Una vacuna en investigación logra una respuesta inmune duradera en pacientes con cáncer de páncreas

El objetivo de esta vacuna es enseñar a las células T a reconocer proteínas que se encuentran exclusivamente en tumores pancreáticos, llamadas neoantígenos

cáncer

Redacción
Los investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK) de Nueva York han presentado nuevos datos que demuestran que un enfoque experimental para tratar el cáncer de páncreas con la candidata a vacuna terapéutica basada en ARN mensajero (ARNm) continúa mostrando potencial para estimular una respuesta inmune que puede reducir el riesgo de que la enfermedad regrese después de la cirugía.

En concreto, los resultados de un ensayo clínico de fase 1 muestran que esta vacuna, llamada autogene cevumeran, activó células inmunitarias que persistieron en el cuerpo hasta tres años después del tratamiento en ciertos pacientes. Además, una respuesta inmunitaria inducida por la vacuna se correlacionaba con un riesgo reducido de que el cáncer reapareciera. Estos datos fueron presentados por el cirujano científico de MSK, Vinod P. Balachandran, en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer (AACR), que se lleva a cabo en San Diego del 5 al 10 de abril.

Una respuesta inmunitaria inducida por la vacuna se correlacionaba con un riesgo reducido de que el cáncer reapareciera.

Esta vacuna de ARNm contra el cáncer en investigación se desarrolló en colaboración entre BioNTech y Genentech. En el ensayo clínico de fase 1, las vacunas se fabricaron a medida para cada participante en función del perfil mutacional de su tumor individual. Las vacunas terapéuticas contra el cáncer basadas en ARNm tienen como objetivo enseñar a las células T a reconocer proteínas que se encuentran exclusivamente en sus tumores pancreáticos, llamadas neoantígenos. Esto alerta a las células T de que las células cancerosas son extrañas.

Los resultados anteriores del ensayo de fase 1, publicados en mayo de 2023 en ‘Nature’, mostraron que la vacuna fue bien tolerada y que activó las células inmunitarias en la mitad de los pacientes tratados. Ahora, con una mediana de seguimiento de tres años, el equipo continúa encontrando evidencia de una sólida respuesta de células T activadas por la vacuna. Mediante el análisis de la sangre extraída de los pacientes del ensayo, los investigadores encontraron que el 98% de las células T activadas específicamente por la vacuna candidata contra el cáncer no estaban presentes en los pacientes antes de la vacunación, y que en seis de ocho pacientes analizados, los estaban el 80%.

El 98% de las células T activadas específicamente por la vacuna candidata contra el cáncer no estaban presentes en los pacientes antes de la vacunación

Por otra parte, las células T inducidas persistieron desde dos hasta tres años después de la vacunación. En particular, esta respuesta inmunitaria se asoció con una recurrencia retrasada, observándose una recaída durante el período de seguimiento en sólo dos de los ocho pacientes con una respuesta inmunitaria inducida por la vacuna. Mientras tanto, el cáncer regresó en siete de ocho pacientes cuyos sistemas inmunológicos no respondieron a la vacuna durante el estudio. Los investigadores aún no saben si las vacunas provocaron el retraso en la recurrencia del cáncer.

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