Existe una conexión entre los niveles en sangre de la proteína fibrilar glial ácida y el desarrollo del alzhéimer

Este estudio, realizado por la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas, se ha publicado en la revista Brain

Alzheimer-lecanemab

Redacción
La Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas), dependiente del Instituto de Salud Carlos III y respaldada por la Fundación Reina Sofía, confirma la conexión entre los niveles en sangre de la proteína fibrilar glial ácida (GFAP) y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, estableciendo por primera vez en humanos la relación entre esta proteína y la activación de los astrocitos en el cerebro, clave en los procesos inflamatorios de la patología.

Este estudio, publicado hoy en la prestigiosa revista Brain, se inserta en un contexto de investigación más amplio en torno a los astrocitos, células cerebrales que rodean a las “placas” y “ovillos” de lesiones de proteínas anormales amiloide y tau que caracterizan a la enfermedad. Los astrocitos constituyen el “tercer elemento” del alzhéimer e intervienen en la inflamación cerebral y el mantenimiento del ambiente neuronal. Algunas investigaciones recientes sugieren que su activación es un eslabón necesario entre la patología amiloide y la tau que conduce a la muerte neuronal.

Se han estudiado los niveles de GFAP en sangre en tres momentos diferentes, durante el ingreso al hogar de ancianos, en un momento intermedio y en la evaluación pre mortem

Este análisis se basa en el estudio de los niveles de GFAP en sangre y el daño cerebral de la enfermedad de alzhéimer a partir de datos de una cohorte prospectiva de pacientes con demencia residentes en el Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía.  

El equipo, liderado por Pascual Sánchez Juan, director científico de la institución y miembro del grupo de estudio de demencias de la Sociedad Española de Neurología, estudió los niveles de GFAP en sangre en tres momentos diferentes, durante el ingreso al hogar de ancianos, en un momento intermedio y en la evaluación pre mortem. Además, los relaciona con diversos indicadores de la progresión de la enfermedad de alzhéimer como el deterioro cognitivo y pérdida de volumen de la masa cerebral, así como con las lesiones en el cerebro en análisis post mortem.

Los niveles altos de GFAP se asocian con una mayor progresión de a enfermedad, mayor deterioro cognitivo y un menor peso del cerebro

Los resultados revelan que los niveles altos de GFAP se asocian con una mayor progresión de la enfermedad, mayor deterioro cognitivo y un menor peso del cerebro. Asimismo, muestran que también se asocian a la activación de los astrocitos en el cerebro.

El director científico de la institución subraya la importancia de los resultados sobre “el papel de esta proteína como biomarcador para el diagnóstico y el seguimiento del alzhéimer, incluso en pacientes con demencia avanzada y patología mixta, mostrando de forma fehaciente, por primera vez, la correlación de la GFAP con la activación astrocitaria en cerebros humanos. Estos hallazgos implican que los astrocitos son una diana terapéutica muy prometedora en la búsqueda de tratamientos.”

Este estudio nos permite comprender mejor los mecanismos del alzhéimer y ofrece una valiosa perspectiva para la detección precoz y posibles tratamientos, en un contexto como el actual, en el que nuevos fármacos, los enfoques de medicina personalizada y la investigación de biomarcadores en sangre renuevan la esperanza en la lucha contra una patología que afecta a alrededor de 800.000 personas en España.

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