Redacción
El exministro de Sanidad Salvador Illa ha admitido en su declaración en el Congreso de los Diputados que se vio con Koldo García, uno de los supuestos cabecillas de la trama de corrupción en la compra de mascarillas en lo peor de la pandemia. En respuesta a preguntas del diputado del Partido Popular Elías Bendodo, ha dicho que recibió a Koldo en Sanidad y le remitió a los técnicos del Ministerio para que revisaran la oferta de mascarillas que les presentaba. “El resultado fue que no hubo ninguna contratación”, ha dicho Illa.
El exministro ha reconocido que en aquellos meses de 2020 hubo “unos pocos que se aprovecharon” de los contratos de material de anticovid
El exministro ha reconocido que en aquellos meses de 2020 hubo “unos pocos que se aprovecharon” de los contratos de material de anticovid, pero sostiene que era “difíciles de detectar” para las administraciones dado el contexto.
Illa, ahora candidato socialista a la Generalitat, comparecía ante la comisión de investigación del Congreso. Allí ha entregado un informe de 32 páginas sobre los procedimientos que se siguieron durante el estado de alarma con compras de emergencia.
Illa ha explicado que esos días el Ministerio de Sanidad recibió a través de diferentes vías, “múltiples ofertas”. “Muchas de estas propuestas eran realizadas aparentemente por oportunistas y advenedizos”. También afirma que “algunas ofertas se consideraron directamente como intentos de estafa”, según recoge Europa Press.
Salvador Illa asegura que las ofertas de mascarillas se sometían “a un riguroso análisis” basado en la solvencia de la empresas, la seriedad de las ofertas o la calidad del material.
En ese contexto, “era imprescindible detectar a proveedores fiables y que suministraran con rapidez el material requerido”. Para ello, se establecieron varios buzones atendidos por expertos. Dice que esas ofertas se sometían “a un riguroso análisis” basado en la solvencia de la empresas, la seriedad de las ofertas o la calidad del material.
El 20 de marzo de 2020, tan sólo seis días después de la declaración del estado de alarma, se hizo la primera compra masiva desde sanidad. “Y en los 20 días siguientes, hasta el 10 de abril, se cerraron un total de 28 contratos”. Estos tuvieron un coste total de 750 millones de euros. Gracias a estos contratos, se adquirieron 642 millones de mascarillas quirúrgicas, 106 millones de mascarillas FFP2 y FFP3, 58 millones de guantes, y 3 millones de monos de protección. También 550.000 gafas de protección, 6.298 respiradores y 0,5 millones de test de diagnóstico.
Salvador Illa ha defendido que “el Ministerio de Sanidad actuó de manera prudente, responsable, diligente y eficaz” en la compra de mascarillas y otros materiales
A su juicio, “el Ministerio de Sanidad actuó de manera prudente, responsable, diligente y eficaz” para que sanitarios y ciudadanos pudieran “protegerse frente al virus”. Y todo ello aunque, según Illa, “hubo gente, unos pocos, que se aprovecharon de aquella situación”. Pero, en su opinión, “de ninguna forma esa minoría ni representa ni puede empañar el comportamiento ejemplar” de la sociedad y la sanidad pública.
“El virus sacó a flote lo mejor de la sociedad española y lo peor de unos pocos, difíciles de detectar en aquellos momentos para todas las administraciones”, concluía en su discurso inicial.
