Cristina Cebrián
Un paciente formado e informado puede ser más responsable en el cuidado de su salud. Con esta premisa, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof) y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) han publicado el Decálogo de Derechos de los Pacientes en la Farmacia Comunitaria, un documento que incluye diez derechos básicos que tienen los pacientes en el ámbito de las oficinas de farmacia y que aglutina la amplia legislación española respecto a las farmacias comunitarias.
“Este decálogo recoge aspectos tan importantes como garantizar el acceso a un farmacéutico, recibir atención de calidad y adaptada a las necesidades de los pacientes basada en la evidencia científica, acceso a medicamentos y productos sanitarios en todos los territorios con amplios horarios o apoyo en el uso seguro del medicamento”, destaca a iSanidad Carina Escobar, presidenta de la POP. En su opinión, este trabajo “contribuye a que los pacientes conozcamos más nuestros derechos y podamos sacar el mayor partido a la farmacia comunitaria”.
Jesús Aguilar: “Somos un referente sanitario para la población y contribuimos a la corresponsabilidad de los pacientes con su enfermedad, mejorando su conocimiento sobre los medicamentos, evitando un consumo innecesario y favoreciendo un uso responsable”
Por su parte, el presidente en funciones del Cgcof, Jesús Aguilar, señala la cercanía que tienen los farmacéuticos comunitarios con los pacientes como uno de los grandes beneficios que pueden aportar estos profesionales al sistema sanitario y a la sociedad en su conjunto. “Somos un referente sanitario para la población y contribuimos a la corresponsabilidad de los pacientes con su enfermedad, mejorando su conocimiento sobre los medicamentos, evitando un consumo innecesario y favoreciendo un uso responsable”, asegura Aguilar.
Precisamente, uno de los puntos del decálogo se refiere al derecho de los pacientes a recibir “el correspondiente asesoramiento personalizado en el uso del medicamento cuando se le dispense, sobre su uso correcto y racional, de acuerdo con la situación clínica, de forma objetiva, accesible y adaptada a cada persona, pudiendo solicitar que se le entregue por escrito”.
Carina Escobar: “Los farmacéuticos son un apoyo muy cercano, especialmente para las personas con enfermedades crónicas complejas, para sus familias y cuidadores”
Además, este aspecto es muy relevante cuando se trata de pacientes crónicos ya que “los farmacéuticos son un apoyo muy cercano, especialmente para las personas con enfermedades crónicas complejas, para sus familias y cuidadores”, comenta la presidenta de la POP.
No hay que olvidar que en España hay actualmente 22.200 oficinas de farmacia a las que acuden cada día 2,3 millones de pacientes para ser atendidos por alguno de los más de 56.000 farmacéuticos comunitarios en activo. “Desde la POP agradecemos la enorme labor diaria que hacen los farmacéuticos comunitarios y, en especial, con todo lo relacionado con el uso seguro y corresponsable del medicamento”, añade Escobar.
Participación efectiva de los pacientes
La presentación de este decálogo sirve también para dar voz a las necesidades de los pacientes y este aspecto es importante porque contar con todos los agentes implicados en la salud supone un beneficio para el sistema sanitario.
El decálogo apremia a los farmacéuticos a actualizar de forma periódica sus conocimientos científicos, técnicos y legales para ofrecer a los pacientes información veraz, científica y evaluada de los medicamentos
“Nuestro SNS conseguirá ser más eficiente y sostenible con modelos de atención centrados en las necesidades presentes y futuras de las personas”, indica Carina Escobar al tiempo que insiste en “la participación efectiva” de los pacientes en su propia salud para “poder influir como sociedad en las políticas sanitarias”.
Desde el Cgcof, Jesús Aguilar recuerda que los farmacéuticos “siempre tenemos a los pacientes y sus organizaciones en el eje central de todo lo que hacemos. Con este foco hemos trabajado siempre y lo seguimos haciendo con ejemplos como este decálogo”.
Por último, el documento presentado apremia a los farmacéuticos a actualizar de forma periódica sus conocimientos científicos, técnicos y legales para poder ofrecer a los pacientes “información veraz, científica y evaluada acerca de los medicamentos, los productos sanitarios y cualquier otro producto de dispensación en oficina de farmacia”.
