que esta tecnología basa su fortaleza en la interoperabilidad con los sistemas de información del hospital y del servicio. Así se comparten datos “de forma fluida”.
“Cuando los servicios de Anatomía Patológica estén comunicados digitalmente, las necesidades asistenciales moldearán el modelo digital para dar la mejor prestación de servicio posible en beneficio de los pacientes. Esperamos la Anatomía Patológica desempeñe un papel protagonista en este aspecto”, anticipa el Dr. Álvarez.
Ese es justo uno de los puntos fuertes del proyecto promovido por la Dirección General de Salud Digital, de la Consejería de Digitalización de la Comunidad de Madrid, y en el que ha colaborado la tecnológica Siemens Healthineers.
Dr. Federico Álvarez Rodríguez, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Infanta Leonor: “Cuando los servicios de Anatomía Patológica estén comunicados digitalmente, las necesidades asistenciales moldearán el modelo digital para dar la mejor prestación de servicio posible en beneficio de los pacientes”
Porque la digitalización de este servicio en España lleva años apuntalándose. También, debido en gran parte a los vientos favorables que soplan en cuanto a tecnologías de imagen (nuevos escáneres, resonancias) y a la irrupción definitiva de la inteligencia artificial en esta ecuación. La novedad, en este caso, gira en torno a que este modelo y el sistema de información del hospital, o del servicio, se integren.
Algo que propiciará, continúa el Dr. Álvarez, mayor flexibilidad del sistema para solventar problemas detectados; conectividad en tiempo real con los bancos de imágenes y la capacidad de integrar soluciones de forma global. Y el Infanta Leonor ha sido el primer hospital de la red pública madrileña en utilizarlo. En paralelo, servirá para definir las bases de un modelo único que favorezca la colaboración entre profesionales de diferentes centros sanitarios.
“Parece que es algo natural, pero los modelos únicos no son habituales, teniendo en cuenta que atendemos pacientes que cambian de residencia o pueden tener procesos que se asisten en distintos hospitales”, explica.
Retos para la “digitalización completa”
No obstante, ese a priori prometedor horizonte afronta obstáculos. “Allanar el camino”, retoma el Dr. Álvarez. Hace referencia a los problemas técnicos, humanos, burocráticos, tecnológicos “y darles una solución” para que las nuevas conexiones sean “mucho más fluidas”. El proyecto se encuentra actualmente en la fase piloto, aunque confía en que dentro de poco puedan pasar a otra en la que establecer “comunicaciones intercentros”.
A su vez, el nuevo modelo requiere que, para la “digitalización completa” del servicio, se optimice en paralelo la automatización del laboratorio. Es decir, más inversión económica en equipos “que favorecen el flujo de trabajo digital, desde la obtención de la muestra al archivo de preparaciones”.
Un nuevo modelo completo de Patología Digital requerirá de mayor inversión económica en equipos que mejoren los flujos de trabajo digital, desde las obtenciones de muestras al archivo de las preparaciones
La introducción de un escáner de alta resolución (que puede digitalizar 360 imágenes analógicas a la vez) en un servicio de Anatomía Patológica para realizar diagnósticos de forma digital implica cambios en los flujos de trabajo del propio servicio, subraya el anatomopatólogo. “Todo el personal del servicio se involucra de forma transversal: patólogos, técnicos y administrativos”. Pero para que el cambio sea “real” lo ideal es que no se produzcan “desviaciones” en el proceso de producción de las imágenes digitales. “Dicho de otra forma, necesitamos que todo lo que se introduce en el escáner se digitalice de forma óptima con una elevada calidad”.
Conseguirlo de manera exitosa es un hito para un centro que recibe de media cada año más de 30.000 muestras biológicas (entre biopsias, autopsias, citologías y punciones) que requieren de un diagnóstico microscópico.
Cambio de mentalidad
La patología digital es un cambio de paradigma tanto para la realidad asistencial del momento, como en los ámbitos de la docencia de residentes y universitaria y los proyectos de investigación en los que puede participar el Infanta Leonor.
No obstante, la formación previa en el uso de estos nuevos sistemas exige, en opinión del Dr. Álvarez, de un paso previo: “un cambio de mentalidad”. Argumenta que la llegada de esta tecnología disruptiva significa que los patólogos ya no trabajan “de la misma manera”.
“Seguimos haciendo preparaciones microscópicas y seguimos diagnosticando con el mismo esquema mental, pero no lo hacemos del mismo modo, lo hacemos pensando en los requerimientos de un sistema de digitalización”, detalla.
Ya pasó en su día con la incorporación a la especialidad de las técnicas de Patología Molecular, para las que hizo falta un facultativo con conocimientos amplios en ese campo. Ahora podría ocurrir lo mismo con Patología Digital, para que este profesional “transmitiese la información al resto del personal del servicio, sirviendo de puente de comunicación con el personal experto de otras especialidades”.