Diversos investigadores identifican dianas terapéuticas para prevenir el daño cardiaco asociado a una terapia para el cáncer

Un tercio de los pacientes tratados con antraciclinas desarrolla algún tipo de toxicidad cardiaca y en más de un 5% el daño cardiaco irreversible inducido por las antraciclinas causa insuficiencia cardíaca crónica

antraciclinas
Foto: Europapress, Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC)

Redacción
El tratamiento con antraciclinas, un medicamento habitual para el cáncer,
afecta negativamente a un tercio de las personas que sobreviven a esta patología. Sin embargo, diversos investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Cnic), centro dependiente del Instituto de Salud Carlos III (Isciii), han identificado posibles terapias para el daño producido en el corazón a causa de este tratamiento.

Se estima que tres millones de pacientes en Europa son tratados con antraciclinas cada año ya que este medicamento, en combinación con otros fármacos, ha sido la opción principal en el tratamiento inicial de varios tipos de cáncer durante décadas.

Un tercio de los pacientes tratados con antraciclinas desarrolla algún tipo de toxicidad cardiaca

Un tercio de los pacientes tratados con antraciclinas desarrolla algún tipo de toxicidad cardiaca y, aunque en muchos casos no tiene consecuencias graves a largo plazo, en más de un 5% de las personas que sobreviven al cáncer el daño cardiaco irreversible inducido por las antraciclinas causa insuficiencia cardíaca crónica, una enfermedad que limita la calidad de vida de los pacientes.

Por este motivo, el equipo del Laboratorio Traslacional para la Imagen y la Terapia Cardiovascular del CNIC, liderado por el Dr.  Borja Ibáñez, ha estudiado estrechamente la progresión de la toxicidad cardiaca por antraciclinas en el metabolismo de corazón, con particular énfasis en las mitocondrias, en un modelo experimental, y ha identificado los mecanismos implicados en este proceso. Su estudio se ha publicado en la revista ‘JACC: CardioOncology’.

“Las antraciclinas alteran de forma importante el metabolismo del corazón, provocando una alteración en el transporte de estos combustibles”

“Hemos visto que las antraciclinas alteran de forma importante el metabolismo del corazón, provocando una alteración en el transporte de estos combustibles y una disfunción irreversible de la producción energética por parte de las mitocondrias”, señala el Dr. Ibáñez, director científico del CNIC y cardiólogo en el hospital universitario Fundación Jiménez Díaz, y jefe de grupo en el Ciber de Enfermedades cardiovasculares (Cibercv).

“Las alteraciones metabólicas en el corazón aparecen de forma muy precoz tras iniciar el tratamiento con antraciclinas, mucho antes de que el corazón pierda fuerza contráctil”, explica la primera autora del trabajo, Anabel Díaz-Guerra, quien está realizando su tesis doctoral en CNIC gracias a una beca de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Una de las posibles intervenciones está relacionada con un aporte nutricional específico que pueda prevenir la atrofia cardíaca precoz causada por este quimioterápico

Además, la Dra. Laura Cádiz, miembro del equipo de investigación del CNIC asegura que “Gracias a un estudio muy minucioso en diferentes momentos del proceso, hemos sido capaces de identificar las alteraciones moleculares responsables de este deterioro metabólico cardiaco. Esto nos permite determinar procesos que podrían prevenirse con intervenciones muy precoces”.

Según los investigadores, una de las posibles intervenciones está relacionada con un aporte nutricional específico que pueda prevenir la atrofia cardíaca precoz causada por este quimioterápico. Además, están testando el efecto beneficioso de una dieta hiperproteica para evitar esta atrofia muscular (incluido el músculo cardíaco) asociada a la toxicidad por antraciclinas.

El CNIC, a través del Programa de Homeostasis Miocárdica y Daño Cardiaco, ha diseñado una línea de investigación dedicada al estudio de la toxicidad cardiovascular de los tratamientos del cáncer, en particular al daño cardiaco por antraciclinas. Su objetivo es desarrollar tratamientos que mantengan la eficacia terapéutica y minimicen los impactos negativos en la salud cardiovascular.

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