Redacción
Durante los últimos años el sector salud se ha convertido en uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes debido a la valiosa información que maneja. Los historiales médicos, datos financieros y otros datos personales pueden ser empleados para diversos fines ilícitos, como el robo de identidad, la extorsión o la venta en el mercado negro. Según el informe realizado por Enisa, sobre las amenazas de ciberseguridad en la salud en la UE, un historial médico puede llegar a costar entre 28 y 938 euros (30 y 1.000 dólares), mientras que una tarjeta de crédito se puede vender entre 1 y 6 dólares.
El estudio muestra que el sector salud registra el 8% de los incidentes de ciberseguridad, situándose por detrás de la administración pública (19%), pero por delante de otros sectores como la banca (6%), el transporte (6%) o la energía (4%). Los proveedores de atención médica son los más afectados, con un 53% del total de incidentes. Los hospitales, en particular, son los más vulnerables, con un 42% de los casos reportados. Además, otras entidades de la sanidad como las autoridades sanitarias y la industria farmacéutica también han sido objetivo de ataques.
El sector salud registra el 8% de los incidentes de ciberseguridad, según el estudio realizado por Enisa
Ciberataque a Change Healthcare
Uno de los mayores ataques sanitarios de la historia, ocurrido en febrero de este año 2024, puso en relieve la vulnerabilidad de este sector. Change Healthcare, una empresa que procesa pagos y recetas médicas en Estados Unidos, sufrió un ciberataque perpetrado por el grupo de ransomware Blackcat, que impidió a hospitales y centros médicos emitir recetas, recibir pagos y realizar otras funciones críticas.
Las consecuencias de un ciberataque en el sector sanitario pueden ser devastadoras. Además del perjuicio económico, que puede ser considerable, este tipo de ataques representa un peligro real para la salud de los pacientes, ya que puede poner en riesgo la atención médica e, incluso, ocasionar daños físicos.
“En el ámbito sanitario, un ciberataque va más allá de una simple filtración de datos. Los riesgos para la salud de los pacientes son reales y potencialmente mortales”, advierte Francisco Valencia, CEO de Secure&IT. “Imaginémonos un escenario donde los sistemas informáticos de un hospital se ven comprometidos, lo que provoca la desactivación de equipos médicos críticos o la alteración de registros de medicamentos. Las consecuencias podrían ser catastróficas: retrasos en la atención, diagnósticos erróneos e incluso la administración de tratamientos incorrectos. La ciberseguridad en el sector sanitario no es solo una cuestión de privacidad, es una cuestión de vida o muerte”.
“La ciberseguridad en el sector sanitario no es solo una cuestión de privacidad, es una cuestión de vida o muerte”, afirma el CEO de Secure&IT
Ciberataques más comunes en el sector salud
Los ciberataques al sector salud tienen como objetivo principal el robo de datos sensibles, como historiales médicos, información financiera y otros datos personales. Estos ataques se realizan a través de diversos métodos (ransomware, phishing, etc.), que afectan a la disponibilidad de datos, la prestación de servicios y la calidad de la atención al paciente. Además, la falta de recursos, la complejidad de los sistemas informáticos y la falta de concienciación del personal sanitario agravan esta situación.
Según estudios de referencia, las principales puertas de entrada para los ciberataques en el sector salud incluyen la mala configuración de seguridad, errores humanos en la operación, ataques de ingeniería social y ataques en la cadena de suministro. El ransomware es el tipo de ataque más frecuente, seguido del robo de datos y los ataques de intrusión.
El ransomware es el tipo de ataque más frecuente en el sector de la salud
Además del ransomware, existen otras amenazas importantes para el sector. Por ejemplo, los ataques de denegación de servicio (DDoS), que tienen como objetivo sobrecargar los sistemas informáticos de una organización con tráfico falso, lo que los hace inaccesibles para los usuarios legítimos. Los ataques DDoS pueden causar graves interrupciones en la actividad de las organizaciones sanitarias, lo que puede tener consecuencias importantes para los pacientes.
“La ciberseguridad en el sector salud es un desafío que no podemos ignorar. Es necesario tomar medidas contundentes para proteger la información de los pacientes y garantizar la confianza en el sistema sanitario. Esto implica invertir en medidas de protección para los sistemas informáticos y los datos de los pacientes, así como implementar medidas de prevención, como formación del personal, actualización de software y desarrollo de planes de respuesta a incidentes. Además, la colaboración público-privada es fundamental para desarrollar estrategias conjuntas de prevención y respuesta”, concluye Javier Martí, responsable de Ciberseguridad de Secure&IT.